Uno de los muebles urbanos que se extingue con mayor velocidad es, en definitiva, la histórica banca de hierro forjado con el escudo mexicano al frente.
Seguro las han visto, al menos por accidente, en alguna de las plazas públicas de México. Su diseño se parece en cierto grado al de las bancas francesas, así como al de las farolas que se instalaron en París desde 1465.
Características de la banca de hierro forjado mexicana
La banca de hierro forjado mexicana que sobrevive hasta hoy es distinguible por portar el águila nacional que voltea a la derecha y que muerde una serpiente cuya cola se encuentra a la izquierda de la imagen.
Tal escudo se usó en el periodo 1880 a 1909, es decir en gran parte de los dos gobiernos continuos de Porfirio Díaz. Durante este lapso se encargaron de fabricarlas los presos de la penitenciaría de Lecumberri.
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Banca de hierro forjado, una creación de Lecumberri
La cárcel de Lecumberri se creó durante el Porfiriato como un proyecto de gran envergadura que buscaba demostrar que México estaba a la vanguardia en materia de readaptación social de los delincuentes.
Como parte de los varios programas de rehabilitación para los internos, estaba el de arte con hierro forjado. Por eso, de sus talleres, salieron muchas de esas bancas que comenzaron a instalar por casi todos los parques públicos del país. Aunque no existen datos de cuántos y en qué lugares se colocaron.
Gorro frigio en la banca de hierro forjado
Algo también interesante en el diseño de las bancas de hierro forjado es el gorro frigio en la cúspide, símbolo principal de la Revolución francesa.
Pero como dijimos en el primer párrafo, las bancas de hierro forjado están en extinción, porque con cada remodelación de parques, jardines y otros espacios públicos, son retiradas para colocar en su lugar bancas más “modernas”, como las hechas con tubos de metal o cemento.
Banca de hierro forjado bajo amenaza constante
En 2005, por ejemplo, artistas como Francisco Toledo intervinieron para que fueran regresadas al Zócalo de Oaxaca, varias bancas de hierro forjado que habían sido sustituidas por bancas de hormigón.
Mientras que en tiempos más recientes, en el parque Ramón López Velarde, Ciudad de México, se quitaron unas 50 bancas de hierro para colocar en su lugar unas parecidas aunque sin el águila del porfiriato, pero eso sí, con el emblema de la alcaldía Cuauhtémoc. Así la historia se va perdiendo irremediablemente.
Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/
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