En las décadas del 60 y 70, muchos mexicanos que acostumbraban departir en las esquina echando baraja o compartiendo el alipús con los cuates, tenían que estar a las vivas, porque si los veía la policía, era seguro que se los trepaban a “la julia“.
Lo mismo les pasaba a aquellos que participaban de fiestas escandalosas o hacían malas cosas en vía pública. Porque justo en esos momentos llegaban los azules con sus cachiporras para trepar a los facinerosos.
“La julia”, terror de borrachos y maleantes
Así pues “la julia”, era el terror de los que gustaban de andar por las calles a altas horas de la noche o madrugada. El término se usó lo mismo en Querétaro que en el extinto Distrito Federal e incluso en Aguascalientes.
Pero habrá que decir que en estos tiempos el término ya es un arcaísmo, es decir que cayó en desuso, o sea que decirlo es más de la momiza que de la chaviza, tanto como cuando se dice “está del cocol” .
¡Descubre el México Auténtico a través de nuestro podcast!
“La julia”, un término que se niega a morir
Aunque como todas aquellas palabras que nos construyeron como mexicanos y que forman parte de nuestra historia común, de repente aparecen, como para que no nos olvidemos de ellas, o como quien dice, se niegan a morir.
Como en 2010, cuando el vocalista de la banda Zoé, León Larregui, reclamó ante los reporteros de diferentes medios de comunicación, que la policía del DF lo hubiera subido a “la julia” tras huir del alcoholímetro.
Los posibles origenes de la palabra “julia”
Pero a todo esto, ¿de dónde viene la palabra? Al respecto existen dos posibilidades: la primera es que se trataba de una mujer que vendía sus afectos y caricias a todo hombre que se las pidiera.
Y dado que aquella fémina se llamaba Julia, por eso le pusieron así al camión de la policía, que tal como aquella mujer, recogía de las calles a todo hombre pobre, rico, vago, decente o indecente por igual.
El otro posible origen es el que da el Breve Diccionario de Mexicanismos, de Guido Gómez, el cual dice que “julia” quizá venga de las voces inglesas “gaol” y “jail”, que en ambos casos significan en español “cárcel”.
“La jura” como antecedente de “la julia”
Peeeero, existe una tercera posibilidad: en 1986, salió a la luz el libro Los negros curros, en donde el autor Fernando Ortiz, publica unos versos tomados de la tradición oral llevada a Cuba por los negros andaluces, en tales escritos se usa la palabra “jura” para referirse a un carro de la policía, tal como se puede leer a continuación:
“La jura me sigue ei paso,
por poneme en transe duro;
pero yo etoy seguro
de mi prócer destino,
he bucado un buen padrino
que me saque del apuro”.
Por tanto se cree que “jura” pudo fácilmente haber derivado en “jula” y luego en “julia”, dada la conocida dificultad de este grupo étnico para pronunciar la letra “r”.
México Desconocido Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/
Más historias
San Ángel en Día de Muertos, una tradición viva
Isabel González: el corazón en una caja
Protestas en Ecuador por crisis económica, energética y de seguridad