En su último libro de Néstor García Canclini, ofrece una visión detallada de cómo estos dos países han respondido a las emergencias culturales en medio de la pandemia, destacando la crisis y la innovación que han surgido en el proceso.
El término “emergencia” tiene una doble acepción: crisis e innovación creativa. Estos dos sentidos siempre coexisten, especialmente en países donde se presta insuficiente atención a la sostenibilidad de la cultura. En el libro “Emergencias culturales: Instituciones, creadores y comunidades en Brasil y en México”, coordinado por Néstor García Canclini, se exploran estas dinámicas.
La obra es fruto de una investigación que Canclini llevó a cabo en la Cátedra Olavo Setubal de Arte, Cultura y Ciencia del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Sao Paulo. La investigación se centró en cómo las instituciones culturales y las comunidades creativas en Brasil y México respondieron a las emergencias repentinas, como un terremoto o la pandemia.
La emergencia cultural es un fenómeno que se manifiesta de diferentes formas en diferentes contextos. En algunos casos, puede ser el resultado de una crisis económica o política que afecta a las instituciones culturales y a los creadores. En otros casos, puede ser el resultado de una innovación creativa que desafía las normas y prácticas establecidas.
El libro ofrece una visión detallada de cómo Brasil y México han respondido a estas emergencias culturales. A través de un análisis comparativo, Canclini examina las estrategias adoptadas por estos países para enfrentar los desafíos planteados por la pandemia.
Además, el libro también destaca la importancia de tener un sistema cultural robusto y resiliente que pueda adaptarse a las emergencias. Según Canclini, este sistema debe ser capaz de apoyar a los creadores y las instituciones culturales durante tiempos de crisis, al tiempo que fomenta la innovación creativa.
La emergencia cultural en Brasil y México
García Canclini ha sido profesor visitante en varias universidades internacionales, incluyendo las de Nápoles, Austin, Stanford, Barcelona, Buenos Aires y São Paulo. Su trabajo se centra en la posmodernidad y la cultura desde una perspectiva latinoamericana.
Uno de sus aportes más significativos al campo de los estudios culturales es el concepto de “hibridez”. Este término se refiere a la mezcla e intersección de diferentes elementos culturales, dando lugar a lo que él denomina “culturas híbridas”. Estas son generadas por las nuevas tecnologías comunicacionales, el reordenamiento de lo público y lo privado en el espacio urbano, y la desterritorialización de los procesos simbólicos. Un ejemplo de esto son los grupos musicales contemporáneos que mezclan corrientes globales como el pop con ritmos autóctonos o tradicionales.
El libro “Emergencias culturales: Instituciones, creadores y comunidades en Brasil y en México” ofrece una visión detallada de cómo estos dos países han respondido a las emergencias culturales. Estas emergencias pueden ser el resultado de una crisis, como un terremoto o una pandemia, o de una innovación creativa que desafía las normas y prácticas establecidas.
En Brasil, a pesar de que el presidente Jair Bolsonaro había degradado el Ministerio de Cultura a Secretaría y había recortado buena parte de los fondos, los artistas se asociaron para generar redes de apoyo. Descubrieron un fondo inactivo de 3 billones de reales (unos 550 millones de dólares) y lograron que se destinara a los municipios con consejos de cultura local. Este movimiento no solo proporcionó un apoyo financiero muy necesario durante la pandemia, sino que también fomentó la creación de nuevas instituciones culturales a nivel local.
En México, por otro lado, la respuesta fue diferente. A pesar del ascenso del Conaculta a Secretaría de Cultura, no hubo un empoderamiento presupuestal. Hubo pequeños apoyos y algunos programas de ofertas de trabajo puntuales para artistas, pero el presupuesto del sector se contrajo. Esta situación puso de manifiesto las limitaciones del sistema cultural mexicano y la necesidad de reformas estructurales para mejorar su resiliencia ante las emergencias.
Estas diferencias en las respuestas a las emergencias culturales reflejan las diferencias en las políticas culturales y las estructuras institucionales en Brasil y México. Sin embargo, también destacan la importancia de la creatividad y la innovación en la respuesta a las emergencias. En ambos países, los artistas y las comunidades creativas jugaron un papel crucial en la adaptación a la crisis y en la búsqueda de nuevas formas de trabajar y crear.
Hacia un sistema cultural más plural
Néstor García Canclini, en su libro “Emergencias culturales: Instituciones, creadores y comunidades en Brasil y en México”, aboga por un Sistema Nacional de Cultura más democrático y descentralizado en México. Este sistema debería permitir una mayor participación y coparticipación de los creadores, comunicadores y gestores culturales. También debería ser un sistema más comunitario, que suponga incluso la participación de públicos.
La idea de un sistema cultural más plural no es nueva. De hecho, ha sido un tema recurrente en los debates sobre políticas culturales en muchos países. Sin embargo, la implementación de tal sistema presenta numerosos desafíos. Requiere un compromiso sostenido con la descentralización y la democratización de la cultura, así como la voluntad política para implementar reformas estructurales.
En México, históricamente ha prevalecido un sistema cultural centralizado, similar al del sector salud. En contraste, en Brasil existe una cultura y una atención sanitaria federalizada. Durante la pandemia de COVID-19, los distintos estados brasileños pudieron, por ejemplo, comprar vacunas y programar su aplicación.
Canclini sugiere que México podría aprender de estas experiencias y aspirar a un sistema cultural similar. Un Sistema Nacional de Cultura más democrático y descentralizado podría permitir una mayor diversidad de expresiones culturales y creativas. También podría fomentar una mayor participación de las comunidades locales en la toma de decisiones culturales.
Además, un sistema cultural más plural también requeriría información estadística confiable y sistemática. Esta información permitiría realizar evaluaciones periódicas del sector cultural y ayudaría a identificar áreas de mejora.
La visión de Canclini para un sistema cultural más plural implica una mayor democratización y descentralización de la cultura. Implica también una mayor participación de los creadores, comunicadores y gestores culturales, así como del público en general. Es una visión que reconoce la rica diversidad cultural de México y busca fomentarla a través de políticas culturales inclusivas y equitativas.
Esta entrada ha sido publicada el 04/10/2023
Tomado de http://Notaantrpologica.com/
Más historias
«Es un error pensar que hay opiniones que no se pueden expresar en la universidad»
Inaugura PROFECO Feria Escolar 2025 en Expoforum
Inaugura PROFECO Feria Escolar 2025 en Expoforum