Carlos Pellicer y La Venta: un poema vivo de historia y naturaleza

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La historia de la arqueología y lo museos en México no solo ha sido escrita por los especialistas en la materia. Un peculiar personaje dejó una indeleble huella en la forma de concebir estos espacios: Carlos Pellicer. El reconocido poeta era un apasionado de los antiguos pueblos mesoamericanos y los vestigios de sus antiguas ciudades. Y no solo eso: su sensibilidad le permitió integrar aquél pasado a la naturaleza que le circundaba. De ahí que surgiera el proyecto del Parque Museo La Venta. Es así que Carlos Pellicer y La Venta quedaron unidos para la posteridad.

Antecedentes. Descubrimiento de La Venta

El sitio arqueológico de La Venta fue descubierto originalmente hacia 1925, cerca de la población homónima en el municipio de Huimanguillo, Tabasco. El investigador Franz Blom y el arqueólogo Olivar Farge fueron los que realizaron el hallazgo; más tarde, Matthew Stirling y Phillip Drucker exploraron la zona en 1940. El lugar era un centro cívico-ceremonial de la cultura olmeca, la cual se desarrolló en la región entre los años 1300 y 200 a.C.

A lo largo de aquellos años, el sitio empezó a ser frecuentado por el poeta Carlos Pellicer, quien estaba fascinado por lo encontrado. Sin embargo, hacia el inicio de la década de los cincuenta, Pemex descubrió un rico yacimiento de petróleo muy cerca de La Venta. Fue por ello que arrancó la pronta extracción el hidrocarburo, situación que empezó a dañar los vestigios arqueológicos de la zona así como el medio ambiente.

La propuesta de Carlos Pellicer y su formación museográfica

A razón de esta urgente situación, Carlos Pellicer propuso en 1951 rescatar todas las piezas arqueológicas de La Venta y trasladarlas a la ciudad de Villahermosa en un entorno natural, tratando de recrear el sitio original. Y es que Pellicer no solo fue un consumado poeta, activista político y diplomático. También tenía una sólida educación en museografía y museología.

Nacido en la capital de Tabasco en 1897, había sido un activo partícipe de las cruzadas educativas de José Vasconcelos en los años veinte. En medio de aquel enorme esfuerzo cultural, conoció al también poeta argentino José Ingenieros; ante la simpatía que le despertó el mexicano, le obsequió un viaje a París. Para costear su estancia, Carlos Pellicer obtuvo una beca para estudiar museografía en la Universidad de la Sorbona. Esto le permitió también recorrer Europa, particularmente Italia, alrededor de tres años a partir de 1926. Allí conoció un sin fin de museos y lugares. De todo ello dejó constancia en varias epístolas reunidas en el libro Cartas desde Italia.

Carlos Pellicer y La Venta

No sería hasta 1956, gracias a la insistencia del poeta con autoridades estatales y federales, que el proyecto al fin se concretaría. En aquel año se iniciaron las obras para erigir el parque museo. Para 1957 se continúo con el traslado de las piezas de La Venta a su nuevo hogar. En una carta escrita al reconocido escritor Alfonso Reyes, fechada el 19 de septiembre de 1957, Carlos Pellicer dió cuenta de cuál era su idea para el sitio:

Pero hombre: Figúrate un poema de siete hectáreas con versos milenarios y encuadernado en misterio. Naturalmente a orillas de un lago con algunos errores llamados cocodrilos. (…) En el mismo predio estoy organizando un zoológico con las solas especies tabasqueñas. Tenemos un pájaro que es como la paleta olvidada de un pintor muy joven. También el tapir que es un proyecto descalificado de rinoceronte. Con muy poco esfuerzo completaré la botánica y desa manera los tres reinos estarán en mí y te digo en mí porque ya toda esta negocia [sic] es parte de mi cuerpo.

La gran originalidad del proyecto de Pellicer fue no solo recrear la zona arqueológica en un predio de selva en Villahermosa, con alrededor de 6.8 hectáreas de extensión a orillas de la Laguna de las Ilusiones. La genialidad de la propuesta también fue procurar que el sitio se insertara armónicamente en el ecosistema de Tabasco, respetando y protegiendo especies locales, tanto animales como vegetales. La integración de historia y naturaleza fue una proyección única y sigue siendo relevante hasta el presente. Finalmente, el Parque Museo La Venta sería inaugurado el 4 de marzo de 1958.

El legado de Carlos Pellicer y La Venta

Solo una sensibilidad tan consciente de la historia y de la naturaleza como la de Carlos Pellicer pudo haber concebido un proyecto de tal envergadura. Siempre consideró al lugar un auténtico poema vivo. No en balde en uno de los sonetos de Hora de junio, el poeta escribió: «Era mi corazón piedra de río». El Parque Museo La Venta es el único en su tipo en toda Latinoamérica. Su colección de 33 monumentos arqueológicos (altares, estelas, cabezas colosales) conviven diariamente con alrededor de 421 especies de fauna viva, entre mamíferos, aves y reptiles oriundos de la región.

Además, el parque museo se ha constituido en un sitio sumamente relevante, ya que es el mayor pulmón verde de la ciudad de Villahermosa y sobre todo, es un sitio de socialización comunitaria de su población. El lugar es muy querido por los tabasqueños y es parte de su identidad local. Los versos del propio Pellicer, de su poema «Estoy soy yo», resumen ese sentir:

Nací de olmecas y mayas
y gente española de la montaña y el mar.
Por eso
las cosas saben más de mí
que yo de ellas…

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Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/