Los mecanismos internacionales de rendición de cuentas están siendo atacados. Hace una semana, EE. UU. sancionó a la Relatora Especial de la ONU, Francesca Albanese, una figura clave en la lucha por la rendición de cuentas en Gaza. Unos días después, el 15 de julio, los tres miembros de la Comisión de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, Navi Pillay, Chris Sidoti y Miloon Kothari, renunciaron repentina y sospechosamente a sus cargos, la primera renuncia conjunta de una Comisión de Investigación de la ONU, lo que lleva a algunos a sospechar que buscaban evitar posibles sanciones estadounidenses. Ese mismo día, Middle East Eye detalló cómo, en mayo, Nicholas Kaufman, un abogado israelí con aparentes vínculos con el gobierno de Netanyahu, supuestamente amenazó en secreto al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, quien había sido recientemente sancionado por Estados Unidos, para que no solicitara más órdenes de arresto contra Israel o él y la corte serían “destruidos”. Aproximadamente un mes después de que se hiciera la supuesta amenaza, cuatro jueces de la CPI también fueron sancionados.
El ataque contra estas tres instituciones no es una coincidencia.
Tomado de https://zeteo.com/
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