Tras una investigación realizada a partir de restos óseos, expertos lograron reconocer características de un conflicto durante el Neolítico
Arqueólogos españoles de distintas instituciones, estudiaron restos óseos del Neolítico tardío para explorar los conflictos bélicos de la época. Los huesos, hallados en la sepultura colectiva San Juan ante Portam Latinam en el norte de España, datan del 3300 al 3000 a.C.
El estudio publicado en la revista Scientific Reports, reveló que las lesiones en los huesos son muestra para determinar que los hombres a quienes pertenecen participaron en una gran guerra. Aunque no todos los huesos muestren lesiones, aquellos que sí lo hacen son evidencia suficiente para responder algunas interrogantes sobre el conflicto.
En total, fueron estudiados restos de 338 individuos, de los cuales solo 137 son adultos. Asimismo, los cuerpos pertenecen en su mayoría a cuerpos masculinos y entre ellos, se encontraron un montón de armas hechas con piedra como puntas de flecha, cuchillas, hachas y otros ornamentos personales.
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La arqueología como registro histórico del conflicto durante el Neolítico
Si bien ya resulta sospechoso que una gran cantidad de cuerpos masculinos hayan sido hallados junto a diferentes tipos de arma, existen otras evidencias para determinar la existencia de un conflicto.
Según los datos de la publicación, se hallaron más traumatismos en los huesos de adultos y adolescentes varones. El 97.6% de los huesos con heridas no cicatrizadas, pertenecen a los hombres. Esto sería muestra de que, como en muchas otras sociedades, los varones eran los únicos capacitados para enfrentar conflictos violentos.
«La mayoría de las lesiones corresponden a fracturas atribuibles a traumas causados por mazas de piedra, hachas y azuelas; por palos de madera, hueso o asta; proyectiles lanzados con honda o piedras, etc», menciona la publicación.
Otro factor importante a tener en cuenta es la cicatrización de los traumas. El hecho de que una herida haya cicatrizado (o no) funciona como indicio de si el individuo en cuestión logró sobrevivir. Con ello, es posible estimar cuántas vidas se perdieron en el conflicto.
La guerra y la violencia hace cinco milenios
Entre los restos analizados, se observó que el 10.1% de los ejemplares, tenían características claras para determinar que sufrieron muertes causadas por el conflicto. Sin embargo, los expertos a cargo de la investigación, reconocen que muy probablemente hubieron más bajas.
«Los traumas no cicatrizados están presentes en el 10.1%, lo que representa un total de 54 lesiones. Esta prevalencia es conservadora y en cualquier caso, la tasa está claramente elevada en comparación con las tasas de prevalencia bruta en general para el Neolítico europeo», declara la publicación.
Si bien los huesos logran conservarse bien, estudiarlos a profundidad puede revelar información sobre la historia y el comportamiento humano. En este caso, el estudio publicado en Scientific Report, supone una oportunidad para reconocer que la violencia ha estado presente durante toda la historia de la humanidad.
Este texto fue escrito por Iñaki Arriola, periodista mexicano interesado en la cultura urbana, el arte y su convivencia con la naturaleza. Colabora como redactor en National Geographic en Español.
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Tomado de https://www.ngenespanol.com/
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