septiembre 15, 2025
Han Kang: describir lo indescriptible 

Han Kang: describir lo indescriptible 

“Las grandes obras literarias surgen para mostrar lo imposible, aquello que, sin la literatura, no podríamos ver. Es el caso de Han Kang y su extraordinaria novela, La vegetariana, que narra la historia de dos amantes vegetales, metáfora de los mundos...Tomado de https://morfemacero.com/

El laberinto del mundo

José Antonio Lugo

I. Brevísima reflexión sobre los Premios Nobel

La lista de los que no han ganado tiene 7, que son una vergüenza para la institución que otorga el premio: Tolstoi, Joyce, Proust, Nabokov, Musil, Kafka y Pessoa. Yo agregaría otros cuatro: Durrell, Yourcenar, Bulgakov y Borges. Los once, imprescindibles. 

    El Premio Nobel sirve para consagrar a los ya consagrados: Mann, Gabo, Canetti. Lo más importante, sin embargo, es el descubrimiento de nuevos autores en lenguas comunes o en idiomas casi inasequibles y darlos a conocer al público de lectores en todo el mundo. Es el caso de Han Kang. Le damos la bienvenida a ella y al coreano como idioma ganador del Premio Nobel de Literatura.

II. Actos humanos

Novela del horror, cuenta la historia de la masacre de Gwangju -el Tlaltelolco de Corea del Sur-, en episodios: dos en 1980, uno en 1985, otro en 1990, los que siguen en 2002, 2010 y 2013. A través de la evolución de los personajes, Han Kang describe el horror y sus secuencias, las heridas que no se cierran y se transmiten de generación en generación. Buena novela. He leído muchas similares, con otros horrores, en otros tiempos y espacios geográficos.

III. La clase de griego

Narra la historia de una mujer que entró a estudiar griego porque se quedó sin habla desde que perdió a su madre y desde su divorcio. No es que tenga un problema en las cuerdas vocales; simplemente, no puede articular palabra y siente que quizás lo pueda hacer desde una lengua muerta (como la suya). El profesor se está quedando sordo. Se establece una relación entre dos marginados por la vida. Estupenda novela. Me recordó La balada del café triste y El corazón es un cazador solitario, ambas de Carson McCullers. En el primer caso, la gigante y el enano; en el segundo, la niña/adolescente y el negro sordomudo. Hay muchas historias similares.

III. La vegetariana

Me deslumbró. 

   La protagonista, que comía carne, sueña una noche con pedazos de carne sanguinolenta que escurren en un tendedero y decide no volver a ingerir proteína animal. Su negativa a ser como los demás le trae conflictos con su marido y con su padre, que un día le introduce violentamente un pedazo de carne de cerdo agridulce en la boca. Ella vomita, toma un cuchillo y se corta la muñeca con un cuchillo. El cuñado, experto en primeros auxilios le aplica un torniquete, la carga y la lleva a un hospital, donde le salvan la vida. 

   Este cuñado es videoasta y está obsesionado por la mancha mongólica que la protagonista tiene en un glúteo. Le propone filmarla desnuda y pintar sobre su cuerpo flores. En su psique atormentada, Yeonghye se ha ido transformando de animal en planta. Acepta excitada. Cuando él la ve desnuda y ve la mancha, el narrador -que es él en esta segunda parte de la novela- afirma: «Era semejante a un ligero moretón y de una leve tonalidad verde, pero era una mancha mongólica sin lugar a dudas. Le evocaba una huella de tiempos primigenios, de tiempos anteriores al comienzo de la evolución o al proceso de fotosíntesis  que realizan las plantas. Es extraño, pero no tenía nada que ver con una sensación erótica y mucho con algo vegetal».

   La filma. Luego, en otra sesión, él se pinta motivos vegetales en su cuerpo y deja la cámara grabando mientras hacen el amor. Ya no son dos seres animales, han ingresado al reino vegetal.

   «Todo resultó perfecto, tal como lo había planeado. Sobre la mancha mongólica de ella, su flor roja se había movido rítmicamente, cerrándose y abriéndose. Semejante a un enorme estambre, su pene había entrado y salido del cuerpo de ella. Lo recorrió un escalofrío. Había sido la espuluznante unión de las más abominables y más hermosas imágenes a la vez. Cada vez que cerraba los ojos, le parecía ver el pegajoso líquido vegetal verde de sus sueños que le mojaba la entrepierna, el vientre y los muslos. En la última posición, él se puso boca arriba y ella subió encima. Otra vez ajustó la cámara para que tomara su mancha mongólica. – ‘Que sea eterno, que no termine nunca». 

   Son descubiertos. Ella va a dar al manicomio y él es acusado de perversión por aprovecharse de una loca. Nadie entiende nada (como siempre).

   Más allá de los temas feministas y ecológicos implícitos, La vegeteriana nos habla de cómo la diferencia es atacada, violentada, suprimida. No importa a qué diga uno «no»: familia, sociedad, instituciones, se ocuparán de callar esa voz. 

IV. Lo imposible

Bataille tiene una novela con ese nombre. Musil afirmaba «el absoluto no puede conservarse». García Ponce escribió un ensayo sobre Proust titulado «Imposibilidad del amor, posibliidad de la novela». Las grandes obras literarias surgen para mostrar lo imposible, aquello que, sin la literatura, no podríamos ver. Es el caso de Han Kang y su extraordinaria novela, que narra la historia de dos amantes vegetales, metáfora de los mundos interiores que puede encerrar el amor. Metáfora también de la soledad que implica descender a esos mundos interiores. 

Tomado de https://morfemacero.com/