Imágenes y sonidos es la sección de WARP en la que exploramos el vínculo entre lo visual y la música a través de análisis, anécdotas y datos. En esta entrega: hablaremos de Les Toreadors el himno que musicaliza la euforia de los pilotos en el podio de la F1.
Más allá de la “musicalidad” natural de la F1 que nos lleva a través de unos pistones subiendo y bajando frenéticamente, escapes resoplando, o de los agudos chillidos de los neumáticos bloqueados en plena frenada, la máxima competencia del automovilismo tiene todo un repertorio musical propiamente dicho digno de mencionarse a través de los himnos nacionales y algunas otras piezas, tal como la que se utiliza en el ritual de premiación.
Desde que se televisó por primera vez en 1978, las carreras de Fórmula Uno se han convertido en sinónimo del pegadizo riff de bajo del outro de “The Chain” de Fleetwood Mac, de su álbum de 1977, ganador de múltiples premios, Rumours.
Así que después de las bellas ejecuciones de los tres himnos nacionales de los pilotos que hayan logrado el ansiado podio, dentro del ritual de premiación vayamos al momento en el que los himnos cesan, y a los pilotos se les da el champagne en el podio. El momento cumbre en el que la euforia lo es todo, la megafonía de los circuitos hace uso de una música muy viva y dinámica. Se trata de Les Toreadors o también conocida como “La Marcha de los Toreadores”, en su versión orquestal, de la ópera “Carmen” del francés Georges Bizet.
[embedded content]
Les Toreadors es una pasaje de Carmen, una ópera dramática en cuatro actos con música del ya mencionado Georges Bizet y libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, basado en la novela homónima de Prosper Mérimée. La obra se ha convertido desde entonces en una de las óperas más populares y representadas con mayor frecuencia en el canon clásico; la “Habanera” del primer acto y la “Canción del toreador” del segundo se encuentran entre las arias de ópera más conocidas.
Una composición ambientada en Sevilla, y que tiene entre sus protagonistas a un torero, Escamillo. Se trata de una ópera llena de momentos musicales hermosos, pero que curiosamente no tuvo una buena recepción en su estreno en 1875, sino que el éxito de la ópera vino tras la muerte de Bizet. Pues bien, esta marcha, con su letra, describe toda la cuadrilla que componen toreros, banderilleros, picadores y demás participantes en las corridas de toros, describiendo el paseíllo antes del inicio del espectáculo, destacando desde luego su arrojo y valentía.
[embedded content]
Arrojo y valentía que sin duda también se refleja en los pilotos de la F1, y no podría ser más acertada la manera de acabar el espectáculo que supone un Gran Premio. Ha sido tal el éxito de la obertura en las transmisiones televisivas de Fórmula 1 que ahora no sólo se utiliza en la categoría reina del automovilismo, sino también en otras competencias del deporte motor, como el Campeonato Mundial de Rally en sus distintas paradas en el año.
Si bien se puede rastrear como una decisión de Bernie Ecclestone, se han derivado diversas teorías para establecer dicha pieza como sinónimo de celebración en la Fórmula 1. Una de las más difundidas es el juego de palabras que implica la palabra “Carmen” (Car men, hombres de coches).
En contexto, para la mitad de los años 90, la Formula 1 probó con distintas canciones populares tal como The Final Countdown de Europe o de música llamada académica como el Cuarto Movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven. Sin embargo, desde los años noventa hasta la fecha Les Toreadors ha sido la pieza ideal para celebrar a los pilotos del podio.
#Expresion-Sonora.com #Sonora
Tomado de https://warp.la/
Más historias
“Sparks” de Coldplay debuta en el Top100 de Billboard 25 años después de su lanzamiento
Feliciano Peña, artista mexicano que dignificó el paisaje sin distorsión
Tapañol: 17-18/9/25 tema: Noche