La ecología y la perspectiva del cuidado del medio ambiente puede afectar a todas las áreas de nuestra vida tradicional. Después de todo, no existe un planeta B. Por eso, es deber de todos estar pendiente de cada cosa que podamos hacer para que nuestro paso por la Tierra deje la mejor huella posible.
Si cada vez prestamos más atención al momento de hacer la compra, al alimentarnos o al viajar, es momento de hacerlo también a la hora de elegir como construir nuestro hogar. Es posible buscar la sostenibilidad también en el área de construcción y arquitectura. De allí nace la bioconstrucción.
La bioconstrucción se trata del proceso de edificación primando el uso de materiales que tengan un bajo impacto ambiental. Esto se puede lograr utilizando productos cuya explotación sea simple y no suponga técnicas muy agresivas para el medioambiente ni para las personas, y también utilizando elementos o materiales reciclados y reciclables: Desde piedras, cerámicas, barros, maderas y paja.
El superadobe como material de construcción.
La técnica del superadobe fue inventada por Nader Khalili, un arquitecto iraní adoptado en California. Consiste en el empleo de la tierra seca, para crear las construcciones y utiliza tres elementos primordiales para crear espacios de vida flexible: tierra-cemento, bolsas tubulares y alambre de púas.
Además de su bajo costo, lo más importante es que tiene un bajo impacto ambiental, por lo que es una solución completa para construcciones en lugares de bajos recursos. Una construcción con este método es monolítica, se elimina la fricción entre elementos estructurales y no estructurales, y posibilita crear espacios orgánicos y flexibles en la tierra.
Una casa rentable y resistente a terremotos e inundaciones.
La casa Vergara es un proyecto particular y pionero en Colombia. Tiene forma de cúpula y ha sido construida con el sistema bioconstructivo del superadobe. Se encuentra ubicada en Bogotá y fue creada en el 2011 por el arquitecto colombiano José Andrés Vallejo, utilizando tierra local. El objetivo era crear una residencia naturalmente fresca con bajo impacto ambiental.
Es una vivienda que combina el superadobe como sistema constructivo y un diseño contemporáneo. El resultado es una casa sustentable, con un acabado de hormigón, super rentable y hasta resistente a terremotos e inundaciones. Su forma orgánica se logró al apilar las bolsas tubulares llenas de tierra, propias de la técnica del superadobe.
Para la parte exterior se utilizó un marco de madera que permitió darle esa forma de cúpula, ayudándose de bolsas de diferentes tamaños. También cuenta con una habitación rectangular adyacente. Bolsas que se cubrieron por dentro y por fuera con una mezcla de cemento, con el fin de sellarlas y protegerlas de la humedad.
Las habitaciones terminan con vigas expuestas de madera sostenible, y también tienen tragaluces que proporcionan una iluminación natural. La estructura completa simula una casa moderna, siendo una vivienda sostenible que se puede personalizar a gusto.
Lo mejor de la casa Vergara es que reduce al máximo el empleo de materiales industriales que requieren altas dosis de energía como el ladrillo cocido, el cemento y el acero corrugado. El costo por m2 de esta opción es muy inferior al costo de los sistemas de construcción tradicionales, lo que la convierte en una excelente alternativa para construir viviendas con altas prestaciones bioclimáticas y con una alta calidad espacial.
Tomado de https://portal-ambiental.com/
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