Hace una década esta semana, soporté un caótico debate presidencial como moderador. Lamentablemente, sirvió como un precursor de la agitación nacional que enfrentamos actualmente. Esa noche en la Universidad de Colorado Boulder dejó al descubierto el engaño, la ira, la corrupción y el desprecio por los hechos que han llegado a caracterizar al Partido Republicano de Donald Trump. Incluso como un mero candidato en ese momento, los supuestos competidores de Trump le cedieron el paso.
A finales de octubre de 2015, Barack Obama aún era presidente. Hillary Clinton era la favorita en las primarias demócratas para sucederle, mientras que Joe Biden había optado recientemente por no entrar en la carrera. El Partido Republicano, mientras tanto, aún no había solidificado su dirección futura.Tomado de https://zeteo.com/
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