Procusto, una figura de la mitología griega, era posadero y bandido. Ofrecía alojamiento al viajero, invitándole a dormir en una cama de hierro en la que, mientras dormía, lo ataba. Si la víctima era alta le aserraba lo que sobresaliera, y si era de menor tamaño, lo descoyuntaba hasta encajarlo en el catre.
La figura de la cama de Procusto se utiliza para muchas situaciones: deformar los datos de la realidad para que se adapten a una hipótesis preconcebida; aplicar un modelo estándar válido para todo y justificarlo en aras a la igualdad, una tiranía del modelo; la renuncia a revisar el punto de partida; un fundamentalismo inmune a argumentos y razones…
Es lo que está ocurriendo con el proceso de elaboración del Plan Económico Comarcal para Busturialdea, cuyo Foro se reunió por segunda vez el 6 de mayo, sin orden del día ni papeles previos, para informar por encima y rellenar un formulario de prelaciones.
Como en la anterior ocasión, en la primera reunión del Foro el 11 y 12 de diciembre, el ejercicio de los asistentes –agentes y funcionarios/as-, consistió en improvisar, tras una andanada repentina de proyectos seleccionados por el Grupo Motor (Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia, las 20 alcaldías de la comarca y la consultora BMASI de oficiante), sin cifras sobre cada proyecto, ni saber si está o no prefinanciado.
La novedad en esta ocasión es que Ainara Basurko (Diputada de Promoción Económica) señaló el tamaño de la cama: medía 50. 50 millones de euros, 24 procedentes del Gobierno Vasco y lo mismo o, quizás, algo más de la Diputación Foral de Bizkaia. Como en el diario El Correo (3-12-24) se filtró que serían 100 millones, cabe preguntarse si hay rebajas ahora, o es que habrá propina si se presiona. En todo caso, es el mismo procedimiento y la misma cama que en las otras ZAP (Zona de Atención Prioritaria) ya aplicadas en la Comunidad Autónoma Vasca.
En el primer Foro, al no presentarse plan ni proyecto alguno, se conminó a los presentes a hacer la primera carta a los Reyes Magos y resultaron más de 100 improvisadas necesidades y propuestas correspondientes. En el segundo Foro se han presentado 17 seleccionadas de entre aquellas 100, sin que se explique el porqué de tal selección y, además, parte de ellas están ya en curso. Y, encima, se nos insta a que numeremos por importancia las 17que nos parecen más importantes y queden, así, unas pocas seleccionadas. Seis es el estándar y, además, deben equilibrar epígrafes (economía, infraestructuras, social, patrimonio…) e impactos (económico, calidad de vida, territorial).
Si añadimos que las caras infraestructuras pendientes no presupuestadas en algún otro programa, también entrarían -con 20 años de retraso por desidia institucional- lo que quedaba, por ejemplo, para la acción de promoción económica y social, es casi nada. Para mayor escarnio, se menciona, además, el Guggenheim Urdaibai en el listado posible, cuando estaba expresamente fuera del Plan por decisión institucional (no se pudo discutir en el Foro anterior) y va, dicen, por la vía del “Proceso de escucha activa”, las 1.000 consultas que el organismo Agirre Lehendakari Center ha comenzado a realizar y cuyo resultado no será, en ningún caso, vinculante como ya lo han anunciado las instituciones.
Todo frustrante. La respuesta al declive de la comarca (la penúltima en PIB pc de Bizkaia) es un quedabién de un programa a 4 años, y luego ya me olvido.
Recordemos que esta declaración de ZAP nació bajo presión social, a modo de compensación ante la crítica por los impactos negativos ecológicos que tendría el Guggenheim Urdaibai y sus limitados efectos económicos. Este trato sin perspectiva de largo plazo, aunque reconoce a Busturialdea como comarca en declive, no la considera “zona de sacrificio económico” y está necesitada de medidas urgentes, polivalentes y profundas para que no pierda el pie, también, en la era de la descarbonización. Hay, así, una deuda histórica con la comarca y el café para todos no es la respuesta.
En efecto, la declaración de Reserva de la Biosfera de Urdaibai en 1984 y su regulación en 1989, preservaba una amplia zona natural de intervenciones indeseadas, pero las instituciones se lavaron las manos y no la acompañaron con inversiones públicas y promoción de inversión privada industrial en las zonas habilitadas y generar recursos suficientes de empleo. Y ello a pesar del (incumplido) Programa de Armonización y Desarrollo de las Actividades Socioeconómicas (PADAS), aunque tenía más medidas eco-sociales que económicas.
Por la metodología adoptada, lo que se queda por el camino, además de la mayoría de las 17 medidas, es mucho y sustancial. En infraestructuras: habilitación de suelo industrial para Bermeo y Gernika-Lumo; Plan Urgente para minimización de la inundabilidad de Busturialdea; dar salida a los Elkartegi (Centros de Empresas con ofrecimiento de alquiler y opciones de compra) de la comarca que están vacíos. En ecosistema: plan de restauración ecológica de la cuenca del río Oka, de la red fluvial y de las marismas. En lo social y cultural: programas de empoderamiento de las mujeres, de promoción del euskera, de atención a la inmigración, de trabajo doméstico, de residencias, de plan cultural, ampliación de planes de estudio en los EFP, hacia la gestión medioambiental, biodiversidad, TICs, … En economía: consolidación de los cluster sectoriales existentes (U-Bai); instalación de un centro tecnológico o de investigación en campos como medio ambiente, energía, o nuevos materiales; apertura de una línea de empresas en economía verde, transición ecológica o 4.0, capitaneada por algún grupo con incentivos; un plan rural para el incremento de hasta un 20% de la tierra dedicada a la producción agro-ecológica; industrias creativas; moratoria para la instalación de grandes superficies; un plan de turismo. De las 100 improvisadas propuestas del primer Foro todo esto ha quedado fuera del Plan Económico Comarcal.
Aún se está a tiempo de enderezar el entuerto:
-Extraer todas las infraestructuras del Plan, y aprobar, aparte, un Programa de infraestructuras de movilidad, industria, saneamiento, suministro de agua y prevención de inundabilidad a 5 años.
-Rebobinar el Plan e incluir solo medidas tractoras -y no un listado por decantación de votos por intereses locales-, tras evaluación de impactos de cada una.
-Presentar otra cama, otra metodología que, tras cotejar las necesidades de la comarca, las periodice a 20 años, dando preeminencia a las de más urgencia y mayor impacto tractor, con 4 planes de 5 años cada, para cumplimentarlo.
Si no fuera así, algunas alcaldías se lo deberían pensar antes de homologar el Plan oficial propuesto.
Al final, Procusto continuó con su reinado de terror hasta que se encontró con el héroe Teseo quien, invirtiendo el juego, retó al posadero a comprobar si su propio cuerpo encajaba con el tamaño de la cama. Cuando se hubo tumbado, Teseo le ajustó. Sin llegar tan lejos sí cabe conminar a las instituciones a que afronten la realidad del declive comarcal, presentando un lecho ergonómico, estirable en tamaños y tiempos, para que quepan las necesidades locales más tractoras y Busturialdea salga de su bella postración.
Tomado de https://vientosur.info/
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