En un incidente sorprendente en Evansville, Indiana, las autoridades detuvieron a un hombre que tenía escondida una pistola y drogas escondidos en su recto.
Christopher Boyd, un exconvicto de 32 años con un historial delictivo significativo, fue detenido el pasado lunes durante una parada de tráfico rutinaria. Aunque el conductor y otro pasajero fueron liberados sin cargos, Boyd atrajo la atención de las fuerzas del orden, según informó Fox News Digital.
Durante el registro de Boyd, la policía encontró una pequeña bolsa de pastillas en su calcetín derecho, alegando el detenido que eran Percocets recetados por su “tía Trish” para aliviar el dolor de una lesión en la columna vertebral.
Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando, durante una inspección más detallada, se detectó un “objeto grande” en la región de la ingle de Boyd mediante un escáner corporal.
Condenas previas
La sorpresa aumentó cuando, durante un registro al desnudo en la cárcel del condado, se descubrieron dos bolsas de marihuana escondidas cerca del escroto de Boyd, una sustancia que sigue siendo ilegal en Indiana.
La situación alcanzó su punto culminante cuando el detenido, de manera tensa, se negó a obedecer y se reveló que el objeto en su recto era nada menos que una pistola Smith & Wesson Bodyguard, un arma de fuego que, según el informe, el convicto no debería poseer debido a su historial delictivo y a una orden de protección activa en su contra.
Boyd tenía un largo historial delictivo en Chicago, Illinois, con condenas previas por intento de asesinato en 2011 y robo y agresión doméstica en 2018, según Fox News.
Interrogantes abiertas
Este incidente plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas restrictivas para individuos con antecedentes penales, especialmente cuando se trata de armas de fuego. La capacidad de Boyd para ocultar una pistola en su cuerpo, a pesar de las restricciones legales, destaca la necesidad de revisar y fortalecer los protocolos de seguridad y detección en los procedimientos policiales.
El caso también resalta la complejidad de abordar el tráfico de drogas, ya que la marihuana, aunque legal en algunos lugares, sigue siendo objeto de prohibición en Indiana. La intersección de armas de fuego y drogas ilegales en manos de individuos con antecedentes penales plantea desafíos significativos para las fuerzas del orden.
Christopher Boyd ahora enfrenta una serie de cargos graves relacionados con drogas, armas y tráfico.
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