La carne que no es carne (no te lo pierdas)

La carne se considera como un elemento finito en la Tierra, por lo que no son pocas las opciones para buscar una alternativa viable. Lo último en avances es lo que se conoce como la carne que no es carne. Fue...

La carne se considera como un elemento finito en la Tierra, por lo que no son pocas las opciones para buscar una alternativa viable. Lo último en avances es lo que se conoce como la carne que no es carne. Fue hecha en un laboratorio y se ve para los consumidores como carne real y se cree evolucione y cambie la empresa alimenticia.

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¿Cómo se crea?

Carne sintética

La carne que no es carne se sintetiza en los laboratorios a partir de las células madres de músculos de animales como las vacas, pollos o cerdo. También se añaden elementos como:

  • Suero fetal bovino.
  • Mioglobina.
  • Vitaminas.
  • Aminoácidos.
  • Grasa.
  • Tejido conectivo.

No fue hasta el año 2012 que se presentó en Londres la primera hamburguesa hecha completamente en un laboratorio. Para su creación los tejidos fueron de una vaca y se cultivaron, promoviendo su desarrollo hasta que tuviera forma. Costó 2 años de investigaciones y cerca de 250 mil euros cada una. En el año 2016, un equipo norteamericano logró hacer una por solo 1800 euros.

Impacto social de la carne que no es carne

Una de las defensas sostenidas en favor de la carne que no es carne es que es más sostenible que la que conocemos normalmente. A pesar de ello, existen normas antes de que salgan a la luz productos comerciales, donde se debe hacer un estudio de los impactos que tienen en el medio ambiente, así como para los animales y el ser humano.

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Por otro lado, hay más investigaciones que se oponen al uso de la misma. La carne in vitro se dice que tiene mayores impactos medioambientales. Según un informe de la Universidad de Oxford, la sinterización de la carne sintética emite más gases de efecto invernadero, por lo que afecta de manera negativa al entorno, incluso es más contaminante que la cría de pollos y de cerdos.

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Seguridad de la carne sintética

Las células madres tienen una alta capacidad para crear tumores

Existe mucha polémica alrededor de la ingesta de un producto a base de generación celular en un laboratorio. Su seguridad a corto y largo plazo son elementos que resaltan entre las preguntas de los investigadores. Dichas células madres tienen una alta capacidad para crear tumores, y su interacción con las de nuestro cuerpo es algo que aún está en investigaciones.

Según palabras de Manuel Collado, un especialista en células madres, cáncer y envejecimiento del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, alertó sobre la seguridad de los alimentos de carne sintética. Afirma que dichas células se mantienen bajo los efectos de factores de crecimiento y de determinados agentes con capacidades que aún no se prueban en la alimentación de los seres humanos.

Los científicos están preocupados por el uso de este tipo de células, ya que son embrionarias no humanas. Ellas tienen gran poder de regeneración, donde se pueden presentar acumulaciones de mutaciones genéticas a largo plazo. Además, existe un mayor riesgo de crecimiento de bacterias durante el proceso de cultivo, por lo que la salud del consumidor está en riesgo. Son varios los factores de peligro acerca de la carne que no es carne.

Sustitución de la carne

La carne es casi invaluable, debido a los nutrientes que aporta, sobre todo proteínas. Ello no implica que el resto de los aminoácidos que puedas incrementar en tu dieta valgan menos, o que no se encuentren en productos vegetales. Lo que se dice es que ningún derivado de un laboratorio podrá igualar el valor nutricional de la carne verdadera.

Las proteínas de origen animal son más aconsejadas a la hora de mantener la masa muscular del esqueleto. Esto es apoyado por diversos estudios. Ellas son muy biodisponibles, lo que las hace muy fáciles de asimilar como nutrientes y cubrir las necesidades del organismo en alguna esfera. La carne que no es carne no es capaz de hacer las mismas funciones.

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Grasas saludables

Carecen de grasas monoinsaturadas

Acerca del aporte de grasas de la carne que no es carne, es mínima la cantidad. Existe un tipo de ellas, conocidas como monoinsaturadas y poliinsaturadas, que son vistas como grasas buenas. Las que se conciben en los laboratorios carecen de ella, por lo que el perfil alimenticio es inferior. Muchos son los defensores de este tipo de comida, pero también son bastantes los que no se encuentran a favor de la misma.

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