Cómo el anuncio de impuestos de Trump le dio una victoria a Bernie Sanders y AOC

El rechazo del presidente Trump a un aumento de impuestos a los ricos para financiar su agenda política ha supuesto un suspiro de alivio para los demócratas. Trump, haciéndose eco del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, R-La., calificó tal medida de «muy disruptiva», destacando la postura tradicional del partido republicano contra los aumentos de impuestos.

Si bien gravar a los ricos es típicamente una política demócrata, y popular entre los votantes que creen que los ricos pagan menos impuestos, la idea había ganado aparentemente terreno entre los principales republicanos. Sin embargo, este posible cambio fue rápidamente sofocado.

La posibilidad de un aumento de impuestos había estado circulando en Washington durante semanas, impulsada por figuras como el ex asesor de Trump Stephen Bannon, quien lo veía como un golpe político significativo a la «gira de la oligarquía» de la izquierda liderada por los senadores Sanders y Ocasio-Cortez. Sin embargo, el compromiso histórico del partido republicano con los recortes de impuestos, particularmente para los ricos, finalmente prevaleció.

Los informes sugerían que el vicepresidente JD Vance y el director de presupuesto Russell Vought habían mostrado apertura a aumentar los impuestos a los ricos, con legisladores republicanos considerando o bien revertir el tramo impositivo superior al 39.6% (del 37%) o introducir un tramo más alto para los millonarios.

Esta consideración expuso dos fallas críticas en la agenda legislativa de Trump: financiera y política. Extender los recortes de impuestos de 2017, que cuestan 4,6 billones de dólares, y agregar cientos de miles de millones en gastos en seguridad fronteriza y militares, creó un enorme déficit de financiación. Si bien los republicanos intentaron compensar esto con 1,5 billones de dólares en recortes de gastos, la exclusión de la Seguridad Social y Medicare de los recortes dejó un déficit que requeriría reducciones drásticas en programas como SNAP y Medicaid. El Centro de Prioridades de Política Presupuestaria estima que esto disminuiría los ingresos de los estadounidenses más pobres en un 10%, mientras que enriquecería al 1% superior en $25,500 adicionales.

Políticamente, los recortes de impuestos de 2017 fueron impopulares desde el principio, lo que llevó a los republicanos a evitar en gran medida mencionarlos antes de las elecciones intermedias de 2018. Es probable que nuevos recortes en programas como Medicaid para financiar recortes de impuestos para los ricos sean aún menos populares, especialmente dada la baja aprobación de Trump en materia de política fiscal (38% según una encuesta reciente de Fox News). Incluso dentro del partido republicano, una docena de republicanos moderados expresaron recientemente su preocupación por los profundos recortes a Medicaid.

Si bien aumentar los impuestos a los ricos no abordaría completamente la desigualdad de ingresos —para eso sería necesario un impuesto sobre la riqueza o un impuesto más alto sobre las ganancias de capital— aliviaría los problemas financieros del partido republicano y contrarrestaría su imagen como defensor de los ricos. Esto podría atraer potencialmente a votantes de bajos ingresos, creando una oportunidad estratégica para el partido.

La afirmación de Bannon de que gravar a los ricos es una «obviedad» destaca el marcado contraste entre el sentido común y el reflejo arraigado del GOP de reducir los impuestos para los ricos. Este compromiso inquebrantable está profundamente arraigado en la historia del partido, desde la economía de «goteo» de Reagan hasta los recortes de impuestos de Bush y los recortes de impuestos de 2017 bajo Trump. Sin embargo, esta lealtad a los donantes ricos y a los oligarcas contrasta con la ira pública generalizada por la desigualdad de ingresos, dejando a los demócratas como Sanders y Ocasio-Cortez bien posicionados para capitalizar esta desconexión.Tomado de https://feeds.nbcnews.com/msnbc/public/news