Randy Jones no superaba las 82 millas por hora con su recta, pero su inteligencia y talento para lanzar en la loma, lo convirtieron en el gran ídolo de los Padres de San Diego y en el primer pitcher de la franquicia en ganar el trofeo Cy Young en 1976.
“¡Tira fuerte!”, retó molesto en alguna ocasión Pete Rose al pitcher zurdo, ante la impotencia de no poderle conectar. El líder de hits de todos los tiempos se paraba a batear a la derecha, lo intentó también como zurdo, pero perdía los duelos ante Jones. Con un sinker y un slider como sus armas principales, el zurdo brillaba en la loma y lograba meter en promedio a 12 mil aficionados más respecto al resto de los otros juegos de los Padres.
En 1976 estuvo espectacular al ganar 22 juegos y completar 25. En total, trabajó 315 entradas y un tercio. Durante la temporada empató un récord que tenía 63 años al acumular 68 entradas sin regalar base por bolas.
Su pitcheo magistral con lanzamientos lentos contrastaban con la manera rápida de trabajar en la loma. La mayoría de los outs los conseguía por rodados y en los juegos en los que lanzaba eran de poca duración. Tiene el récord de la franquicia con un encuentro de una hora y 29 minutos.
En aquella temporada de 1976, en la que alcanzó la gloria, también salvó la vida tras protagonizar un terrible accidente automovilístico al manejar del aeropuerto rumbo su casa luego de regresar de un viaje del equipo. Aunque el poste con el que se estrelló terminó en el asiento del copiloto, milagrosamente el pitcher sólo tuvo algunas heridas en el rostro que no evitaron que subiera a la loma en su siguiente salida.
En la última apertura de aquella temporada, sintió una molestia que se convirtió en un desgarre en su antebrazo. Ya no volvió a ser el mismo lanzador. Padres valoró sus actuaciones en la loma y lo premió con buenos contratos.
Luego de su retiro de los diamantes, logró invertir su patrimonio en un cadena de autolavados y luego abrió un exitoso restaurante en las cercanías al estadio de los Padres. También colocó un anuncio en el que se ofrecía como instructor de pitcheo, el alumno más avanzado que tuvo fue Barry Zito, ganador del Cy Young con Atléticos en 2002 y quien luego firmó un contrato multimillonario con Gigantes.
El número 35 que portó con los Padres fue retirado. Randy Jones fue visto en el dugout de los Padres durante los últimos juegos de la temporada pasada. Con su figura encorvada y un bastón de apoyo le daba consejos a los lanzadores.
Falleció el pasado 19 de noviembre a los 75 años. Los Padres lo definieron como “un pilar de la franquicia durante cinco décadas”.
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