El alcohol y la salud

El alcohol y la salud

Tomado de https://www.excelsior.com.mx/rss.xml

MITO

“El whisky baja la presión arterial, el coñac la sube”. Desde hace mucho tiempo se han estudiado los efectos del alcohol para la salud y, por supuesto, se sabe que el exceso de ingestión en cualquier forma puede causar una lesión hepática grave y mortal. En México, alrededor de 41 mil personas fallecen cada año por causas asociadas al consumo de bebidas alcohólicas. Su consumo es universal y alrededor de eso se han tejido mitos y consejas sobre los diversos alcoholes. El whisky es una bebida alcohólica obtenida por la destilación de la malta fermentada de cereales como cebada, trigo, centeno y maíz, con un envejecimiento en barriles de madera, tradicionalmente de roble, en tanto que el coñac está elaborado a partir del aguardiente que se produce de la doble destilación del vino de uva en alambiques de cobre y, de ahí, sin ninguna evidencia clínica o científica, surgió la conseja de que la presión arterial baja con el whisky, pero sube cuando se bebe coñac.

CONSECUENCIA

Se acerca el fin del año y es posible que aumenten las reuniones y que se consuma alcohol en diferentes formas, es preciso recordar que los diferentes vinos de uva, que contienen del 10 a 14% de alcohol, se pueden beber solos o en las comidas (una o dos copas) sin efecto alguno, pero los alcoholes fuertes: tequila, mezcal, whisky, coñac, ron, ginebra y otros tienen entre 30 y 40% de alcohol, tienen efectos reales, ya que beberlos puede subir la frecuencia cardiaca y la presión arterial a niveles no saludables; beber más de tres tragos en una sesión aumenta temporalmente la presión arterial, pero consumirlo en exceso de manera repetida puede generar aumento sostenido de la presión a largo plazo, y eso es un riesgo importante para la salud. Las discusiones y controversias acerca de los efectos del alcohol responden a los intereses personales y preferencias.  Seguramente usted conoce a alguien que afirma que “ha tomado diario una copita de tequila” en la mañana y, gracias a eso, vive sano, y a otro que señala que “una copa de coñac en la noche es la fórmula para dormir feliz”. El hecho es que el alcohol está en nuestra cultura, que debemos aprender a usarlo con juicio y moderación, y que cada persona reacciona diferente; si una persona tiene presión arterial alta, debe evitar el alcohol o beberlo con moderación. Además, no se puede ignorar que el alcohol deseado (recuerda la figura de quienes están acostumbrados a beber un six/pack de cerveza, ostentan un abdomen prominente). Además, el alcohol puede interferir con la eficacia y el aumento de los efectos secundarios de algunos medicamentos.

REALIDAD

Desde tiempos inmemoriales, el alcohol es parte de la dieta del ser humano; debemos aprender a degustarlo con conocimiento y sensatez; quien no desea beber, que no lo haga, en gustos se rompen géneros.

Tomado de https://www.excelsior.com.mx/rss.xml