La renuncia de Löw: una decisión correcta en el momento equivocado

Con el anuncio de que se retira como entrenador, Joachim Löw sigue debilitando a la selección alemana, opina Tobias Oelmaier, y propone una alternativa. #Sonora #Expresion-Sonora.com Tomado de http://rss.dw.com/rdf/rss-sp-all...

Finalmente se rindió a la evidencia: el entrenador de la selección alemana, Joachim Löw, dejará su cargo este año, después de la Eurocopa, aunque tenía contrato hasta 2022.

Según el comunicado de la Federación Alemana de Fútbol (DFB por sus siglas en alemán),  Löw mismo pidió su retiro. Fritz Keller, el jefe de la DFB, aseguró «respetar esta decisión”. Gracias a que el técnico del once alemán lo anunció con tanta antelación, el DFB tendrá la «calma necesaria” para nombrar un sucesor. El fin de la carrera de Löw no llega por sorpresa. Se veía venir desde hace meses, por no decir años.

El seleccionador, de 61 años, ganó fama como coentrenador durante el mundial de Alemania de 2006. Su mayor triunfo con el equipo fue la victoria en el Mundial de Fútbol en Brasil, en 2014. Después de ese hito, en la cima de su carrera, los jugadores estrella Philipp Lahm y Miroslav Klose decidieron dejar la selección. Pero Joachim Löw siguió.

Löw dejó escapar el momento

Tobias Oelmaier, periodista de DW.

Aunque Joachim Löw hizo un buen trabajo, las claves de su éxito fueron contar con un excelente equipo y la buena suerte. ¿Cuánto de ese éxito se debió al trabajo de Löw? Es algo difícil de decir. Son varios los factores que llevan a buenos resultados: recursos, táctica, entrenamiento, psicología. Sobre todo psicología. La dinámica de un juego es imprevisible hasta para los más expertos. Algo que funciona bien en un momento dado, en cierta constelación, puede dejar de hacerlo al año siguiente. Löw debe haber intuido eso. Tenía dos opciones: irse, o reemplazar a gran parte del equipo. Decidió quedarse. Pero la presión, las interdependencias del equipo, las experiencias vividas dificultaron una reorganización del equipo después del mundial de 2014. Cuando Löw inició los cambios, tras la derrota en el Mundial de Fútbol de 2018 en Rusia, ya era demasiado tarde.

El poder de los destituidos

El rendimiento del equipo fue en declive hasta tocar fondo, en un 0:6 contra España, el último otoño boreal. Los jugadores en los que Löw había puesto sus esperanzas fallaron y, sin embargo, los deportistas que había echado parecían volver a estar en forma. Todos pedían una readmisión a la selección, pero Löw se mantuvo firme en la decisión. Hasta que la semana pasada llegó el comunicado de su primera capitulación: Löw anunció que en mayo, pocas semanas antes de que comience la Copa de Europa, decidirá si los campeones vuelven al equipo. Y hoy, por fin, la noticia de que Joachim Löw se rinde. Está debilitado: Ya no cuenta con el apoyo del DFB ni con el del público. Los expertos no hacen más que sacudir la cabeza ante sus decisiones tácticas y personales. Löw podría haber evitado este desenlace si hubiese renunciado antes.

Joachim Löw ha dañado al fútbol alemán con su obstinación. El anuncio de su renuncia justo antes de la Eurocopa lo hace parecer un caso perdido. Aunque siga afirmando tener mucha «voluntad, energía y ambiciones” de triunfar en el torneo, cuesta creer que los jugadores puedan seguir respetando sus estrategias y su autoridad. Solo queda esperar que Jürgen Klopp sea destituido en FC Liverpool y asuma el cargo de entrenador de la selección alemana antes de la Eurocopa.

(ie/cp)

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