Uno de los alimentos más ricos y nutritivos que tenemos en nuestra alacena pero que no todos consumimos, son las sardinas enlatadas. Este alimento se caracteriza por ser muy económico, de fácil almacenamiento, amplia caducidad y para muchos, de buen sabor.
Usualmente es un producto importante de los alimentos de emergencia junto con los atunes, pues no requiere de refrigeración, no se contamina fácilmente y puede transportarse de manera sencilla, además es una importante fuente de proteínas beneficios más para nuestra salud que debemos conocer para realmente valorar su aporte nutricional.
Hoy te compartimos la postura que tiene la ciencia sobre este producto y los beneficios que los científicos han encontrado para nuestra salud, con esto podrás tomar decisiones más inteligentes sobre si consumir o no las sardinas enlatadas.
Sardinas en lata: ¿Aliadas o enemigas de la salud?
Las sardinas son una excelente alternativa a la carne roja puers son icas en proteínas, hierro, zinc, vitamina B12 y omega-3. Son bajas en emisiones de carbono, son recomendables para la salud cardiovascular y la prevención de enfermedades.
Las sardinas en lata: Contienen más omega-3 que las frescas, son prácticas y accesibles, no tienen fecha de caducidad próxima. Sin embargo, también presentan algunas desventajas, como los que se mencionan a continuación:
-Tienen mayor contenido de calorías y grasa debido al aceite de conservación.
-Elevado contenido de sal (en algunas marcas), perjudicial para la tensión arterial y la retención de líquidos.
Como puedes ver, las sardinas en lata son una buena opción para una dieta saludable, pero no se recomienda su consumo diario. Es importante moderar su ingesta y alternarlas con otras fuentes de proteínas. Al comprar sardinas en lata, busca marcas que no usen BPA en el revestimiento de las latas.
¿Cuáles son los beneficios para la salud de las sardinas enlatadas?
En un estudio realizado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona descubrió que incluir semanalmente en la dieta una lata de sardinas, especialmente las conservadas en aceite de oliva, tiene beneficios para la salud.
En otro estudio publicado en la prestidiosa revista científica Clinical Nutrition, los participantes que incluyeron sardinas en su dieta redujeron el riesgo de padecer diabetes tipo 2, mostraron una mejora en el control del peso corporal, mediante el cálculo del índice de masa corporal aumentaron el colesterol bueno y redujeron los triglicéridos y presión arterial.
La sardinas pueden disminuir el riesgo de cáncer de colon
Sumado a lo anterior, en otro estudio que fue publicado en la revista International Journal of Cancer, los investigadores realizaron un experimento importante para evaluar el potencial protector que tienen los pescados en conserva (sardinas, atún, caballa en aceite de oliva). Encontraron que el consumo equilibrado de estos alimentos reduce hasta un 23% del riesgo de padecer cáncer colorrectal, lo cual es muy bueno. El efecto benéfico de los pescados en conserva se centra en su contenido alto de Omega 3 (un ácido graso saludable), la cual es la sustancia que tiene el factor protector frente al CC. Así mismo, se describió que el aceite de oliva que contienen algunas de estas conservas, se suma a este efecto benéfico.
Tomado de http://enseddeciencia.com/feed
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