Robert Habeck, del partido Los Verdes, ha ocupado el puesto de ministro de Economía y el de vicecanciller de Alemania en el Gobierno de coalición liderado por Olaf Scholz.
En las recientes elecciones al Bundestag, Los Verdes obtuvieron el 11,61 por ciento de los votos, frente al 14,8 por ciento en 2021. Su partido, muy probablemente, no estará en el nuevo reparto de poder. El futuro Gobierno se decidirá entre los conservadores (CDU/CSU) y los socialdemócratas (SPD).
Hasta que el líder del partido CDU, Friedrich Merz, sea elegido nuevo canciller de Alemania, tanto Habeck como Annalena Baerbock, ministra de Exteriores, permanecerán en funciones en sus cargos, sin mucho margen de maniobra. En Semana Santa tocará a su fin el tiempo que ambos han estado en el Gobierno, menos de cuatro años.
Habeck ya no quiere cargos directivos en el partido
Según Habeck, candidato a canciller por los Verdes, durante la campaña electoral, las cosas no se hicieron mal. Se aseguró de que su partido pudiera presentarse como un aliado, tanto con los socialdemócratas como con los conservadores. La campaña electoral fue buena y el partido estuvo unido.
El ministro de Economía aprovechó su comparecencia ante los medios en la noche electoral para anunciar que «ya no reclamará ni aspirará a un papel directivo en las organizaciones políticas del partido». En otras palabras: no quiere ser jefe de grupo parlamentario, ni tener ningún otro puesto destacado. Por su parte, Annalena Baerbock se mantiene por el momento en silencio sobre sus planes de futuro.
Habeck lamentó hasta qué punto la campaña electoral estuvo dominada por la cuestión de la migración. Según él, tanto el partido de ultraderecha AfD, como también el democristiano CDU/CSU, han hablado de los migrantes como si fueran «catástrofes naturales».
¿Se habló demasiado de política migratoria?
En las últimas semanas, el propio Habeck también ha hablado a menudo de la necesidad de deportaciones, incluso a un país como Afganistán. La noche de las elecciones, los políticos Verdes se preguntaban si había sido prudente hablar tanto de migración por iniciativa propia.
Al final, los Verdes perdieron 700.000 votos frente al partido La Izquierda, que ha defendido abiertamente una política migratoria más liberal.
El caos de la coalición
Habeck recordó que, poco antes de las elecciones al Bundestag, el líder de la CDU, Friedrich Merz, impulsó una votación sobre el endurecimiento de la política migratoria con los votos del partido parcialmente de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Para Habeck, el asunto encendió innecesariamente los ánimos en el país y perjudicó a todos los partidos de centro.
Pero, prosiguió Habeck, el modesto resultado de los Verdes también es el resultado del fallido Gobierno de coalición formado con socialdemócratas, ecologistas y el liberal FDP. Britta Haßelmann, líder del grupo parlamentario, está de acuerdo con él: «Hemos conseguido cosas increíbles, como la expansión de las energías renovables o la nueva ley de ciudadanía. Pero la coalición ha sido muy polémica».
¿Ayudarán los Verdes a reformar el tope de la deuda?
Los Verdes quizá vuelvan a ser necesarios dentro de poco, una última vez, en el Bundestag conformado en 2021. Porque es posible que el líder de CDU, Friedrich Merz, que será el nuevo canciller alemán, quiera reunir una vez más al antiguo parlamento para «reformar» las estrictas normas de endeudamiento del país, según sus propias palabras.
Y es que Alemania necesita mucho dinero para rearmar su Ejército, la Bundeswehr, sobre todo ahora que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha declarado que ya no quiere participar en la defensa de Alemania y Europa. Pero si Merz desea cambiar las reglas de endeudamiento, necesitará una mayoría de dos tercios de los votos, y eso es poco probable que la consiga en el recién elegido Bundestag.
¿Es posible que el antiguo parlamento vuelva a votar tras las nuevas elecciones sobre un asunto tan importante como los nuevos miles de millones para el Ejército? La empresa es delicada. ¿Y qué dicen los Verdes al respecto? Ellos están dispuestos a seguir el arriesgado plan, aunque en el Gobierno estarán, probablemente, solo unas pocas semanas más. En Semana Santa, Friedrich Merz espera ser elegido nuevo canciller con la llamada «gran coalición», formada por los democristianos de CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD.
(ms/ers)
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