Balencia, entre el avant-garde y la obscuridad

¿Qué está pasando con la élite mundial? Desde el escándalo del traficante de menores Jeffrey Epstein, hasta la polémica campaña de Balenciaga “Gift Shop”, no podemos negar más, que algo raro está pasando con la élite y su extraña obsesión con...

// Por: Joanna Rubio

Dom 4 diciembre, 2022

¿Qué está pasando con la élite mundial? Desde el escándalo del traficante de menores Jeffrey Epstein, hasta la polémica campaña de Balenciaga “Gift Shop”, no podemos negar más, que algo raro está pasando con la élite y su extraña obsesión con las infancias, hoy en WARP, analizamos a Balenciaga y como su ropa más que una moda, se ha convertido en un fenómeno social (y no uno positivo).

Quiero disculparme personalmente por la elección artística incorrecta del concepto para la campaña de obsequios con los niños y asumo toda la responsabilidad”, Demma Gvasalia, director creativo de Balenciaga.

                                         Gift Shop para Balenciaga  2022

El contexto

Para estas fechas seguramente ya estás más que informado de la campaña “Gift Shop” de Balenciaga, donde promovieron la línea infantil de la marca, con fotografías de menores de edad posando con artículos estilo BDSM, el grupo de prácticas eróticas que incluye Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo, así como papeles “inocentes” que resultados ser transcripciones del fallo de la Corte de Estados Unidos vs. Williams, un proxeneta de menores de edad y sus declaraciones sobre como tener relaciones sexuales sin que los niños/a, sepan lo que está pasando, de igual forma se pueden apreciar el nombre de la agencia de Metro Managment LLC, relacionada en 2020 con niños desaparecidos en Washington DC.

Sin embargo, no es la primera vez que la marca se convierte en un imán de controversias, por ejemplo, la reinvención de la bolsa de 99 centavos de IKEA como un artículo de lujo, la adición de tacones a los Crocs, los tenis destruidos que se venden por 1850 dólares, o la pasarela donde vistió a los modelos como refugiados usando bolsas de basura como artículos de lujo, o su campaña de ropa para el Fashinon Week en Paris titulada «Refugee Chic».

Modelos para Balenciaga emulando a migrantes para Fashin Week Paris 2017

Muchos podríamos decir que es una marca para tontos, o bien, una marca de lujo vanguardista, pero lo que no podemos negar, es la frivolidad con la que aborda temas que representan una herida en el mundo, desde el desplazamiento humano debido a la guerra y el calentamiento global, hasta el abuso de menores, así como su constante romantización de la pobreza, y vale, no somos unos puristas para decir que temas son sagrados y no deben ser tocados, sin embargo, el problema de Balenciaga radica en el mensaje, ¿qué nos quiere decir una marca cuando selecciona a sus embajadores?

Modelo infantil posando para Balenciaga «Gift Shop» (tienda de regalos) 2022

Balenciaga desde lo político ¿Cuándo la vanguardia se convierte fetichización de la marginalidad y el abuso? 

La problemática se centra en la disociación resultante entre la experiencia de la pobreza, y la apropiación de su expresión estética, consecuente de la desigualdad provocada por los mismos grupos de élite que provocan y perpetúan esos mismos escenarios.

Por un lado, la élite rechaza la otredad del pobre, pero al mismo tiempo lucra con sus expresiones estéticas y las convierte en momentos de consumo inalcanzables, por lo que la pobreza se transmuta en un fenómeno visto desde el anaquel y dejando de ser una realidad y para convertirse en una mercancía.

Esta es una las paradojas de la vida moderna capitalista, donde las relaciones fetichistas-mercantiles transforman a los objetos en artículos mágicos que nos convierten en aquello que deseemos ser, y que, paralelamente, ocultan/eliminan sus procesos de producción y sus contextos sociales como la explotación, la acumulación de riquezas, la contaminación y la sobre-explotación de recursos.

“Balenciaga “Gift Shop” Campaign (2022)”

Esto metamorfosea a Balenciaga, y en muchas otras marcas de lujo que se manifiestan bajo la misma línea, en empresas que rayan en lo perverso, donde no solo es la expresión artística per se, sino en un discurso social que terminará permeando en el inconsciente colectivo: no somos libres, somos objetos de prueba.

Exponer a las infancias a la sexualización de sus cuerpos a través de utilizar objetos de utilera (como declararon los abogados de la marca) sobre prácticas sexuales dominantes, más que una expresión artística, es un statement de poder, es gritarle al mundo que todo aquello que sea vulnerable puede ser sometido a los deseos de la élite, y ese es el arquetipo jungiano del abuso, cuando aquello que no puede defenderse queda sometido a los deseos de aquel que ejerce el poder/control.

La sociedad pobre y/o clase media se convierte entonces en sujetos de deseo, se les señala como si estuviera mal ser quienes son (somos), para después vender esa identidad a precios inalcanzables, deseando ser lo que somos sin llegar a serlo jamás, por qué no es lo mismo usar unos tenis rotos por el uso y no tener para unos nuevos, que tener unos tenis rotos de Balenciaga. 

Dicho esto, quiero dejar en claro que la campaña “Gift Shop” no fue solo una idea creativa fallida, es en realidad la continuación de un discurso que la elite no se ha cansado de reproducir, que es “YO POSEO TODO Y LO SOMETO A MI VOLUNTAD”.

“Balenciaga “Gift Shop” Campaign (2022)”

Balenciaga desde lo místico ¿Cuándo el simbolismo del avant-garde llega a la conspiración? 

Ya hablamos de la marca desde un punto de vista terrenal, es momento de tocar los cielos (o el abismo) y hablar también de aquello que se encuentra oculto, de lo místico, y ponernos el sombrerito de aluminio para que los arcontes y reptilianos no lean nuestros pensamientos.

Mientras realizaba mi investigación sobre la campaña, no pude evitar cruzarme con las teorías de conspiración al rededor de la mencionada casa de modas, y lo más curioso de todo, es que no encontré nada que contradijera a los conspiranoicos, las evidencias está ahí afuera, depende de uno mismo si ve de señales o desafortunadas coincidencias.

A falta de una explicación más clara sobre lo sucedido, las teorías de la conspiración han florecido en las redes sociales, donde algunos usuarios siguen buscando nueva leña con la que alimentar una polémica inicial ya de por sí muy jugosa. Así, ahora se ha puesto el foco sobre Lotta Volkova, estilista que ha trabajado con la marca, y quién ha tenido que cerrar sus redes sociales debido a la oleada de conspiranoicos violentos que indagadron cada símbolo en sus publicaciones.

Paul Hamelin, Demna Gvasalia, Lotta Volkova y Adrian John Hurtado

La misma marca compartió una fotografías la letra A añadida, sin embargo, cuando lo traduces del latín te arrojará  resultado bastante peculiar…

Y no es que hayamos pasado de «Azerejé» o que si pones un disco de los Beatles se escuchan mensajes subliminales, aquí tu mismo puedes hacer la prueba en Google Translate, podemos decir que es solo una coincidencia, pero habrá quien vea esto como causalidad relacionada con todos los escándalos que rodean a la marca y sus mentes creativas.

Se verdad o no, inténtalo, es muy interesante probarlo por uno mismo.

Traducción del latín al español de Baalenciaga (la marca compartió una cinta con su nombre intervenido con la letra en el montaje para Gift Shop)

Y a pesar de que el experimento del nombre traducido es real, no debemos dejarnos llevar por todas las teorías que encontramos en internet, son muchos los usuarios de TikTok que están subiendo a la red montajes hechos con fotos descontextualizadas y música de película de terror que señalan a Lotta y a Demma Gvasalia director creativo de la marca como satánicos come bebés, y no queridos lectores, ese no es tema aquí.

“Balenciaga “Gift Shop” Campaign (2022)”

Volviendo al principio de la nota, cuando nos encontramos con marcas y celebridades que han estado abusando de sus posiciones de poder, ¿qué debemos hacer como sociedad? ¿Qué está pasando en el mundo y por qué cada día son más los casos de crímenes disfrazados de “escándalos” de los ricos y famosos?

Mi abuela tenía un dicho “si ladra como perro, camina como perro y tiene forma de perro, es un perro”. ¿Tal vez sea momento de abrir los ojos o seguiremos negando al perro negro que domina los medios de consumo globales? Y por último cuestionarnos ¿cuándo se rompe la barrera entre lo transgresor y lo que se oculta a plena vista??

Quiero cerrar este pequeño análisis, recalcando que, no importa si es verdad o no que Balenciaga adora al diablo, creo que es lo que menos debería importarnos, lo relevante es que la apología a la pederastia es un crimen, y que la marca no puede lavarse las manos tan fácil al solo culpar al fotógrafo mundialmente reconocido por su obra de niños con sus juguetes Gabriele Galimberti, y sobre todo, no podemos seguir cerrando nuestros ojos antes las abrumadoras evidencias de quealgo raro está pasando con la élite de celebridades en el mundo, es momento de que empecemos a exigirle a las autoridades pertinentes empezar a investigar.

“Balenciaga “Gift Shop” Campaign (2022)”

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Tomado de https://warp.la/