Irene Reyes-Noguerol: «Aunque no venda un libro o solo me lean mis amigos, seguiré escribiendo»

Con 12 años, Reyes-Noguerol ganó su primer concurso literario en el instituto y ahora, con 23, acaba de ser incluida en la lista elaborada por 'Granta' con los 25 mejores escritores en español con menos de 35 años Leer#ExpresionSonoraNoticias Tomado de...

Literatura

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Viernes,
9
abril
2021

00:54

Con 12 años, Reyes-Noguerol ganó su primer concurso literario en el instituto y ahora, con 23, acaba de ser incluida en la lista elaborada por ‘Granta’ con los 25 mejores escritores en español con menos de 35 años


La escritora Irene Reyes-Noguerol.
ÁNGEL NAVARRETE

Con 23 años, Irene Reyes-Noguerol (Sevilla, 1997) es la más joven en la lista de los mejores escritores en español con menos de 35 años que acaba de publicar la prestigiosa revista Granta. Son los 25 autores que conquistarán la literatura en los próximos años. A pesar de su juventud, esta escritora ha publicado ya dos libros –Caleidoscopio (Ediciones en huida, 2016) y De Homero y otros dioses (Maclein y Parker, 2018)- y cuenta con 49 premios, 46 de ellos en concursos de relatos nacionales e inte

rnacionales.
Pese al abrumante palmarés, la autora confiesa que no ha estado «dentro de los circuitos literarios» y se muestra agradecida con el jurado que la ha situado entre los 25 mejores autores de su generación. Casi no se lo cree todavía.
– ¿Cómo se ve dentro de diez años?
– Me gustaría seguir trabajando, investigando, leyendo a otros autores y encontrando nuevas influencias. Aunque termine sin vender ni un solo libro o solo me lean mis amigos, seguiré escribiendo. Ojalá dentro de diez años siga con la misma ilusión y con las mismas ganas de escribir.
Dentro de 20 años, Reyes-Noguerol no sabe si estará en la cima de su carrera literaria porque el «mundo literario y de las artes, en general, es muy difícil.

Es complicado triunfar

». De momento, tras finalizar sus estudios de

Filología Hispánica

en la Universidad de Sevilla, se está preparando las oposiciones para ser profesora de Lengua y Literatura. Son en junio y será la primera vez que se presente a las pruebas.
Tiene muy claro cómo serán sus clases. «No entiendo la enseñanza de la literatura como memorizar fechas, autores y obras, sino que es necesario partir del texto, estudiarlo y encontrar las relaciones que existen con los adolescentes de hoy en día para atraerlos a la literatura, esa magnífica expresión de sentimientos y belleza».
Lo suyo es una

«vocación auténtica»

por la enseñanza y quiere -en el futuro- transmitirle a sus alumnos la misma «pasión» que ella siente por la literatura, lo mismo que hizo su madre -filóloga- con ella. «Nos llevaba al jardín del bloque a mi hermano y a mí, y nos contaba cuentos tradicionales, orientales y también nos leía pasajes de

La Ilíada

y la

Odisea

. Me llamaba muchísimo la atención esa

capacidad hipnótica

e intenté imitar esa habilidad y ese poder de conectar con el otro y de tender puentes» a través de los relatos y la literatura.
Y así empezó a escribir.

Con 12 años

, ganó su primer concurso literario en el instituto. «Soy tremendamente tímida y de niña me costaba mucho trabajo expresarme, no solo oralmente y sino también por escrito». Aquel primer galardón le doy el empujón necesario para escribir y presentarse a más certámenes hasta lograr las 49 distinciones que tiene actualmente. «Los premios me han ayudado mucho en mi carrera, aunque todavía

estoy empezando

. Le tengo que dar las gracias a toda la gente que confió en mí, siendo una desconocida».
Con 18 años, publicó su primer libro,

Caleidoscopio

, en el que hay relatos que escribió con tan sólo 12 años. «Ahora, los miro con una mezcla de

ternura y un poco de vergüencilla

porque en algunos textos se ve ese estilo más adolescente, que poco a poco se va perfilando porque esto es un trabajo de toda una vida; todo se puede mejorar».
En 2018, publicó

De Homero y otros dioses

, casi como un acto de rebeldía contra la sociedad actual en la que priman

las «tecnologías y la rapidez

, que no nos dejan casi ni un minuto para el pensamiento. Hay tantas distracciones, bellezas fáciles, imágenes y vídeos que nos producen un grandísimo placer, pero perjudican a otras disciplinas, como las artísticas, para las que se requiere un mayor esfuerzo».

Los clásicos

Como contraste, se adentró en los clásicos y

el mundo grecolatino

que «tantas alegrías me ha dado». Si hay adolescentes que leen su segundo libro, «me gustaría transmitirles la enorme felicidad que me ha dado la mitología clásica, donde están todos los conflictos del ser humano. Y siguen siendo actuales».
En su primer libro, optó por temas sociales como la inmigración, las enfermedades mentales y distintos tipos de violencia. «Las opresiones físicas o psicológicas me interesan mucho porque la literatura es

una forma de compasión y piedad

, en el sentido etimológico de la palabra, de conectar con el otro y darle voz a esa persona que siento que no la tiene, pero merece poder expresarse y que el mundo conozca lo que tiene que decir».
– ¿Entiende la escritura sin compromiso social?
– La palabra compromiso puede entenderse de muchas maneras; en mi caso, no hablo de ninguna filiación ideológica, sino de

conectar con el ser humano

, sus conflictos y sus dudas. Un compromiso con la sensibilidad humana.
Un compromiso alejado por completo de la política y los políticos. Están «bastante alejados de lo que intento hacer en el ámbito literario. Sí me gustaría que tuvieran ambiciones más nobles relacionadas con el pueblo.
Esta escritora daría «todo» por poder dedicarse a sus «pasiones» -la literatura,

los viajes, la danza clásica y el piano

-, compartirlo con su familia y amigos y que hubiera lectores que se interesaran por su obra. «Eso sería una felicidad inmensa».

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