Los seres humanos hacemos Historia a través de nuestras ideas y acciones. Día a día, en medio de coyunturas tanto nacionales como internacionales, se definen marcos de actuación para responder al momento histórico que nos toca transitar. Existen decisiones políticas que, si no parten de una crítica sólida al capitalismo –en sus dimensiones económica y cultural– pueden generar consecuencias graves para nuestro porvenir, el de nuestra especie y de todas aquellas con las que compartimos el planeta.
En este artículo propongo tres ideas esenciales para comprender el presente y aportar elementos que nos ayuden a enfrentar algunos de los dilemas más complejos de nuestra época.
En primer lugar, es indispensable recuperar la historia reciente de América Latina, que en el siglo XXI ha sido escenario de debates internacionales en torno a tres procesos fundamentales:
- La plurinacionalidad, entendida como el reconocimiento de la diversidad cultural que habita nuestros territorios y que exige el derecho a la autodeterminación para narrar el pasado y proyectar el futuro desde sus propias lenguas, cosmovisiones y formas de organización.
- La socialización de la riqueza colectiva, que impulsó la creación de empresas estatales tras décadas de políticas neoliberales y proimperialistas, responsables de privatizar y con ello transferir los medios de producción a élites locales y corporaciones extranjeras, acentuando la desigualdad y la concentración del capital.
- La recuperación de la soberanía, concebida como condición necesaria para imaginar y construir modelos alternativos de Estado y sociedad.
Estos ejes han producido transformaciones significativas en países como México, Bolivia, Venezuela, Argentina y Ecuador, y constituyen referencias clave para pensar el cambio estructural en la región.
El segundo aspecto a considerar es la crítica a la geopolítica contemporánea, imprescindible para comprender el peso de los proyectos nacionales en un escenario internacional marcado por disputas hegemónicas. Las fronteras y alianzas se redefinen según el sistema de poder al que se responde: ya sea la hegemonía estadunidense o un orden multipolar protagonizado por potencias como China y Rusia.
En este contexto, cada región establece vínculos económicos estratégicos según su visión del mundo: mientras el bloque de los BRICS propone un esquema multilateral, otras potencias –como Estados Unidos, bajo el mandato de Donald Trump– adoptan políticas proteccionistas y sanciones comerciales dirigidas a frenar el avance de las economías emergentes.
Uno de los desafíos centrales en esta disputa global es la construcción de un sistema financiero alternativo que no dependa exclusivamente del dólar como moneda de intercambio. Este objetivo representa un pilar de las nuevas resistencias al orden económico dominante.
El tercer eje es la urgente estrategia antibélica, indispensable frente a la violencia estructural que descompone nuestras sociedades: redes de crimen organizado, corrupción en las élites políticas y guerras planificadas para apropiarse de recursos naturales en territorios sin capacidad de defensa frente al poderío militar de grandes potencias.
Millones de personas se ven atrapadas en sistemas de despojo impulsados por la industria armamentista. Lo que ocurre actualmente en Palestina es un ejemplo brutal de esta lógica, sostenida por la alianza entre Estados Unidos e Israel, en defensa de un modelo de dominación global que se presenta como inevitable.
Hoy, más que nunca, necesitamos pensar la Historia no como un relato cerrado, sino como horizonte de posibilidad. Recuperar nuestras memorias de resistencia, nuestras revoluciones y luchas, constituye una estrategia vital de pensamiento y acción. Frente al capitalismo, no basta con la denuncia: es necesario activar las alternativas que ya existen, que se han demostrado viables y que encarnan las urgencias transformadoras del siglo XXI.
Marcela Román*
*Licenciada en historia, maestra y doctora en estudios latinoamericanos por la UNAM. Ha participado como analista en diversos medios de información nacionales y extranjeros, además de crear el podcast de entrevistas “Casa de Brujas”. Actualmente analiza la construcción de poder geopolítico con base en los discursos que se difunden en diversos espacios de información.
Tomado de https://contralinea.com.mx/feed/
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