La economía circular avanza. Así lo evidencia un estudio publicado por el Observatorio de la Economía Circular, impulsado por la Fundación Fórum Ambiental: la tasa de circularidad en España en 2023 se sitúa en el 8,5%. Son cifras que mejoran respecto a las de 2022 —cuando descendió al 7,1% frente al 8% registrado en 2021— y que muestran cómo el país, poco a poco, va conquistando la materia.
Este modelo, que ya es una realidad, deja atrás el sistema lineal —que crea materiales y desecha residuos a un ritmo insostenible— para avanzar hacia otro más responsable y acorde con las necesidades actuales del planeta. Su fin, más allá de generar riqueza y empleo, busca alargar al máximo la vida de los recursos disponibles y reducir la creación de nuevos residuos.
Agentes sociales, instituciones públicas y grandes y pequeñas empresas están remando en esta dirección para implementar vías que conviertan a España en un referente en economía circular. Cada uno, desde su sector, ha presentado sus apuestas y candidaturas a la séptima edición de los Premios BASF a la Mejor Práctica de Economía Circular de España, organizados por BASF y el Club de Excelencia en Sostenibilidad. En la última edición, se repartieron seis galardones y un accésit, seleccionados entre más de 150 candidaturas.
Alejandro Dorado, comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, participó en la jornada y aseguró que «necesitamos un cambio en la cultura, pensar en términos de circularidad. Desde el diseño hasta el consumo, tenemos que ver cómo la incrustamos, ya seamos empresas, instituciones o ciudadanos, y hacer de ello un negocio».
Y, aunque queda mucho por hacer, Nuria Aymerich, comisionada especial para la Competitividad Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria y Turismo, asegura que esta transición puede cambiar el planeta. «En nombre del ministerio, estamos convencidos de que si apostamos de verdad por la economía circular, este mundo mejorará. Cuanta más industria verde, más sostenibilidad».
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Alejandro Dorado: «Necesitamos un cambio en la cultura, en el pensar en términos de circularidad»
La empresa, una aliada de la circularidad
Uno de los agentes que más está apostando por la economía circular es la empresa privada. Según un informe del Pacto Mundial de la ONU, el 43% de las empresas españolas ha impulsado proyectos de gestión de desechos, reducción, reutilización o reciclaje.
Entre ellas se encuentran las grandes corporaciones, actores necesarios en esta transición. Un buen ejemplo es Moeve, empresa que está innovando en el uso de contenedores (flexitanks) con material reciclado para el transporte de productos químicos. Este embalaje consigue una reducción de hasta el 18% de polietileno. El proyecto, pionero en Europa, recibió un galardón de los premios BASF y mantiene «la convicción de que la sostenibilidad no es solo una meta, sino una forma de trabajar cada día».
También fue reconocida con un accésit la planta de reciclado de residuos químicos Premier-Plas, de la empresa Urbaser. Gracias a su tecnología, los desechos que pasan por esta planta, en vez de acabar en vertederos, se convierten en nueva materia prima secundaria.
Y el sector privado también cuenta con otros dos agentes clave en el impulso de la economía circular: las pymes y las start-ups. La empresa Cartonplast ha desarrollado una solución al packaging industrial —un Modelo Pool que sustituye los intercaladores de cartón de un solo uso por otros de plástico reutilizables— y fue reconocida en la categoría de mejor práctica en pymes.
En la categoría de start-ups, el galardón fue para Wallapop, la plataforma de compraventa que ofrece una segunda vida a los objetos que ya no se utilizan. Al recoger el premio, la compañía dijo que «solo en 2024, la comunidad de Wallapop, comprando productos reutilizados en vez de nuevos, contribuyó a evitar 450.000 toneladas de CO2. Lo mismo que eliminar el tráfico rodado de Madrid durante tres meses del año».
Nuria Aymerich: «Cuanta más industria verde, más sostenibilidad»
Lo público también apuesta por la economía circular
El sector público también tiene un papel protagónico en la adopción de modelos circulares. El Hospital de La Paz de Madrid fue reconocido en esta categoría por sus esfuerzos para reducir el impacto ambiental con su plan Reconecta, basado en el marco de las 9R. Al recoger el galardón, afirmaron: «El compromiso es de todo el hospital. Para nosotros, la salud del planeta y de las personas están conectadas».
La Universidad Autónoma de Madrid, por su parte, fue reconocida en la categoría de mundo académico por unir esfuerzos entre distintas áreas —Facultad de Ciencias, Facultad de Psicología, Rectorado y Escuela Politécnica Superior, junto con jardinería y limpieza— para fabricar compost a partir de los biorresiduos generados en las cafeterías.
Y, para que haya mayor concienciación, el periodismo es esencial. Desde EFE Verde, ganadores en la categoría de divulgación, explicaron: «Nosotros queremos vivir en un mundo ambientalmente sostenible, en el que la crisis climática no nos golpee. Por ello, nuestro compromiso va a seguir contando la realidad: informar de lo que sucede para que aumente el pensamiento crítico».
Queda claro que la transición solo será posible si todos los actores —administraciones, empresas, mundo académico, organizaciones sociales y ciudadanía— siguen empujando en la misma dirección. Los premios BASF demuestran que existe talento, innovación y compromiso para avanzar hacia modelos más sostenibles, y que la circularidad no es solo una aspiración, sino una realidad que ya se está construyendo.
Carles Navarro, vicepresidente de BASF y presidente del Club de Excelencia en Sostenibilidad, recordó durante la jornada que hace ocho años empezaron a pensar en este proyecto. «No imaginábamos que iba a tener este impacto. Y creo que acertamos», sostuvo. Los premios de BASF han recibido más de 800 candidaturas y reconocido a más de 40 entidades que comparten la convicción por la economía circular. «Los que estáis aquí apostáis por el futuro, por convertir el planeta en un lugar mejor», concluyó.
Tomado de Ethic.es





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