José Sacristán, Premio Nacional de Cinematografía 2021

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Actualizado Viernes,
2
julio
2021

17:47

El actor estaba rodando la próxima película de Fernando Colomo Cuidado con lo que deseas cuando ha trascendido al noticia del galardón

El actor José Sacristán.JAVIER BARBANCHOEL MUNDO

Por lo de cinematografía y sin duda también por lo de nacional, pocos premios tan redundantes (y justos) como el Premio Nacional de Cinematografía 2021 a José Sacristán. No en balde, todo el cine español y hasta España entera pasa por él. Desde el cine quinqui a la comedia más española (o españolada) pasando por el nuevo cine español de los sesenta (y siguientes) y cada uno de los cines nuevos que han dado los últimos años, todos le pertenecen porque en todos estuvo. Y en el teatro, que ahora no toca, también..

Que le den el galardón un día de trabajo en el que no puede (o no quiere) coger el teléfono, también entra dentro de lo que se repite. Porque no hay década ni año ni día en los que Sacristán descanse. Su ideario en sus mimas palabras deja poco espacio a lo indudable de la duda: «Trato de adecuar el ejercicio de una profesión, la mía, a un país como éste. Intento ser un buen alumno de Fernando Fernán Gómez. Y eso que sólo estoy en segundo de Fernando. Procuro mantener el equilibrio. Me siento más un superviviente que un maestro. Y, por encima de todo, sé que soy un privilegiado. Mi actitud es la de un aprendiz permanente. ¿Cómo lo diría? Aborrezco sentar cátedra. Antes monja que pontificar. Pobre del que piensa que ya lo sabe todo». Queda claro.

En efecto, la noticia ha trascendido antes de llegar a oídos del propio Sacristán, que estaba sin cobertura entre Segovia y Torrelodones (Madrid) rodando la próxima película de Fernando Colomo, Cuidado con lo que deseas. «En el Año Berlanga, reconocemos a uno de los actores más grandes de nuestra historia. Le he telefoneado y, cómo no, le he pillado rodando, al pie del cañón ¡Gracias Pepe por tanto, por todo! Un abrazo enorme», ha escrito el ministro.

José Sacristán, para situarnos, nació en la localidad madrileña de Chinchón el 27 de septiembre de 1937. Allí le dijo a su padre, represaliado de la guerra, que prefería a Tyrone Power (pronúnciese Tirone pober) a recoger ajos. No es que despreciara a los segundos, que tan bien se dan en su tierra, pero el primero seguro que olía mejor. Comenzó su carrera como intérprete en el teatro independiente, hasta que en 1960 participó en su primera producción profesional. Su trayectoria cinematográfica, con más de 150 películas, ofrece un recorrido por la historia reciente de España. De toda ella.

El ahora premiado es un hombre empeñado en ser cómico desde muy temprano, cuando en España nada hacía ni la más triste (además de puta) de las gracias. Allí estuvo en los 60 y los 70 de la mano de Lazaga, Ozores o Dibildos en cuanta comedia española se terciara. Y acto seguido se convirtió en uno de los referentes del nuevo cine español. Sí, el de Olea, Gonzalo Suárez o Camus. ¿Y qué decir de su papel en el complicado equilibrio de la tercera vía, entre el cine de autor y comercial, que soñaran Garci, Drove o Bodegas? Todo ello sin renunciar ahora mismo a cuanta nueva ola se cruza en su camino e igual le vale Carlos Vermut, David Trueba o Kike Maíllo que Javier Rebollo.

Repasar su filmografía se antoja arduo. Cada olvido, que lo habrá por fuerza, duele. En primero lugar, destacar su notable Cara de acelga por delante de Soldados de plomo. Debuta en el cine en 1965 a las órdenes de Fernando Palacios en La familia y uno más, y poco a poco se reivindica como secundario de lujo en cintas como Sor Citroen, La tonta del bote o Cateto a babor.

En los 70 ya era uno de los grandes nombres del cine español. El abuelo tiene un plan, Hasta que el matrimonio nos separe, La colmena, por la que logra una candidatura al Fotogramas de Plata, o, y sobre todo, Un hombre llamado flor de otoñocon su Concha en San Sebastián lo consagran entre los grandes. A finales de los 80 protagoniza con enorme éxito La vaquillao El viaje a ninguna parte.Un lugar en el mundo, Madregilda, Roma, Madrid, 1987, El muerto y ser feliz (con la que, por fin, consigue el Goya), Magical Girl (segunda nominación al Goya), Murieron por encima de sus posibilidades, Perdiendo el norte, Vulcania, Toro, Quatretondeta, Las furias, El bar o Formentera Lady son sólo unas pocas de una lista que no acaba.

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