Así surgió el peligroso movimiento antivacunas hace más de 150 años

En el siglo XVIII, Europa se enfrentaba a la epidemia de viruela que había causado numerosas muertes, la solución a esta enfermedad propició la aparición de estos grupos que perduran hasta nuestros días The post Así surgió el peligroso movimiento antivacunas hace...

En tiempos de COVID-19 han aumentado los seguidores del movimiento antivacunas; sin embargo, este no es nuevo, de hecho lleva casi 200 años existiendo.

Políticos, famosos, periodistas, algunos sanitarios e incluso un premio Nobel han apoyado dudosas investigaciones y han mostrado su apoyo a teorías descabelladas.

Ahora los seguidores de este movimiento utilizan las redes sociales para diseminar información falsa o parcializada sobre las vacunas.

¿Cómo inició todo?

En 1720, Europa se enfrentaba a la epidemia de viruela que había causado numerosas muertes.

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Para tratar de ponerle freno, y pese a la cerrada oposición de otros médicos, el doctor Berkeley Edward Jenner intentó implantar un método que había estudiado en el Hospital de San Jorge y que se conocía con el nombre de “variolización”.

Este proceso, introducido en Londres en 1721, consistía en inocular a una persona sana con material infectado.

El 14 de mayo de 1796, Jenner decidió inocular a un niño de ocho años llamado James Phillips con un poco de materia infectada que obtuvo de una persona que padecía la viruela bovina. El pequeño desarrolló una fiebre leve que desapareció a los pocos días.

Unos meses más tarde, Jenner puso en práctica la prueba definitiva para erradicar la epidemia. Volvió a inocular a James Phillips, pero esta vez con viruela humana para comprobar si el niño desarrollaba la enfermedad. Los resultados le dieron la razón y el niño ni contrajo la enfermedad ni murió a causa del método.

Tras el descubrimiento de Jenner numerosas vidas comenzaron a salvarse; sin embargo, también comenzaron a surgir los primeros grupos organizados antivacunación. En 1853 ‘The Anti-Vaccination League’ y en 1867 ‘The Anti-Compulsory Vaccination League’.

En Gran Bretaña, una sucesión de leyes hizo que las vacunas fueran gratuitas y luego obligatorias, lo que fue respaldado por multas e incluso penas de prisión.

A finales del siglo XIX, decenas de miles de personas salieron a las calles en oposición a las vacunas obligatorias contra la viruela. Hubo arrestos, multas y algunas personas incluso fueron enviadas a la cárcel.

En pancartas que exigían “Revocar las leyes de vacunación, la maldición de nuestra nación” y aseguraban que era “Mejor celda de prisión que bebé envenenado”.

Jenner tuvo que luchar contra la Iglesia, la población y la propia comunidad médica, sufriendo ataques y siendo ridiculizado toda su vida.

Nuevos ataques contra las vacunas

En 1974, una publicación del artículo «Neurological complications of pertussis inoculation» se informó que 36 niños habían sufrido problemas neurológicos después de recibir la vacuna DTP (Difteria, tétanos y tosferina) provoca disminución de las tasas de vacunación y tres epidemias importantes de tos ferina y difteria con miles de muertes.

Posteriormente, la revista médica británica The Lancet publicó un estudio firmado por el Dr. Andrew Wakefield y 12 coautores donde afirmaban que existía un vínculo entre la vacuna triple vírica (Sarampión, rubéola y parotiditis) y el autismo. El artículo provoca un descenso en las tasas de vacunación mundial.

Fue hasta el 2010 que The Lancet se retractó al descubrir que los datos del estudio eran incorrectos y las conclusiones falsas. Andrew Wakefield fue expulsado del Colegio de Médicos británico.

Hoy en día, los antivacunas siguen cobrando fuerza y han provocado que enfermedades prácticamente erradicadas como el sarampión resurjan en varias partes del mundo. Además, ponen en riesgo la vacunación masiva que se necesita ahora para terminar con la pandemia de COVID-19.

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