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Pese a las consecuencias de la dramática inundación del pasado año, toda Valencia sigue recuperando incesantemente sus actividades económicas y culturales; entre estas últimas cabe señalar las piezas y la labor de la Compañía teatral Bambalina de Valencia, ya presentadas en París y otras ciudades europeas. Tuve la suerte de conocer una de sus obras más logradas el pasado 14 de septiembre de 2024, cuando, en colaboración con el Centro Cultural italiano Agriteatro, tuvo lugar en las anchas cuevas del castillo de Roccagrimalda, comarca de Alto Monferrato, una nueva y muy original versión escénica del Quijote.
Antes que empezara el espectáculo pude entrevistar a los actores protagonistas. Acababan de llegar del Festival del Teatro de Palermo, donde igualmente habían sido invitados por el Instituto Cervantes de la ciudad para representar su versión teatral. Después de conocer que soy colaborador del I. Cervantes milanés, me expresaron el deseo de poder ejecutar su obra también en Milán, donde nunca estuvieron.
En lo que concierne la representación hay que subrayar la novedosa adaptación que cumple todos los objetivos previstos:
Dos actores, unos títeres, un juego de luces que, encendiéndose y apagándose, marcan el inicio y el final del espectáculo. Los dos actores escenifican unos episodios salientes del Quijote ante un tablero transformado en retablo. Visibles para el público, actúan como sombras y almas de los títeres, que manejan compartiendo acción y compás, dialogando con ellos, siempre atentos a las inflexiones irónicas y dramáticas de la interpretación, con el resultado de sorprendentes efectos escénicos. Así que Quijote y Sancho, transformados en muñecos, parecen decir: ésta es la existencia humana, que a veces nos ve como protagonistas y otras como marionetas, como la de del caballero andante y su escudero, siempre suspendida entre la magia y el sueño, la utopía y la realidad. Los protagonistas nos hablan en un lenguaje inventado, hecho de sonidos ininteligibles y ancestrales, interrumpidos, aquí y allá, por palabras de completo significado.
Cuando se apaga la última vela y la sala queda a oscuras, el espectador, cautivado por ese hechizo, se demora un poco antes de derretirse entre los aplausos.
Los Bambalina han sabido adecuar las estrategias artísticas supeditándolas a la trama de la obra: su manera de hacer teatro, verdadero conjunto de experimentaciones no podría haberse realizado sin una interacción íntima con los elementos técnicos, humanos y artísticos.
La marcha de esa Compañía Teatral, su desarrollo, crecimiento y consolidación con espectáculos ganadores de importantes premios atestiguan la capacidad creativa de sus guionistas y actores.
Tomado de https://losamigosdecervantes.com/
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