Issa, el Australopithecus que caminaba como humano y trepaba como simio

Los restos de Issa, el homínido mejor conservado jamás descubierto, revelan que el Australopithecus sediba caminaba como nuestra especie, pero trepaba como un simio. Los Australopithecus pertenecen a un género de homínidos extintos que se extendió por el este de África...

Los restos de Issa, el homínido mejor conservado jamás descubierto, revelan que el Australopithecus sediba caminaba como nuestra especie, pero trepaba como un simio.

Los Australopithecus pertenecen a un género de homínidos extintos que se extendió por el este de África hace 4 millones de años, antes de que una especie diera origen al género Homo, del cual somos parte.

Hoy sabemos que las siete especies identificadas de Australopithecus se alimentaban de frutos y hojas, poseían un cerebro del tamaño de un simio y caminaban erguidas; sin embargo, sus dedos curvos, antebrazos largos y la musculatura en el tronco aportan una serie de evidencias que llevan a sugerir a los expertos que también podían trepar árboles y desplazarse entre ellos con facilidad.

Este desplazamiento híbrido ha alimentado una larga discusión sobre el andar de los Australopithecus; sin embargo, un nuevo estudio publicado por la Universidad de Nueva York, la de Witwatersrand y otras quince instituciones, parece resolver la cuestión definitivamente:

El descubrimiento de un conjunto de vértebras lumbares de una hembra de Australopithecus sediba, una especie descubierta en 2008, revela que estos homínidos podían caminar como humanos y al mismo tiempo, trepar árboles como simios con suma facilidad.

Issa, el homínido primitivo mejor conservado de la historia 

Los primeros restos de Issa fueron descubiertos en 2015 durante una excavación en el yacimiento de Malapa que forma parte del complejo Cuna de la Humanidad, ubicado a 40 kilómetros al noreste de Johannesburgo, Sudáfrica. 

Se trataba del segundo individuo de Australopithecus sediba jamás encontrado, una especie descrita en 2010, pero descubierta dos años antes en el mismo sitio. En aquél entonces, los análisis confirmaron que los restos tenían una edad de aproximadamente dos millones de años, que la especie era un ancestro primitivo de los humanos contemporáneos y que al igual que los Sapiens, poseía cinco vértebras lumbares.

El Valle de Malapa, sitio del hallazgo de Australopithecus sediba. Foto: Lee R. Berger / WikiMedia /

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Ahora, un nuevo análisis a los restos de Issa reveló la existencia de vértebras lumbares inéditas que “articulan perfectamente con la espina del esqueleto” y unidas a las halladas anteriormente, forman la espalda baja más completa y mejor conservada de cualquier homínido primitivo:

“Si bien Issa ya era uno de los esqueletos más completos de homínido antiguo jamás descubierto, estas vértebras prácticamente completan la parte inferior de la espalda y hacen que no sólo compita por el título del homínido mejor conservado jamás descubierto, sino también por el mejor preservado”, explica Lee Berger, coautor del estudio y pionero en el descubrimiento de la nueva especie en 2008.

Los restos fósiles de la espalda baja de Issa revelan que el Australopithecus sediba y el resto de primeros homínidos utilizaban tanto sus extremidades superiores para trepar, como las inferiores para caminar erguidos, zanjando un debate de décadas sobre la locomoción de este género, extinto hace 2 millones de años.

Issa es uno de los dos únicos homínidos primitivos de los que se conoce tanto la dentición, como la columna inferior relativamente completa. 

Y aunque anteriormente se creía que la columna inferior del Australopithecus sediba era recta y con una curvatura mínima, similar a la del Neandertal y otros homínidos, los restos de Issa revelaron que su especie presentaba lordosis, la curvatura hacia adentro encima de los glúteos que poseemos los humanos modernos.

“La región lumbar es fundamental para comprender la naturaleza del bipedalismo en nuestros primeros antepasados y qué tan adaptados estaban para caminar en dos piernas», explica Scott Williams, autor principal del estudio, quien concluye que esta especie fue “una forma de transición de un humano antiguo y su columna tiene una forma claramente intermedia entre la de los humanos modernos y los grandes simios”.

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Tomado de https://www.ngenespanol.com/