septiembre 15, 2025

Crea mascarilla que al plantarla se convierte en flores para ayudar a las abejas

Un cubrebocas “ecológico” hecho de papel de fibra de arroz que se planta en la tierra para convertirse en flores silvestres

Cuando se plantan en el suelo y se riegan, las semillas comienzan a germinar en aproximadamente tres días y finalmente se convertirán en un pequeño parche de flores silvestres.

Fabricada en un pequeño taller comunitario en los Países Bajos, la máscara en sí se biodegrada ya sea que se coloque en un jardín o en un vertedero.

Los diseñadores crearon el producto como una alternativa al equipo de protección personal (EPP) desechable hecho de plástico, que tarda hasta 450 años en biodegradarse y se descompone en microplásticos ingeridos por peces, otras especies marinas y, en última instancia, los seres humanos.

En lugar de simplemente mitigar esta contaminación, la diseñadora espera regenerar activamente el entorno natural cultivando flores amadas por las abejas y otros polinizadores.

¿Cómo funciona?


Es completamente biodegradable y lista para reintegrarse al suelo. Creada en Países Bajos (Holanda), busca reducir la contaminación plástica que está viviendo el planeta.

“Después de semanas de tropezar con todas las mascarillas azules desechables en la calle, me desperté una mañana con la idea de una mascarilla biodegradable con semillas de flores: Tierra feliz, abejas felices, naturaleza feliz, gente feliz”.


 

El mundo necesita más flores

La mezcla de semillas contiene siete flores silvestres  diferentes, como margaritas, petunias, acianos. Estas semillas se fijan en su lugar con un adhesivo casero de almidón de patata y agua, encajado entre dos hojas de papel de arroz.

“Ya estaba familiarizada con el papel que tiene semillas pero que a menudo es grueso y se usa para tarjetas o invitaciones”, dijo la diseñadora. “La variante que estaba buscando tenía que ser delgada para que pudiera doblarse y llevarse bien, lo que encontré en el papel de arroz”.

Un mundo con más plantas y abejas

Según el estudio Face masks and the environment: Preventing the next plastic problem, de la Syddansk Universitet (Universidad de Dinamarca del Sur), se estima que en el mundo se usan 129 mil millones de mascarillas al mes.

Por lo tanto, cada minuto, se tiran 3 millones de mascarillas a la basura (eso si no acaban en el suelo). La mayoría de ellas son mascarillas desechables hechas de microfibras de plástico que terminan en el medio ambiente y que tardan hasta 450 años en biodegradarse, descomponiéndose en microplásticos y nanoplasticos ingeridos por peces, otras especies marinas y, en última instancia, por los seres humanos.

“En todos los años que llevo trabajando como diseñadora visual también he arruinado la tierra con la planificación de la impresión y el empaquetado, por lo que necesitaba devolver algo”. Señaló la autora de la idea, Marianne de Groot-Pons, planificadora visual de Pons Ontwerp, residente en Utrecht (Países Bajos).

La alternativa propuesta por Marie de Groot-Pons, además de contribuir a preservar el medio ambiente, convertirá un pequeño rincón de tu jardín, terraza o ventana en un espacio con más vida.

 

 

Las mascarillas son completamente biodegradables e incluyen semillas para plantarlas en casa

Las semillas fueron elegidas para que los polinizadores. Una buena solución para evitar la contaminación

 

 

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Tomado de https://viajeropeligro.com/