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(10 DE OCTUBRE, 2025).-“Dina, rata, la cárcel te espera” se oía ayer en las calles de Lima tras el derrocamiento de Dina Boluarte. Su periodo de gobierno, marcado por un vertiginoso giro hacia la derecha y la extrema derecha, se destacó también por escándalos de corrupción (Rolex Gate) junto con una creciente inseguridad y autoritarismo. La población civil la acusó asimismo de homicidio por su papel en las represiones de las manifestaciones a favor de nuevas elecciones, entre diciembre de 2022 y marzo de 2023, que provocó la muerte de 50 ciudadanos.
Durante esas últimas semanas, la población peruana, harta de la “incapacidad moral permanente” del gobierno, se movilizó masivamente contra un intento de reforma del sistema de pensiones y la corrupción estatal. La tasa de impopularidad de Dina Boluarte, que rebasaba el 90%, no la salvó esta vez del octavo intento de destitución que enfrentó ayer.
La población civil demanda ahora la disolución del congreso, cuyo presidente nombrado por la exmandataria, José Jeri, es acusado de violación y tráfico de influencias. “El Congreso también es responsable de esta crisis”, “Dina se ha ido, ¡ahora es el turno del Congreso!”, “¡Queremos que se vayan todos!”, exclamaron los manifestantes.
La destitución de Dina Boluarte demuestra un cambio radical desde hace tres años en Perú, aunque es también revelador de la profunda inestabilidad política que sacude el país. Los peruanos ya vieron a seis presidentes sucederse en nueve años.
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El Congreso de Perú destituye a Dina Boluarte por “incapacidad moral”
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Tomado de https://elchamuco.com.mx/
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