Joven convierte desechos de café en tazas reusables y biodegradables para evitar los plásticos

La idea de que 2.800 millones de tazas de café desechables al año se viertan en vertederos en toda Alemania es suficiente para dejar un sabor amargo en la boca de cualquier consumidor.

Con 320.000 cafés para llevar entregados en los mostradores del país cada hora, según el foro de ayuda ambiental alemán, el impacto de esta tendencia creciente es extenso.

¿Alguna vez te has preguntado adónde van los desechos del café que usan las cafeterías?

Tras preparar un espresso, capuccino o americano, quedan los residuos del café en el filtro. Algunas personas optan por usarlo como composta, pero otras deciden tirarlo a la basura.

Es por eso que la compañía alemana Kaffeeform ha creado una forma de reutilizar los granos de café que quedan como residuos, para convertirlos en vasos reutilizables y ecológicos. Su creador, Julian Lechner, comenzó con la idea de reciclar estos residuos en 2009.

Lechner crea las tazas de café recolectando primero las sobras de los cafés locales en Berlín. Luego, los combina con pegamentos naturales y partículas de madera de fuentes sostenibles para producir un líquido que se puede moldear por inyección para crear los vasos reutilizables.

Una vez que se establece la forma final, el material es apto para lavavajillas y duradero, y se puede usar una y otra vez. además de una serie de pequeñas tazas de café expreso con un asa en el lateral y un platillo curvo a juego, kaffeeform también ha creado tazas de capuchino y su última novedad: una taza de estilo para llevar.

Lechner tuvo la idea después de pensar en las grandes cantidades de café que él y sus compañeros estaban tomando en la universidad. Comenzó a hablar con sus maestros de diseño sobre las formas en que podría unir los posos de café para crear algo lo suficientemente resistente como para ser un producto de bebida duradera. Se decantó por un polímero hecho de celulosa, lignina y resinas naturales.

Ahora, Kaffeeform vende regularmente sus productos en su sitio y más de 20 cafeterías en Berlín y 150 distribuidores en Europa ahora utilizan tazas y vasos hechos con café.