Lilian Hernández Osorio
Periódico La Jornada
Martes 3 de septiembre de 2024, p. 13
La infraestructura en las escuelas de educación básica y media superior prácticamente no ha mejorado en los últimos seis años. Dos de cada 10 planteles siguen sin algún servicio básico como agua potable, electricidad, baños o lavabo de manos, revela el sexto Informe de Gobierno.
Las cifras de las escuelas con acceso a servicios básicos entre 2018 y 2023 no han tenido variaciones, por lo que carecen de las condiciones indispensables para el aprovechamiento académico de los alumnos de prescolar, primaria y secundaria.
Si bien 82 por ciento de los planteles cuentan con acceso a los servicios básicos, el resto carece de alguno de éstos, lo cual interfiere en su aprendizaje y permanencia en la escuela.
De acuerdo con el documento del gobierno federal, el cuarto objetivo del Programa Sectorial de Educación 2020-2024 establece como meta del bienestar generar entornos favorables para el proceso de enseñanza-aprendizaje en los diferentes tipos, niveles y modalidades del sistema educativo nacional
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Sin embargo, los datos muestran que no hubo cambios. En 2018, 20.7 por ciento de los planteles no tenía acceso a uno de estos servicios; en 2019, bajó 19.3 por ciento, pero, en 2020, volvió a subir a 20.9 por ciento; mientras en 2021 la cifra de escuelas sin algún servicio básico pasó a 18.6 por ciento, con una ligera mejora, al bajar a 17.6 por ciento en el ciclo escolar 2022 y mantenerse casi igual para el año escolar 2023, en el que 17.4 por ciento de los planteles de educación básica carece de uno de estos servicios.
En el desglose por servicio, los mayores rezagos se ubican en la falta de lavamanos, pero sobre todo en las adecuaciones para tener instalaciones funcionales para personas con discapacidad. En este rubro sí es muy bajo el porcentaje de planteles que cuentan con estos cambios, pues sólo 28.4 por ciento cumplen con este requisito, es decir que casi siete de cada 10 escuelas de educación básica carecen de barandales, rampas, baños y otras adecuaciones para que niños con alguna situación de discapacidad puedan asistir a la escuela.
En el caso de las escuelas de bachillerato que pertenecen a la SEP, una de cada cuatro en promedio no tiene agua potable, lo cual complica su estancia, debido a que son más vulnerables a infecciones por no contar con este servicio.
De hecho, cerca de 20 por ciento de los planteles de educación media superior no tienen lavabo de manos, 14 por ciento no cuenta con baños y más de 60 por ciento no tiene instalaciones para personas con discapacidad.
De acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los alumnos tienen derecho a vivir en un entorno seguro, limpio, con acceso a agua potable y servicios adecuados de higiene y saneamiento, por lo que las escuelas deben asegurar este derecho humano para garantizar un mínimo desarrollo de la población estudiantil
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Cuando las escuelas no cuentan con estos servicios hay un aumento de enfermedades gastrointestinales y diarrea, lo cual provoca que los niños falten a clases y, por ende, el rendimiento académico se ve afectado
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Tomado de https://www.jornada.com.mx/