Con gran bombo y platillo llega a la pantalla grande la ópera primera del productor y guionista Edgar San Juan. Quien adapta junto con Hipatia Argüero (La casa de las flores) y Juan Curi la novela homónima de Luis Spota, Casi el Paraíso.
La novela de Spota es considerada unos de los primeros best sellers de la literatura mexicana. Un libro que en su momento hizo un retrato mordaz de la nueva burguesía: la clase política que se había beneficiado de la revolución, las estrellas de cine y los extranjeros que se beneficiaban de los brazos abiertos que les ofrecía el país.
Todo esto a través de la figura de los ojos Ugo Conti, un “noble” europeo que se aprovecha de la idolatría que su título genera en esta clase, pretensiosa e ignorante. Mientras conocemos de forma paralela su historia en Europa.
Ahora en esta gran coproducción México-Italia-Estados Unidos, el director lleva la historia de mediados de siglo XX a la modernidad. Donde los políticos siguen siendo ambiciosos e ignorantes y los influencers, habidos de fama han reemplazado a las estrellas de cine.
El conde que no era
Casi el paraíso sigue la historia de Ugo Conti (Andrea Arcangeli), un supuesto Conde que llega a playas mexicanas, acompañado de su amante, la viuda acaudalada, Liz Avrell (Katie Barbieri). En su paso por México, Ugo conoce a Teresa (Karol Sevilla), la hija mimada de un importante político mexicano, Alonso Rondia (Miguel Rodarte). Quien como secretario de estado busca la candidatura a gobernador de su estado.
Cuando las cosas entre Liz y Ugo se vuelven complicadas, el Conde viaja a la Ciudad de México para encontrarse con Teresa. Ahí descubre que puede aprovechar la posición política de Rondia, mientras se definen las cosas con Liz.
Sin embargo, Ugo descubre que la asistente del político, Frida Becker (Esmeralda Pimentel) es su viejo y verdadero amor. Lo que complica sus planes.
A la par, conoceremos la historia de Ugo y Frida en Europa. Y como este de ser el hijo humilde de una prostituta se convierte en el estafador que es actualmente.
Conservando la esencia
Aunque hay cambios significativos entre la historia de la novela y la película, el trabajo de Edgar San Juan y su equipo en la adaptación es fundamental para dar vida a esta historia. Conservando partes fundamentales, pero dando vida y narrativa a los personajes en otra época.
Una película que conserva la crítica social y el buen humor, donde la lucha social y el papel de las mujeres es más destacado. Dejando también lugar para la reflexión, el amor y lo absurdo.
Aunque la trama se sigue centrando en Ugo-Amadeo, las figuras femeninas se vuelven más interesantes y complejas. Mientras que la clase política, sigue siendo ambiciosa, pretensiosa y advenediza.
El elenco encabezado por el actor italiano Andrea Arcangeli hace un muy buen trabajo en su debut en el cine mexicano. Apoyado por el buen trabajo de Esmeralda Pimentel, Karol Sevilla (en su debut en el cine), Yuriria del Valle, Katie Barberi, Miguel Rodarte y Maurizio Lombardi.
Destacan el diseño de producción y las filmaciones en locaciones italianas y mexicanas. Que dan veracidad a la historia, con un excelente trabajo del fotógrafo Alejandro Cantú (El complot mongo, 2018).
Sin duda, la coproducción le dio a San Juan las posibilidades y los recursos para hacer uno de los filmes más grandes y destacados de la industria en los últimos años. Sentando un precedente que muestra que es posible hacer grandes producciones, que se sustentan en un buen guion y no están peleadas con el aspecto comercial.
Por último, cabe destacar como Casi el Paraíso utiliza la música, con un gran de trabajo de Camila Uboldi en la musicalización y el soundtrack que va del reggaeton al pop de forma orgánica. Con un tema original de cantado por Karol Sevilla, Casi el Paraíso.
Sin duda, fortis fortuna adiuvat, la fortuna favorece a los audaces.
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Tomado de https://warp.la/
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