Las migrantes mantienen papel de cuidadoras

Las migrantes mantienen papel de cuidadoras

Tomado de https://www.jornada.com.mx/

▲ Ayer se celebró el 54 aniversario del Parque de la Amistad en Tijuana y hubo actividades artísticas en ambos lados del muro.Foto Afp

Carolina Gómez Mena y Laura Poy Solano

Periódico La Jornada
Domingo 17 de agosto de 2025, p. 5

La migración de miles de mujeres, principalmente indígenas, está generando una “reconfiguración del cuidado”, tanto en los países de origen como de destino y tránsito de la región, advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Añade que la mayoría de las mujeres en movilidad no dejan de realizar esta labor, porque emigran para proveer estos servicios, “trasladando el trabajo de asistencia a través de las fronteras”, pues 35 por ciento de su ocupación es en el trabajo doméstico remunerado, aunque muchas veces realizado en la informalidad.

En el análisis denominado La sociedad del cuidado, gobernanza, economía política y diálogo social para una transformacion con igualdad de género, elaborado con motivo de la 16 Conferencia Regional sobre la Mujer (CRM), se destaca que ha aumentado la salida hacia países industrializados o con mejores condiciones económicas, de personas calificadas que buscan salarios más altos y mayores oportunidades, y que realizan tareas de asistencia.

En el caso de países del Caribe, ha habido fuga de trabajadoras del sector salud. Por ejemplo, Granada perdió 20 por ciento de su personal de enfermería a causa de la migración entre 2018 y 2022, y Guyana también ha expertimentado una merma similar, expone el estudio.

Tarcila Rivera Zea, activista quechua-chanka de Perú y coordinadora del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, señaló a La Jornada que en la primera ola migratoria ocurrida en su país durante la década pasada, “profesoras, o sea, mujeres que tenían profesión, migraron a Argentina y Chile” a desempeñar labores de trabajo doméstico.

“Muchas de mis paisanas, felices, porque al menos les pagaban el sueldo, las vacaciones y el seguro social”, y a cambio desempeñaban muy bien esas labores. “Sus patrones decían que cocinan muy rico, además cuidaban a sus hijos y tenían la casa limpia.”

Paula Narváez Ojeda, representante permanente de Chile ante Naciones Unidas, destacó que las mujeres en movilidad “no abandonan su condición de cuidadoras; están migrando pero además están cuidando, están haciendo un esfuerzo enorme por la sostenibilidad de la vida, y muchas veces lo hacen en absoluto abandono y precariedad.”

Rivera Zea, quien participó en la CRM, llamó a ampliar la visión de los cuidados, “y no quedarnos sólo en verlo en cómo atendemos al otro, sino también a la naturaleza, así como no sólo pensar en la compensación económica.

“Las indígenas dan un valor agregado a la atención de niños en las casas de clase media o media alta donde trabajan; dan el afecto y cariño, que los padres a veces no proporcionan, pues no tienen tiempo.”

Además, subrayó, el cuidado “trasciende lo individual. Un Estado democrático no es parte de una sociedad del cuidado cuando enajena tierras a las mujeres indígenas o no protege a las comunidades de los explotadores de la naturaleza, de narcotráficantes o de quienes trafican y se apropian de la biodiversidad, tanto medicinal como alimenticia.”

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