El laberinto del mundo
José Antonio Lugo
I. Los hermanos
Elías Canetti (1905-1994), el autor de Auto de Fe y de Masa y Poder, Premio Nobel de 1981, tuvo dos hermanos. El primero, Georg (1911-1971) fue un eminente neumólogo, enfermo de tuberculosis (es a él a quien están dirigidas las cartas de él y de Veza). El segundo, Nissim (1909-1997) que cambió su nombre a Jacques cuando se mudó a vivir a París, fue un exitoso empresario musical que fundó en 1947, en el barrio parisino de Clichy el Théàtre de Trois Baudets, donde se presentaron, entre otros –para algunos los «descubrió»– Juliette Greco, Jacques Breel y George Brassens.
II. Los amores.
La más importante, sin duda, fue Venetiana Calderón -Veza- (1897-1963). Elías siempre admiró su «ojo» literario. Quizá no hubiera volado tan alto sin ella. Se casaron en 1934 para mantener el status de «apátridas». Según parece, ya no convivían eróticamente. Veza, mayor que él 8 años, engordó, era depresiva, tenía problemas de corazón y alentó que Canetti tuviera otras amantes, si bien luego las celaba. Las más importantes fueron Anna Mahler, la hija de Alma Mahler (1904-1988) por quien Elías nombró El juego de ojos al tercer tomo de su autobiografía; Friedl Benedickt (1916-1953), quien murió muy joven a causa del linfoma de Hodgking y sobre quien, con razón o por celos, Veza afirma que Elías le escribió sus novelas Let Thy Moon Arise, The Monster y The dreams, esta última publicada por la editorial Cape, que publicó también en inglés la gran novela de Canetti Auto de Fe. Habría que mencionar también a Marie-Louise von Motesiczky (1906-1996), pintora austriaca nacionalizada inglesa, quien pintó un retrato de Elías que está en la Tate Gallery. Y algunas otras mujeres sin pedigrí que –afirmaba Veza– «lo besaban mucho».
La muerte de Veza en 1963, treinta y un años antes que la desaparición física de Elías, fue un golpe devastador. Era generosa y, al mismo tiempo, depresiva, controladora, insidiosa, con una enorme capacidad de odiar (ella misma lo dice). Hablaba mal de Elías con Georg y al mismo tiempo lo alababa, por su talento como escritor y por su calidad humana. La simbiosis con Elías –paranoico, diabético– me queda claro, no debió haber sido fácil para ninguno de los dos. Debería decir, de los tres, dado que Georg también formaba parte de este muégano sentimental. Como dice la propia Veza, en una carta de 1947 a Georg: «Una relación como la de nosotros tres se ha ido consolidando tras largos años de amor, dolores e ironía, miedo, encanto y un poder mágico tan fuerte que nadie puede destruirla y nadie puede entrar en ella». Por cierto, Elías destruyó las cartas que Veza le envió; se conservan sólo unas cuantas.
Ocho años después de su muerte, Canetti se casó en 1971 con Hera Buschor (1933-1988) quien en 1972 le dio una hija, Johanna Canetti, de la que sabemos solamente que actualmente se dedica a la música.
III. Canetti y su novela Auto de fe.
En 1935 salió esta novela, que lo hizo famoso de la noche a la mañana. Elías firmó unos cuantos ejemplares y se los envió a Hermann Broch, Robert Musil, Alban Berg, Fritz Wotruba, Anna Mahler y Thomas Mann. ¡Vaya lista! En la dedicatoria a su madre, escribió: «A mi madre… un ínfimo adelanto de una deuda impagable». Con el apoyo del gran escritor francés Raymond Queneau, la novela fue publicada en francés y recibió el Grand Prix International du Club Français du Livre (en 1949). Sin duda hay mucho de Elías en Peter Kien, el sinólogo; de Georg en Georges Kien, el psiquiatra; mientras que el lado oscuro de Veza nos recuerda a Teresa, insidiosa y conspiradora.
IV. Elías Canetti, Masa y Poder, Heimito von Doderer y Juan García Ponce.
En 1959 Elías Canetti terminó, después de tres décadas, su libro monumental, Masa y Poder. Juan García Ponce me contó cuando era su escribano –poco después de que le dieran el Nobel a Elías– que Canetti fue a ver a Heimito von Doderer –el monumental autor de Los demonios–, le dio su libro y le dijo que había intentado aprehender el espíritu del siglo XX. Heimito le respondió: «¿Ha matado usted a alguien?» Canetti le dijo que no. Von Doderer replicó: «¿Y qué quiere explicar?»
Sea como fuere, en la última carta del libro, dirigida a su hermano Georg (3 de julio de 1959) le dice: «Estoy más que contento. Sé que con este libro he conseguido una especie de inmortalidad, y si me muriese mañana, no habría vivido en vano. En mi fuero interior sé que nadie ha penetrado tan profundamente en el caos de nuestro siglo».
Termino así el análisis del estupendo libro Veza y Elías Canetti, Cartas a Georg: amor, literatura y exilio en tiempos oscuros (1933-1948), publicado por Galaxia Gutenberg en 2021 sobre la edición alemana, libro que arroja nueva luz y mucha información sobre uno de los grandes escritores del siglo XX: el portentoso Elías Canetti. Gracias por haber leído estas entregas, queridos lectores de Morfemacero.
Tomado de https://morfemacero.com/
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