Cada inicio de año uno de los propósitos es bajar de peso, mejorar la salud, reducir las tallas, tener un mejor físico, o simple y sencillamente mejorar la calidad de vida a través de nuevos y mejorados hábitos respecto a la salud, pero no todos tienen el conocimiento de cómo iniciar o mantenerse enfocados en la meta.
Por lo que la mejor opción es consultar a un profesional, si bien la decisión depende de cada quien, para obtener resultados óptimos y de forma saludable, pero sobre todo adaptado a las necesidades y capacidades de cada individuo, lo ideal es acudir a los especialistas.
Lo más complicado de cumplir este propósito es iniciar con los cambios de hábitos, por lo que la nutrióloga, Lizeth Martínez señaló que no importa si sea a inicios de año o a mitad del verano, dar ese primer paso es importante como también lo es mantenerse en el camino hacia ese mejor estilo de vida saludable, por lo que compartió con El Sol de Hermosillo algunos puntos que son importantes para que todos tengan la información necesaria para iniciar.
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Conectar con tu cuerpo
“El conectar con tu cuerpo trata básicamente de, enfocado en la dieta, consumir los alimentos que te hagan sentir bien; el cuerpo es muy sabio y manda las señales necesarias para darte cuenta de qué alimentos te hacen sentir bien y cuáles no”, afirmó la también coach de fitness.
Explicó que esto significa que el cuerpo dará señales de cuáles son los alimentos que realmente no le hacen ningún bien, todo ello a través de manifestaciones notables como: bajones de energía, gastritis, colitis y otros malestares.
“No hay buenos ni malos, simplemente hay alimentos que a cada persona la hacen sentir diferente, y de eso se trata este punto: ser consciente en cómo te hacen sentir bien o mal, los alimentos y con base en ello elegir”, indicó, refiriéndose a qué comer, qué no comer y qué cantidad.
Un paso a la vez
Este punto hace referencia a que el cambio sea progresivo y no dejar de tajo los alimentos, o la cantidad de calorías que se venían consumiendo, por ejemplo el caso de las fiestas decembrinas, que es una época que se presta para comer mucho, a todas horas y cantidades altas de sal o de alimentos azucarados o de bocadillos y postres con muchos carbohidratos.
“Si era muy elevado no cambiarlo drásticamente a decir: ya esta semana voy a empezar con lechuga y agua, porque puede venirse una descompensación y quieres abandonar la dieta; si no llevas al cuerpo de la mano progresivamente es lo que pasa”, explicó la nutrióloga.
La descompensación puede manifestarse con cambios en el estado de ánimo, pero más notablemente en la baja de energía repentina, que pueden terminar en mareos, desmayos o desvanecimientos e incluso pérdida de la orientación.
Ser paciente con los resultados
Los cambios no se presentan de la noche a la mañana, por eso hay que ser paciente y hacer lo que se debe hacer, sin desesperarse. Esa es la clave para llegar a la meta, se trata de “disfrutar el proceso, no desesperarse, saber que los resultados van a llegar si tú haces lo que tienes que hacer y siempre dar lo mejor de sí”, insistió la nutrióloga.
Cada día las personas manejan un nivel de energía diferente, pero pese a que esta sea mínima hay que tratar de dar lo máximo y controlar la mente.
Por su parte, Carlos Eduardo del Río, fisicoculturista y coach en línea, coincidió en que la paciencia y empezar a fortalecer la mente es importante.
“Por ejemplo, no ponernos metas de largo plazo, sino irnos poniendo metas alcanzables, de mes tras mes, ya sea perder kilos o bajar tallas”, recomendó.
Vernos y sentirnos bien
La coach explicó que “tener una idea clara de cómo nos queremos ver, va a hacer que lleguemos más fácilmente hacía la meta, es como la ley de la atracción”, comentó, pues al saber qué es lo que se quiere, eso mismo va a ser atraído por la persona.
Si por el contrario, no se tiene una idea de qué es lo que se quiere lograr difícilmente se mantendrá la motivación.
Organizar horarios
Fijar un horario para comer de forma tranquila, así como determinar el tiempo y la hora en que se entrenará, y qué decir de tener preparados los alimentos con anticipación, son complementos que en conjunto ayudan al cuerpo a darse cuenta cuándo parar o si la cantidad que consumieron fue la adecuada.
“Muchas veces estamos comiendo apuradas y no te das cuenta de que ya consumiste muchas más calorías de las que eran las necesarias o a veces menos, o a veces no comes, entonces si es bueno llevar un control de tus comidas, con horarios y tenerlas organizadas”, detalló Lizeth Martínez.
Masticar bien la comida
La experta en nutrición explicó que la función de los dientes en el cuerpo humano es comenzar el proceso de la digestión ¿cómo? Pues masticando; al masticar bien la comida ésta se fragmenta a grado tal que las moléculas de los nutrientes pueden ser mejor aprovechadas por el organismo una vez que llega al estómago y tracto digestivo, y con mayor razón, si se trata de alimentos saludables, o con alto valor proteínico.
En una dieta saludable se puede comer de todo, incluido el pan, el pastel o las tortillas de harina, siempre y cuando haya un balance, que no se excedan las cantidades que se le indiquen en su dieta y claro masticar todo muy bien.
Las dietas no cansan
Para llevar una dieta no es necesario hacer otra cosa más que comer bien, y no tiene porqué ser un proceso para sufrir, ni mucho menos que lleve al hartazgo; en la opinión de la nutrióloga, la dieta debe verse como un estilo de vida, no como algo que tiene un día final o que se descansa, pues hasta para comerse un postre hay espacio en la dieta, todo dependerá de cada situación o mejor expresado, de cada persona.
También mentalizar la comida o sufrir por ella, pudiera atraer los efectos contrarios a quien busca bajar tallas, peso o mejorar el estado físico.
La coach especialista en mujeres agregó que las personas ponen barreras en su mente, creando esa mala relación con la comida saludable casi comiéndola a fuerza, con el estrés a tope y provocando que eso afecte los resultados esperados de la dieta o del nuevo estilo de vida saludable en el que se quieren adentrar.
Rebotar o recaer es normal, no te desanimes
La importancia de ser constantes, de llevar este proceso de una manera saludable y progresivamente recae directamente en este punto: evitar rebotar o recaer en los antiguos hábitos de comida.
En este sentido el coach Carlos del Río detalló que tanto la dieta como el ejercicio deberían ser tomados de modo progresivo y no tratar de cambiarlo todo, de la noche a la mañana.
“El plan alimenticio se debe estructurar poco a poco, es decir irnos metiendo, poco a poco ir comiendo sano, a lo mejor si probabas algo alto en carbohidrato, disminuirlo y poquito a poquito ir abandonando”, comentó, ya que dejarlo todo de un golpe puede convertirse en ansiedad y dar lugar al rebote.
Las recaídas no son malas, sino que es normal y es parte del aprendizaje sobre sí mismo, así como del proceso de adoptar los nuevos y renovados hábitos, en el que se prioriza el bienestar y la salud.
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No importa si no es el primer día del año o el primer día del mes, las dietas y las rutinas de ejercicios, el estilo de vida saludable en sí, no es otra cosa que la herramienta para ayudarle al cuerpo a durar más y con una mejor calidad de vida, para que pueda disfrutar de tiempo de calidad con lo suyos, por más años.
Se puede comenzar con correr o caminar al aire libre, lo importante es acudir con un experto para que le brinde un plan de ejercicios y alimentación basada en lo que cada quien necesita y la salud física y mental no se vea afectada.
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