El referente de la izquierda latinoamericana, Pablo González Casanova, falleció a los 101 años de edad. Su formación inicial fue como sociólogo, pero posteriormente se desenvolvió como politólogo, historiador, académico y funcionario universitario.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el gremio académico mexicano en general se encuentra de luto por el fallecimiento de Pablo González Casanova, quien fuera su rector de la UNAM entre los años 1970 y 1972. González Casanova murió a los 101 años de edad en la Ciudad de México, según informaron diversas fuentes periodísticas.
De acuerdo con la información proporcionada por El País, González Casanova falleció las 10:00 de la mañana en su casa en la Ciudad de México, rodeado de su familia. Por su parte, El Financiero señala que su deceso fue confirmado por la UNAM, institución en la que González Casanova fue un referente por su pensamiento crítico y su lucha por la defensa de los derechos humanos.
González Casanova nació en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1922. Estudió sociología en la UNAM y posteriormente obtuvo un doctorado en la Universidad de París. A lo largo de su carrera, fue un defensor de la educación pública, la soberanía nacional y los derechos de los pueblos indígenas.
En 1973, González Casanova fue elegido rector de la UNAM, cargo que desempeñó hasta 1977. Durante su mandato, la universidad se convirtió en un espacio de debate y crítica hacia el gobierno de la época, lo que le valió la persecución política por parte del gobierno mexicano.
A lo largo de su vida, González Casanova fue autor de diversos libros y artículos, entre los que destacan «La democracia en México», «América Latina: historia de medio siglo» y «La crisis de México». Además, fue miembro fundador de la revista «Plural», publicación que se convirtió en un espacio de reflexión y análisis crítico sobre la política y la sociedad mexicana.
La muerte de Pablo González Casanova ha sido lamentada por distintos sectores de la sociedad mexicana, quienes han reconocido su contribución a la lucha por la justicia social y la defensa de los derechos humanos.
«Mi más profundo pésame a familiares y amigos de don Pablo González Casanova, gran maestro de las ciencias sociales y defensor de la justicia y de la soberanía de los pueblos y naciones.», señaló el presidente de la República, quien también lamentó el deceso del académico y político mexicano en sus redes sociales.
Durante su vida, González Casanova se caracterizó por su compromiso con la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y su lucha contra la opresión de los grupos vulnerables. Fue un crítico implacable de las políticas neoliberales y las desigualdades que se generan en el sistema económico mundial.
Para González Casanova, la protección de los derechos de los pueblos indígenas era fundamental en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. En este sentido, dedicó gran parte de su vida a la investigación y el análisis de las dinámicas sociales y económicas que afectan a estos grupos en todo el mundo.
Su trabajo en esta área fue fundamental para visibilizar las luchas de los pueblos indígenas y su defensa por el reconocimiento de sus derechos. Asimismo, su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la justicia social, lo llevó a ser reconocido a nivel internacional como un referente en la lucha por la equidad y la justicia.
Además de su destacada labor como académico y político, González Casanova también participó en diversos movimientos sociales y estudiantiles en México y América Latina. Fue un defensor de la educación pública y la defensa de los derechos humanos, y luchó incansablemente contra la corrupción y la impunidad en México.
Fue el creador de un sistema educativo de nivel medio superior que formó ciudadanos críticos contra el neoliberalismo y que ofrecía una alternativa a las preparatorias tradicionales ya existentes. Los Colegios de Ciencias y Humanidades, fundados por González Casanova, ofrecen un modelo educativo basado en el constructivismo, en contraposición al conductismo. Este modelo, que hoy en día se conoce como aula invertida, plantea al alumno como protagonista del aprendizaje y fomenta el pensamiento crítico y la creatividad.
La noticia de su fallecimiento ha causado conmoción en el ámbito académico y político mexicano, y personalidades de la cultura, la academia y la política han expresado sus condolencias a través de redes sociales y medios de comunicación.
La UNAM, institución en la que González Casanova fue una figura destacada, también emitió un comunicado lamentando su fallecimiento y destacando su aportación al pensamiento crítico y a la lucha por los derechos humanos.
En su labor como asesor del EZLN, González Casanova trabajó en estrecha colaboración con el Subcomandante Marcos y otros líderes del movimiento, brindando asesoría y apoyo en temas relacionados con la lucha indígena y la construcción de alternativas al sistema político y económico actual.
Su trabajo en este ámbito fue fundamental para visibilizar las luchas y demandas del EZLN a nivel nacional e internacional, y para promover el diálogo y la reflexión en torno a los desafíos que enfrentan los pueblos indígenas en todo el mundo.
El legado de Pablo González Casanova quedará como un referente para las futuras generaciones de académicos y políticos, que buscarán seguir su ejemplo en la lucha por una sociedad más justa y equitativa.
La muerte de Pablo González Casanova es una pérdida significativa para México y para toda América Latina. Su trayectoria como académico, defensor de los derechos humanos y militante del EZLN lo convierten en un referente de la izquierda latinoamericana. Su legado y compromiso con la justicia social seguirán siendo recordados y su trabajo continuará inspirando a todos aquellos que buscan construir un mundo más digno y humano.
Tomado de http://Notaantrpologica.com/
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