Los bichos bolitas son pequeños animalitos que se escoden en el jardín y se convierten en bola cuando sienten peligro. Su nombre científico es Oniscidea, pero es conocido popularmente como cochinilla de la humedad, chanchito de tierra, bicho bolita, keka o marranito.
Aunque no se sabe mucho sobre estas pequeñas criaturas, si podemos decirte dos cosas. La primera es que no son bichos sino crustáceos, es decir que son más parecidos a los cangrejos que a los bichos. La segunda es que no son una amenaza para los humanos e incluso tienen un gran impacto en el cuidado ambiental.
Después de muchos años de evolución, estas criaturas se han acostumbrado a vivir en la tierra, sobre todo en zonas húmedas ya que obtienen sus nutrientes del suelo. Si los has visto en tu jardín y has pensado en deshacerte de ellos, piénsalo otra vez, porque te están haciendo un gran favor al estar allí.
Contribuyen a dejar tu jardín limpio y saludable.
Los bichos bolitas se alimentan de los restos de las plantas, y también consumen metales que extraen de la tierra para dejarla limpia. Están acostumbrados a consumir mucho plomo, cadmio, arsénico, cobre y zinc. Lo que los hace altamente resistentes a ambientes y condiciones de temperaturas extremas.
Estos pequeños crustáceos cristalizan dentro de su organismo a los metales pesados, cuyas toxinas se convierten en depósitos esféricos en su intestino medio. Por lo que pueden sobrevivir en lugares contaminados donde la mayoría de las especies no podrían.
Se han catalogado a los bichos bolitas como seres sociales e inofensivos. Por sus necesidades y peculiaridades viven en comunidad, y tienden a cobijarse colocándose unos sobre otros. De esta manera forman todo un sistema que les permite reducir al máximo la evaporación del agua, y, por ende, evitar la deshidratación. También se sabe que pueden vivir 3 años, durante los cuales cambian su caparazón 5 veces, hasta conseguir la madurez sexual.
¿Cómo eliminan los metales pesados?
Los bichos bolitas viven en las esquinas oscuras y húmedas de los jardines, donde pueden estar más cerca de las raíces de las plantas. Allí juegan un papel importante en el ciclo de vida de las plantas, ya que devuelven la materia orgánica al suelo para que sea diferida por los hongos, protozoos y bacterias. Todo esto ayuda a producir un suministro natural de nitratos, fosfatos y otros nutrientes esenciales que las plantas necesitan para desarrollarse de forma saludable.
Lo mejor es que con solo existir normalmente son capaces de evitar que los tóxicos se filtren hacia las aguas subterráneas, lo que estabiliza el suelo y protege las fuentes de agua limpia.
En 2017, un estudio determinó que también juegan un papel importante en la minimización de los niveles de plomo, al formar parte de la cadena alimenticia formada por el suelo, las plantas de tomate o berenjena, las propias cochinillas, y las mariquitas, sus depredadores naturales.
Así que ya sabes, la próxima vez que veas a las cochinillas alimentarse de una planta o raíz, no la mates o sientas asco, porque está cumpliendo un papel super importante para el ecosistema.
Tomado de https://portal-ambiental.com/
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