El "América Primero" de Trump se está convirtiendo en "América Sola" — en el peor momento posible

El «América Primero» de Trump se está convirtiendo en «América Sola» — en el peor momento posible

Tomado de https://feeds.nbcnews.com/msnbc/public/news

Los recortes drásticos propuestos por la administración Trump al Departamento de Estado de EE. UU. representan no una simple «caos», sino un abrazo deliberado y peligroso del neoaislacionismo. Si bien la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca propuso recortar el presupuesto del departamento en casi un 50%, eliminando fondos para organizaciones internacionales cruciales como la ONU y la OTAN, el Secretario de Estado Marco Rubio anunció una reorganización que implica una reducción del 15% en el personal nacional y el posible cierre de 10 embajadas y 17 consulados. Esto, en un momento en que la influencia diplomática de China supera a la de Estados Unidos.

Esta política refleja una peligrosa nostalgia por una época pasada donde la fuerza estadounidense se equiparaba únicamente con el dominio económico. La visión romántica de Trump del período entre 1870 y 1913 ignora el posterior estallido de la Primera Guerra Mundial, un conflicto que demostró que incluso una inmensa riqueza no podía garantizar la seguridad. Ambas guerras mundiales, a pesar de los llamamientos iniciales al aislacionismo de «Estados Unidos Primero», finalmente arrastraron a EE. UU. a la refriega, destacando la falacia de confiar únicamente en el poder económico para la seguridad nacional.

Sin embargo, estos conflictos también fueron testigos del auge de la diplomacia estadounidense, un elemento crucial en la forja de la alianza transatlántica, la unificación de las fuerzas aliadas y el establecimiento de un orden mundial posterior a la guerra más predecible. Esta previsibilidad fomentó un crecimiento económico sin precedentes, redujo la pobreza y las enfermedades mundiales y contribuyó a una ausencia relativa de conflictos entre grandes potencias.

El desmantelamiento de esta infraestructura diplomática por parte de la administración actual es miope. Los líderes europeos expresan dudas sobre el compromiso de EE. UU. con el Artículo 5 del tratado de la OTAN, cuestionando si Estados Unidos defendería a sus aliados. Un líder aliado preguntó conmovedoramente: «¿Es Estados Unidos un socio confiable?» La respuesta, desafortunadamente, es cada vez más «no». Esta falta de fiabilidad, derivada de aranceles caóticos y una menor participación mundial, está erosionando la confianza y fomentando un «mundo posamericano».

Las naciones ya están reorientando sus cadenas de suministro, reduciendo la dependencia de EE. UU. y alineándose cada vez más con China. Este cambio se produce en un momento de amenazas globales crecientes de Rusia, China, Irán y Corea del Norte, todos los cuales están demostrando una mayor cooperación y coordinación. La proliferación de tecnologías avanzadas como la IA y los drones complica aún más el panorama de seguridad.

Las consecuencias de este enfoque aislacionista son terribles. Si bien algunas acciones podrían revertirse, otras infligirán un daño estratégico duradero. La trayectoria actual deja a las futuras generaciones heredando un mundo menos seguro, próspero y predecible. Se necesita urgentemente una corrección de rumbo. Rechazar el desmantelamiento del Departamento de Estado y adoptar reformas sensatas, mientras se rechazan las políticas aislacionistas, es crucial para mantener el papel de Estados Unidos como socio global confiable y salvaguardar sus intereses.

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