La guerra pone en entredicho el liderazgo de Alemania en la UE

Ya desde el inicio de la guerra de Ucrania, Alemania tiene un problema de credibilidad, porque se la veía como socio de Moscú. Eso podría modificar la correlación de fuerzas en la UE. #Sonora #Expresion-Sonora.com Tomado de...

Ya desde el inicio de la guerra de Ucrania, Alemania tiene un problema de credibilidad, porque se la veía como socio de Moscú. Eso podría modificar la correlación de fuerzas en la UE.

Hace un año se acercaba a su fin el gobierno de Angela Merkel y comentaristas de todo el mundo la alababan como la líder más importante de la Unión Europea y una de las principales figuras de Occidente.

El balance de sus 16 años de gestión incluye también su rechazo al ingreso de Ucrania a la OTAN y la aprobación del gasoducto Nord Stream 2, que va de Rusia a Alemania, poco después de la anexión rusa de Crimea. Pocos se interesaron por esas cosas a la hora de su despedida.

Otro mundo

El 24 de febrero de este año, la ministra alemana de Relaciones Exteriores,Annalena Baerbock, dijo: «Hemos amanecido en un mundo diferente”. La invasión rusa de Ucrania no solo desbarató el orden europeo de posguerra, sino que también puso de cabeza la evaluación de la política alemana con respecto a Rusia. A comienzos de abril de 2022, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, invitó a Merkel a ver en Bucha «a lo que ha conducido en 14 años la política de concesiones a Rusia”.

Hace poco, el escritor ucraniano Andrej Kurkov dijo a DW que observa «muchas emociones antigermanas” en su país y que «se menciona abiertamente a Angela Merkel como la culpable”.

Vladimir Putin y Angela Merkel, en 2018.

Los reproches también provienen de Polonia y el Báltico. Y no apuntan solo contra Merkel, sino contra por lo menos una generación completa de políticos alemanes que apostó por generar cambios mediante el comercio. El antiguo ministro de Relaciones Exteriores, el ahora presidente Frank-Walter Steinmeier, admitió «errores de apreciación», que le han costado una buena porción de credibilidad a Alemania.

¿Es real el cambio?

Al estallar la guerra, el canciller, Olaf Scholz, proclamó un cambio de rumbo, subrayando con ello que el Gobierno alemán había aprendido. Por otro lado, previno de una Tercera Guerra Mundial, titubeó con el envío de armas a Ucrania y la aplicación de un amplio boicot energético contra Rusia. A comienzos de abril, manifestantes protestaron ante la embajada alemana en Vilna porque Alemania no había respaldado un embargo total de petróleo y gas ruso.

Según el investigador de Europa oriental Volker Weichsel, «es errónea la suposición de que la ‘prudencia’ alemana tendría un efecto positivo en la percepción que se tiene de Alemania en Rusia. Por el contario; la propaganda de Moscú mostraba antes a Alemania como amigo, de forma exagerada, y ahora la presenta de manera igualmente exagerada como enemiga”.

La vacilación alemana en lo tocante al envío de armas, el embargo energético y las intenciones ucranianas de ingreso en la UE no son bien vistas por otros europeos, en opinión de Weichsel: «De Alemania se espera liderazgo en la UE. Pero en los asuntos relativos a la política frente a Rusia y Ucrania, el Gobierno alemán se movió siempre demasiado tarde y solo bajo presión externa”.

¿Liderazgo de París?

Si Alemania pierde influencia, otros podrían ganarla. Un indicio lo ofreció este martes (17.5.2022) el presidente Volodímir Zelenski, después de haber hablado con Olaf Scholz y con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. El presidente ucraniano calificó su conversación con Scholz como «bastante productiva”, mientras que describió el diálogo con Macron como «sustancial y muy largo”. Y dijo que también se habló del deseo de Ucrania de una rápida incorporación a la UE.

Macron visitó a Scholz tras su reelección.

No obstante, Henning Hoff, de la Sociedad Alemana de Política Exterior, no cree que Emmanuel Macron se erija ahora como el nuevo líder europeo. Afirma que «también la desconfianza hacia Francia es muy grande», porque «Macron buscó a partir de 2019 un ‘diálogo estratégico con Putin, sin consultar previamente con los países centroeuropeos y los de Europa del este”.

Lo que debería hacer Alemania

Weichsel ve al menos tres cosas que Alemania debería hacer ahora: «Respaldar con vigor la solicitud ucraniana del estatus de candidato a la UE, apoyar consecuentemente a Ucrania en su defensa y lograr la hercúlea tarea de un rápido y efectivo cambio energético”. A su juicio, la pérdida de prestigio de las pasadas semanas se olvidará rápidamente si Alemania demuestra que tiene un modelo eficaz para el futuro.

Aludiendo a la política de entendimiento del canciller Willy Brandt en la década de 1970, Hoff aconseja una especie de nueva Ostpolitik. Esta debería orientarse «primeramente a los vecinos de Alemania en la UE y la OTAN y, en segundo término, a una ojalá pronta Rusia post-Putin. En síntesis: la confianza solo se podrá recuperar mediante una verdadera europeización de la política con respecto a Rusia”.

Volker Weichsel cree que también se necesita una nueva visión: «La sociedad alemana creyó durante 70 años que podía eliminar la guerra si tan solo nunca volvía a convertirse en un agresor. La idea de que otro pudiera ser el agresor y hubiera que ir a ayudar concretamente con armas a una víctima y no limitarse solo a disculparse por las propias acciones del pasado, resultaba impensable para amplios sectores de la sociedad alemana. Y el cambio de manera de pensar recién ha comenzado”.

(ers/ms)

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