septiembre 16, 2025

Democracia y debate | Tiempo cancelado

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¿Cuál es la prioridad en la educación?, es una pregunta difícil de responder y que ha tenido varias respuestas a lo largo de distintas visiones de las autoridades educativas, pero sin temor a equivocarnos podemos decir que donde hay una escuela pública de educación básica, se abre una esperanza de una vida mejor para quienes acuden a ella y también para quienes forman parte de la comunidad educativa.

He tenido la suerte de conocer muchas escuelas públicas de educación básica en todo el país, he tenido también la fortuna de conocer a las comunidades que las integran, no sólo los niños y niñas, los maestros, el personal de apoyo, los padres y madres, también vecinos que se suman a fiestas, festivales, mantenimiento y actividades extramuros.

Las escuelas son un bálsamo, un segundo hogar para las niñas y los niños, puede incluso ser el único hogar para quienes no tienen la fortuna de tener padres, madres o familiares interesados en la educación de sus hijos. Puede ser el lugar más seguro de su joven existencia y puede ser el único lugar donde puedan comer.

Cuando hay violencia en la casa de las pequeñas y los pequeños, en la escuela encuentran paz, encuentran comprensión, incluso cariño y sobre todo encuentran a profesionales de la educación que saben y desean ayudarlos, la luz vuelve a brillar en sus ojos.

Los lunes cívicos son fantásticos, se repiten en todo el país, seguramente en las mismas condiciones y con la misma rutina, sin embargo, es en ese momento de reunión escolar y comunidad haciendo honores a la bandera, cantando el himno nacional y recitando alguna poesía por parte del alumno o alumna destacado o destacada, es cuando se despiertan las emociones, sensaciones y sentimientos que nos hacen sentir que nuestros niños y niñas tienen futuro, tiene esperanza.

Sumemos a lo anterior los conocimientos de las diferentes materias, los juegos entre compañeras y compañeros, los apoyos de especialistas, las comunidades de padres, los ciudadanos que se suman, en fin, las escuelas de educación básica son lugares donde se da lo que llaman “el hecho educativo”, pero pasan muchas otras cosas maravillosas.

Para que todo pase en las escuelas, se requiere tiempo, lamentablemente al parecer a las escuelas de tiempo completo se les acabó precisamente eso, el tiempo.

¿Cuál es la prioridad en la educación?, ¿infraestructura?, ¿materiales?, ¿diferentes recursos?

Recientemente en conversación con un dirigente empresarial del Estado de Sonora, me comentaba que él había estudiado primaria y secundaria en el sistema público estatal y que recientemente se habían reunido los de la generación, me comentó que la diferencia de quienes pudieron continuar estudiando y los que no fue notoria, pero que todos habían recibido la misma y sólida base de la educación pública, en el nivel básico.

Todo fue cuestión de tiempo, más tiempo en la educación. Hoy, tiempo completo cancelado.

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