Grabado pepiteado: la talla en vidrio mexicana con raíces mediterráneas

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Desde hace siglos, la talla en el vidrio ha sido un tipo de trabajo artesanal practicado por diferentes pueblos del mundo. Tanto en el mundo Mediterráneo antiguo así como la China imperial, los objetos de vidrio decorados con estos «relieves» han sido muy apreciados. México no es ajeno a este arte decorativo; de hecho, en nuestro país surgió una técnica de tallado del vidrio única y reconocida por su belleza: el grabado pepiteado.

La talla en vidrio en la historia

La talla en vidrio es una forma de trabajo artesanal que tiene un rico trasfondo histórico. Consiste esencialmente en utilizar algún objeto o sustancia que genere una abrasión sobre la superficie del vidrio a fin de dibujar una figura sobre él. Sus raíces más remotas se ubican en el mundo Mediterráneo, concretamente en el antiguo Egipto. También en la Grecia clásica elaboraron objetos de vidrio con escarificado. Por supuesto, no debemos olvidar que en la China imperial de igual modo estaban presentes distintas piezas de vidrio con tallados.

Para el siglo XIX, en Francia y República Checa surgieron técnicas modernas que se ajustaron muy bien no solo al trabajo de los artesanos, sino también a la de una incipiente industria de alta demanda. Es así que los objetos de vidrio tallado, de pasar de ser artículos de lujo, empezaron a aparecer en hogares de diferentes clases sociales.

El vidrio tallado en México y el grabado pepiteado

La talla en vidrio fue introducida en México durante la época virreinal. Existen bellas piezas que datan precisamente de aquellos siglos. De hecho, se tiene registro del nombre del primer maestro artesano en esta técnica en la Nueva España: Rodrigo Espinosa, quien era peninsular; su trabajo se volvió prolífico en la ciudad de Puebla en el siglo XVI.

Fue en el tenor del empleo de la piedra de óxido de aluminio en la vidriería que se descubrió el grabado pepiteado. En los talleres, en el proceso de pulir y hacer homogénea la superficie de los objetos de vidrio se usaba dicho mineral. Sin embargo, pronto los artesanos advirtieron que el óxido de aluminio podía emplearse también para dibujar sobre los vidrios. Fue así que se adoptó de forma amplia esta técnica.

El nombre de grabado pepiteado («en pepita»o «cristal de pepita»), se debe a la semejanza que tienen las series de puntos que son punzados, usando el óxido de aluminio, con las semillas de la calabaza. Después de trazar sobre los objetos de vidrio los respectivos diseños (los cuales a veces ya se tienen dibujados en papel), se suele aplicar una capa de barniz para sellar y resaltar las figuras de la pieza.

Actualidad y belleza del grabado pepiteado

El grabado pepiteado se convirtió en la técnica de talla en vidrio mexicana por excelencia. Hacia los años sesenta del siglo XX tuvo una enorme popularidad ya que fueron solicitadas infinidad de piezas. Y es que los objetos que están decorados con estos grabados suelen tener motivos vegetales y animales. La delicadeza de las figuras y la complejidad que tiene su trazo hacen de estos elementos auténticos tesoros de las artes tradicionales.

Aunque su demanda se redujo considerablemente, los talleres siguen vivos y realizando trabajos para empresas de tequila, mezcales así como pedidos especiales. La rareza y belleza del grabado pepiteado ha hecho que las piezas con esta técnica sean albergadas en diferentes museos del mundo. Nombres de maestros en esta labor, como los de David y José Cruz Guillén, son ampliamente reconocidos en México y todo el mundo.

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Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/