noviembre 2, 2025
Entre flores, ánimas y catrinas, CDMX marcha con sus fieles difuntos

Entre flores, ánimas y catrinas, CDMX marcha con sus fieles difuntos

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El olor a copal se mezcló con el humo de colores y el murmullo de miles de voces que, desde temprano, se arremolinaron este sábado 1 de noviembre a lo largo de Paseo de la Reforma, que volvió a vestirse de fiesta y color para dar paso al Gran Desfile de Día de Muertos 2025; un viaje ritual entre la vida y la muerte, entre el mito y el presente.

Desde el templete instalado en la Puerta de los Leones, pasadas las 2 de la tarde, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, inauguró la procesión, recordando que “la muerte no es ausencia, sino memoria viva”.

Hoy recibimos a nuestras ánimas con los brazos abiertos. Celebramos a los que ya no están, porque siguen entre nosotros”, dijo Brugada, coronada con una flores coloridas y ante una multitud que respondió con aplausos entre el copal encendido.

Al toque de una caracola, un espejo imaginario de agua se abrió paso, de él emergieron diosas del Mictlán con cuerpos de obsidiana, guerreros, sacerdotisas y serpientes emplumadas que custodiaban el tránsito.

Las flores de cempasúchil marcaban el paso de los tambores del carro alegórico inaugural “Corazón de Tenochtitlán 700 años”, hecho por el taller El Volador, que rindió tributo a los orígenes mexicas.

Dos figuras de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, flanqueaban un águila sobre el nopal, mientras al fondo se alzaba el Huey Teocalli.

Era un recordatorio de que la ciudad, fundada sobre un lago, sigue viva, celebrando entre ruinas y modernas edificaciones.

Colorida participación

El desfile, que reunió a más de un millón 450 mil personas, integró a más de ocho mil participantes y 50 comparsas.

Mientras catrinas, catrines, calaveras gigantes, hechas de cartonería, avanzaban sobre Reforma, entre los contingentes más aplaudidos estuvieron los talleres de las Utopías, FAROS y PILARES, además de colectivos de Puebla, Oaxaca, Campeche y hasta de la embajada de Tailandia, que convirtieron el arte comunitario en una fiesta de movimiento y color.

A lo largo de la ruta, las batucadas se cruzaban con bandas de guerra; murciélagos gigantes diseñados por artistas visuales daban sombra a participantes vestidos de charros con caras pintada de catrinas y las mariposas monarca gigantes que revoloteaban al ritmo del tambor.

En la banqueta de Reforma, menores de edad imitaban los pasos, maquillados de calaveras, mientras turistas nacionales y extranjeros, entre coreanos, tailandeses, alemanes, españoles, estadounidenses, canadienses y centro y sudamericanos, grababan asombrados con sus celulares el desfile.

Admiro la relación que tienen los mexicanos con la muerte. Es una manera de celebrar el amor, de mantener viva la conexión con quienes ya no están”, contó Yuli López, turista canadiense que se maquillaba de catrina frente a la Diana Cazadora.

Homenaje a Ximena y Pepe

En otro punto del recorrido, Andrés Santiago, de 8 años de edad, habitante de la alcaldía Miguel Hidalgo, mostraba un montón de dulces con orgullo.

Este año sí dieron más, casi los otros no” dijo riendo, al referirse a varios carros alegóricos cuyos integrantes aventaron dulces para “darles su calaverita” a los asistentes,mientras seguían su camino hacia el Centro Histórico.

Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje a Ximena Guzmán y José “Pepe” Muñoz, dos colaboradores de Clara Brugada, asesinados en mayo pasado.

Utopía es el aleteo de una mariposa”, se escuchaba decir a la narradora del desfile. Mientras personas caracterizadas de mariposas naranjas formaron los rostros de Ximena y Pepe y en el sonido ambiente retumbaba “La Llorona”.

Paquita y Tongolele hicieron aparición

A la altura del Ángel de la Independencia, el público rompió en aplausos al ver aparecer la figura monumental de Paquita la del Barrio, con su vestido de lentejuelas brillando bajo el sol.

¿Me estás oyendo, inútil?”, tronó su voz desde los altavoces, la multitud respondió entre risas y ovaciones. Minutos después, Tongolele reapareció en un carro alegórico dorado, envuelta en plumas y velas, ofreciendo su “último baile” entre cabaret y altar.

Pese a que hasta dos semanas antes de la realización se desconocía qué empresa estaría a cargo de la logística —la licitación no se hizo pública—, el Gran Desfile de Día de Muertos, surgido en 2016 impulsado por la película de James Bond Spectre, se realizó bajo la coordinación de la Secretaría de Cultura capitalina, los asistentes coincidieron en que esta edición mostró mayor interacción e innovación con el público.

Esto cada año está mejor; este año estuvo más grande que el pasado, lo que más me gusta es las catrinas y creo que ahora se esmeraron”, dijo Guadalupe, vecina de la alcaldía Gustavo A. Madero

Afirmó que salió desde temprano de su casa, para llegar a paseo de la Reforma antes de las 10 de la mañana y apartar un buen lugar para disfrutar del desfile, iba acompañada de sus cuatro hijas y dos de sus nietos.

Esto está muy bonito y ahora sí se ve que se organizaron, como que hacen su mejor esfuerzo para que cada año sea mejor y que la gente venga a disfrútalo”, dijo Carolina, habitante de Cuajimalpa.

El desfile estuvo compuesto por nueve bloques temáticos:

  • 700 años
  • El último viaje
  • Faros
  • De México para el mundo
  • Cultura Comunitaria, Utopías, Tradición y Renovación
  • La gran Ciudad de México
  • Contingente del Injuve

Cada grupo representó una forma distinta de celebrar la muerte como continuidad, no como final.

Cerca de las cinco de la tarde, el último contingente, -una procesión de vehículos clásicos cargados de catrinas-, partió rumbo al Zócalo capitalino.

Ahí los esperaba la Ofrenda Monumental con miles de flores de cempasúchil, para cerrar las celebraciones por Día de Muertos, “en una ciudad donde el pasado es presente, donde celebramos la vida y la muerte, con respeto, con arte, con comunidad”, como afirmó la Jefa Gobierno.

*DRR*

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