// Por: Steff Fink
Jue 19 mayo, 2022
A casi una semana del festival Catharsis, nos adentramos en la mente de uno de los artistas lumínicos que expondrá dos piezas durante el festival, Tupac Martir. Artista multimedia y fundador de Satore Studio, su trabajo abarca los campos de la tecnología, la iluminación, la proyección y el video, el diseño sonoro, la música y la composición, así como la coreografía y el vestuario.
Desde que estudiaba en la escuela de arte, Tupac aprendió a meterse en sus propios formatos de pensar para transmitir su creatividad y visión artística. Así es que ahora juega con diferentes herramientas y formatos donde la luz sirve para generar un sentimiento, una historia, un momento único para el espectador.
Martir ha proporcionado diseño de producción, imágenes y dirección de iluminación para artistas como Elton John, Beyoncé, Danny Boyle, el festival de Coachella y Serpentine Gallery, y ha trabajado en espectáculos innovadores para Alexander McQueen, Moschino, Alexander Wang y Thomas Tait, entre otros.
Platicamos con él, previo a su presentación en Catharsis Festival.
Puedes comenzar a contarnos un poco de ti y tu historia, ¿qué específicamente fue lo que te orilló o indujo a adentrarte en el universo creativo sensorial de luces, tecnología y mundos cósmicos?
Empiezo yendo a ala escuela de arte, soy pintor de carrera, eso fue lo que me jaló a ese mundo creativo, toda esta parte de pintar y grabar, dibujar y trabajar con arte digital. Empiezo a escribir código a los 6 años directamente en papel y lápiz. Siempre fue algo que se quedó dentro de mi y aún cuando fui a la escuela y estudiaba pintura, la parte digital siempre existió en todo lo que hacía y de quien era, de quien soy, y de alguna manera trabajar con alguien como John Thein, quien fue mi profesor, el fue quien en verdad me metió esta idea de que tenía que meterme en mis propios formatos de pensar y no solamente era pintar algo bonito, si no como pintas algo que se puede ver de cierta manera.
¿Nos puedes hablar sobre las piezas que presentarás en Catharsis? Y ¿de dónde surge esta inspiración?
A Catharsis llevo 2 piezas, la primera se llama Haita que la premier fue en Sónar en Lisboa y la voy a llevar a Sónar Barcelona en el siguiente mes. Es una pieza que habla sobre la migración pensando en lo que está pasando en todo el mundo: México, Ucrania, Siria, Venezuela, etc. Es un concepto en el cual nuestro personaje es visto a través de los ojos de una mujer y es ella la que en verdad piensa en lo que está pasando con el recorrido mientras que su amor se va de migrante y al final descubrimos que termina muriendo.
Lo interesante de la pieza es este uso de canto cardenche, canto alentejano (pronunciado alentellano), Fado y esta idea de usar tecnología que es usada generalmente para la salud como una resonancia magnética de la bailarina de donde salen todas las partículas que usamos para las animaciones. Usamos su cerebro como una manera de darnos luz, no solo en el performance si no también dentro de las animaciones. Tenemos el movimiento y a ella. Las tres imágenes que vemos es justamente eso: la división de como se mueve ella en un escenario y como se mueve su esqueleto de alguna manera y cual es el movimiento que existe dentro de esas tres cosas, entonces es este rompimiento que tenemos del espacio junto con ella y la idea de que toda la pieza está basada en ella a partir de ella. Todos los elementos que existen se hacen a partir de Rita que es la bailarina.
Haita significa “río” porque justo toda la pieza se hace en el río de Lisboa. Filmamos las partes en un museo que está sobre el río, mi estudio también está pegado al río, se presentó en un lugar pegado al río e hicimos todo el mix en el estudio de Moulinex que está pegado al río, entonces queríamos usar justamente el río como este elemento. El río para nosotros como mexicanos significa un contexto completamente diferente por aquello de la migración entonces es una pieza dual entre Portugal y México.
La segunda pieza se llama Uiyá que significa «levantarse» y es más una pieza de luz, una pieza meditativa que busca ese concepto de cuando uno está completamente jodido y que no puede ver, está todo obscuro y ya no ves para el frente. Es la idea de ver la luz, hay muchas veces que cuando uno está en este hoyo y siente que está avanzando sin embargo la luz parece que no se acerca nunca, entonces es esta idea de ilusión de esperanza, pero al mismo tiempo de saber que el camino es largo y que no será tan rápido como uno quisiera.
¿Dentro de todos tus campos y herramientas creativas: tecnología, luz, protección, video, sonido, música, etc, con cuál elemento te gusta jugar más y que veremos presente en su mayoría en esta primera edición de Catharsis?
Es difícil escoger una sola herramienta, mucho de lo que yo he peleado es como cada uno de estos elementos se suma, como un personaje más de la historia. Para mí el CPU o la tarjeta gráfica que estás usando es como un actor o un instrumento de música que al final de cuentas es algo que me ayuda a mí a contar mi historia. Creo que justamente esta forma de trabajar en multidisciplinas es lo que más me gusta, me encanta encontrar estos momentos y espacios donde una tecnología y algo muy análogo pueden encontrarse y pueden trabajar juntos. Aquí es para mí en verdad donde empezamos a crecer. Tengo esta idea de que la tecnología y las computadoras están aquí para ayudarnos y nada más es cosa de saber cómo hablar con ellas.
¿Cuál fue tu primer acercamiento hacia el arte lumínico? ¿Y cuál es tu fascinación hacia la luz?
Mi primer acercamiento con la luz curiosamente viene de la fotografía, de entender cómo es que la luz tiene que viajar y cómo podemos jugar con ella. Empiezo a sacar fotos cuando tengo 15 años, comencé a percibir la luz desde muy joven sin saber que era esta lo que me llamaba la atención, pero sí con un entendimiento de los componentes y elementos en los que la luz entraba a mi cámara. A partir de ahí fue más esta parte tecnológica e instalaciones lo que me llamaba la atención y cómo es que podía usar estos dos diferentes mecanismos – que después se convierten en más – para poderlos asociar uno con el otro y poder contar historias. Creo que soy muy fan de ese momento donde notas que es lo que la luz te puede dar y cómo es que la luz te puede servir para generar un sentimiento, una historia, un momento que además es muy íntimo de la persona que lo está viendo pues al final de cuentas es algo que existe sólo por un segundo y después se va. Eso es la parte que más me llama la atención, que es un arte muy efímero.
¿Cómo ha cambiado los últimos dos años y todo lo que en estos ha pasado: a nivel mundial, personal y mental, tu visión sobre el mundo, el arte y tu visión de compartir tu universo creativo?
Para mí estos dos últimos años han sido muy difíciles, no solamente en el plano profesional si no también en lo personal y emocional. A mitad de la pandemia me mudé a Lisboa porque necesitaba justamente un espacio en el cual me pudiera sentir más tranquilo. Necesitaba un cambio mental. Dentro de todo esto me he dado un espacio para poder escribir, entender, planificar ciertas piezas, ciertas maneras de hacer las cosas, de estudiar cosas que no tenía tiempo. Tomé este espacio que nos dio la pandemia para poder aprender más cosas que me ayudarán en mi formación como artista y como ser humano.
¿Haber cruzado una carrera como pintor cambió tu enfoque sobre cómo ves el mundo y nuestra presencia en él?
Definitivamente. El poder ver el mundo con los ojos de un pintor cambia completamente tu manera de ver la vida. El poder entender estos momentos con los que trabajo yo, que son pinturas en movimiento, y por lo mismo la forma en la que entiendo la luz es completamente diferente. Me da la facilidad de ver otras partes del mundo y traerlas a lo que hago con la luz.
Y ¿en qué momento cambio esto a terminar trabajando con artistas como Elton John, Alexander Wang, Alexander McQueen y Coachella?
Esto se da cuando me mudo a Londres. Una cosa llevó a la otra y terminé trabajando de la mano con McQueen y es algo por lo que estoy muy agradecido. Todo ha sido gracias al destino: estar en el momento correcto, en el espacio correcto y poder tomar esa ventaja de lo que estaba sucediendo.
¿Qué es lo que más te emociona de Catharsis? (Artistas, chefs, tu propia instalación, la gente, etc).
Me emociona todo: ir a México, ver amigos, ver a Nortec, a Rebolledo. Además después de la pandemia, poder estar en un espacio en el cual pueda desenvolver lo que sé hacer, poder escuchar, bailar, degustar, darme un momento de liberación.
Además de Catharsis, ¿Qué proyectos podremos ver en el futuro inmediato?
La pieza será anunciada en Sónar en unos días, es un festival que me encanta y el poder ir a mostrar algo que he hecho yo me da mucha ilusión, pero además creo que esta idea de poder llevar la cultura mexicana y presentarla en otro molde donde nadie se lo espera es algo que me emociona.
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Tomado de https://warp.la/
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