septiembre 14, 2025

Charles Darwin sí explicó cómo pudieron emerger los primeros antepasados



Cuando Charles Darwin escribió Sobre el origen de las especies hace 150 años, evitó hacer una clara descripción del origen de la vida. Esto, junto con la referencia al «Creador» en el párrafo final del libro, llevó a la conclusión de que no quería hablar del asunto.

Un equipo internacional liderado por Juli Peretó del Instituto Cavanilles de Valencia desmiente la creencia de que Darwin evitó explícitamente discutir sobre el origen de la vida y demuestra que el naturalista británico sí explicó en otros documentos cómo pudieron emerger los primeros antepasados.


“Todos los seres orgánicos que han vivido en la Tierra podrían ser descendientes de alguna forma primordial”, explicaba Darwin en El origen de las especies en 1859. A pesar de esta declaración, el científico se impuso la tarea de entender los procesos evolutivos que subyacen de la diversidad biológica.

“Darwin estaba convencido de la importancia capital de esta cuestión para su teoría y tenía una visión materialista y evolutiva tremendamente moderna sobre la transición de la materia química inerte a la materia viva, a pesar de estar muy al corriente de los experimentos de Pasteur en contra de la generación espontánea”, explica a SINC Juli Peretó, autor principal de este estudio e investigador en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia.

El estudio, que se publica en la revista Origins of life and evolution of biospheres, demuestra que Darwin tuvo una idea avanzada del origen de las primeras especies, y una preocupación por el problema. “Es rotundamente falso pensar que invocaba una intervención divina; también está perfectamente documentado que la mención al “Creador” en El origen de las especies fue un añadido de cara a la galería que luego lamentó haber hecho”, manifiesta Peretó.

La hipótesis del origen de la vida

Una anotación en un cuaderno de 1837, en la que Darwin explica que “la íntima relación de los fenómenos vitales con la química y sus leyes hace que la generación espontánea no sea imposible”, puso sobre la pista a los investigadores.

En otra famosa carta enviada en 1871 a su amigo el botánico y explorador inglés Joseph D. Hooker, Charles Darwin imagina una pequeña charca caliente donde la materia inerte se organizaría en materia en evolución, con la ayuda de los componentes químicos y fuentes de energía adecuados.

En otras cartas, el naturalista reconoció a colegas como Alfred Russel Wallace o Ernst Haeckel, que la generación espontánea era importante para la coherencia de la teoría. Sin embargo, “al mismo tiempo, admitía que la ciencia no estaba madura para abordar la cuestión (de ahí su resistencia a hablar de esto en público) y que él no viviría bastante para poder verla resuelta”, apunta Peretó.

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Referencia bibliográfica:

Pereto, Juli; Bada, Jeffrey L.; Lazcano, Antonio. “Charles Darwin and the Origin of Life” Origins of life and evolution of biospheres 39(5): 395-406 octubre de 2009.

Tomado de http://Notaantrpologica.com/