noviembre 12, 2025
«Los compromisos ambientales son la hoja de ruta que determina todas nuestras actuaciones»

«Los compromisos ambientales son la hoja de ruta que determina todas nuestras actuaciones»

Tomado de Ethic.es

Combatir la crisis climática es una cuestión que nos atañe a todos. Pero hay determinados actores que, por su dimensión, recursos y capacidad de influencia global. están llamados a liderar ese cambio. Uno de esos agentes que despliega todos sus recursos tecnológicos y de innovación al servicio de esa transformación es Amazon. Robert Kowalik, vicepresidente de Medio Ambiente de la compañía, ha visitado España y ha concedido una entrevista a Ethic para hablar de los principales retos y objetivos climáticos y sociales de la empresa, así como de sus planes en nuestro país, donde AWS acaba de abrir un gran centro de datos en Aragón. 

Las estrategias de sostenibilidad son ahora comunes entre las grandes compañías, pero ¿cuándo comenzó Amazon a diseñar e implementar la suya? ¿Qué objetivos se marcaron al principio y en qué medida se han logrado hasta la fecha?

Estamos muy orgullosos de nuestros avances en sostenibilidad. Con el compromiso de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2040, en 2019 creamos The Climate Pledge, una iniciativa de la que fuimos los primeros firmantes y a la que en los últimos años se han sumado más de 600 empresas. 

Además, nos marcamos una serie de indicadores intermedios, como desplegar 100.000 vehículos eléctricos de reparto. Solo el año pasado, entregamos más de 1.500 millones de paquetes a clientes a nivel mundial con vehículos eléctricos. 

Otro compromiso que adquirimos fue lograr que en el año 2030 toda la energía utilizada por Amazon en todo el mundo proviniera de fuentes 100% renovables, un objetivo que alcanzamos en 2023, siete años antes de lo previsto.

Igualmente, para nuestros centros de datos de AWS nos marcamos la ambiciosa meta de ser positivos en agua a nivel mundial, y a día de hoy ya hemos conseguido recorrer la mitad de ese camino. 

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Si echa la vista atrás, ¿qué logro ambiental considera el más significativo de esta trayectoria y qué áreas siguen siendo asuntos pendientes?

Creo que de lo que más orgullosos estamos es del compromiso de compensar toda la energía que usamos con energía renovable. Actualmente somos el mayor comprador de energía renovable del mundo, con más de 34 gigavatios de capacidad generada e incorporada como energía limpia a la red. 

«Actualmente somos el mayor comprador de energía renovable del mundo»

En lo que se refiere a los desafíos, el transporte es un área en la que debemos seguir invirtiendo e innovando. Hoy existen buenas soluciones para las entregas de última milla, como los vehículos eléctricos, pero el transporte de media y larga distancia –como el aéreo o el marítimo– sigue siendo difícil de descarbonizar. ¿Por qué? Las soluciones aún no se han escalado, la regulación aún no está lista y resulta difícil alcanzar la paridad de costes. En Amazon seguimos innovando y trabajando para ayudar a descarbonizar estos sectores. 

Amazon opera a una escala global. ¿Puede abordarse la sostenibilidad mediante un enfoque universal o deben considerarse siempre las circunstancias específicas de cada mercado? ¿Cómo equilibra la empresa la ambición global con las realidades locales?

Obviamente, somos una empresa global que opera en muchísimos países del mundo. La guía que nos mueve, nuestro norte, son siempre nuestros compromisos ambientales –ser positivos en agua, reducir nuestros residuos, lograr la neutralidad de carbono–. Pero sabemos que las soluciones únicas no existen, así que lo que hacemos es apostar por la «glocalización»: pensar globalmente, actuar localmente y desplegar soluciones que sean relevantes para cada región.

Le pongo un ejemplo: el sol no brilla igual en todas partes, así que la energía solar no es una buena alternativa en ciertos lugares, donde el viento es más viable. Otro caso ilustrativo es la refrigeración de nuestros centros de datos. En nuestros centros del norte de España usamos refrigeración por aire natural la mayor parte del año. Pero en otros lugares más cálidos utilizamos otros sistemas, como la refrigeración por evaporación. De manera que siempre pensamos globalmente, pero confiamos en la ciencia, en los equipos locales y en los recursos naturales disponibles para adaptar las mejores soluciones. 

La agenda de sostenibilidad de Amazon abarca diversas áreas, como la energía limpia, los materiales sostenibles, las iniciativas de compensación de carbono o la gestión responsable del agua. ¿Cuáles destacaría como los desafíos más urgentes para la compañía durante lo que queda de 2025 y el próximo año?

Lo primero que quiero remarcar es que nuestros objetivos a largo plazo no cambian. Seguiremos trabajando para resolver los desafíos en materia de carbono, gestión de residuos y agua. Respecto a esta última, el agua se ha convertido en un asunto crítico para muchas empresas y en un verdadero reto global, especialmente con los desastres naturales, inundaciones y sequías a los que estamos asistiendo. 

«El agua se ha convertido en un asunto crítico para muchas empresas y en un verdadero reto global»

Acabamos de invertir más de 17 millones de euros en Aragón para ayudar a la comunidad local con programas de regeneración de agua, eficiencia hídrica y detección temprana de inundaciones. El agua sigue siendo una prioridad, especialmente con el crecimiento de las tecnologías de IA generativa, que podemos aprovechar para optimizar y preservar recursos naturales tan valiosos como este. 

Centrándonos específicamente en AWS, ¿cuáles son los enfoques más efectivos para reducir la huella ambiental de un gran centro de datos como el de Aragón? ¿Es la gestión del agua uno de los desafíos más críticos en instalaciones de esta envergadura?

El agua es una prioridad para esos centros, y seguimos invirtiendo en tecnología para mejorar su gestión. En lugares donde este recurso natural supone un desafío, invertimos en soluciones que minimicen su uso y optimicen el equilibrio entre agua y energía.

En nuestro centro de datos de Aragón trabajamos con IA generativa para detectar fugas, anticipar problemas y optimizar los sistemas. Y usamos agua reciclada, ya sea de lluvia o de otras fuentes, para el enfriamiento de los sistemas. De esta forma combinamos innovación y adaptación a las circunstancias locales para preservar este recurso tan valioso.

Como empresa impulsada por la tecnología, ¿pueden aprovecharse herramientas como la inteligencia artificial para mitigar los riesgos ambientales o acelerar el desarrollo sostenible? En ese contexto, ¿podría detallar las iniciativas relacionadas con el agua que Amazon ha puesto en marcha en España?

Amazon lleva años usando IA. La utilizamos para optimizar rutas de vehículos, sistemas de climatización, embalajes o uso energético. Ahora estamos aplicando esa experiencia a comunidades como Aragón, donde, como decía anteriormente, hemos invertido más de 17 millones de euros en proyectos vinculados a la tecnología y a la gestión del agua. 

Uno de esos desarrollos es un sistema de detección temprana de inundaciones, que usa sensores para medir niveles de agua en ríos, aguas subterráneas, precipitaciones y temperaturas. Reunimos miles de puntos de datos, incluidos patrones históricos, y con esa información podemos predecir posibles desastres naturales y lanzar alertas tempranas para que las comunidades se preparen.

«Apostamos por la “glocalización”: pensar globalmente, actuar localmente y desplegar soluciones que sean relevantes para cada región»

Otra de esas aplicaciones está en la agricultura. Paradójicamente, los centros de datos usan poca agua en comparación con la que requiere la producción agrícola, que es mucho más intensiva en ese sentido. Queremos ayudar a los agricultores locales a optimizar el riego. Para ello, usamos tecnología que analiza qué, dónde y cuándo se cultiva, las condiciones del suelo y del clima. De esta forma, podemos predecir cuánta agua se necesita y se evita el problema del sobrerriego. Creemos que, con estos desarrollos, podremos ayudar a más de 450 agricultores de la zona a ahorrar más de 200 millones de litros de agua al año, una cifra muy superior a la que consume un centro de datos.

La sostenibilidad no es solo una cuestión ambiental, sino que también tiene una fuerte dimensión social. ¿Cómo está trabajando Amazon para fortalecer sus relaciones con clientes, empleados, proveedores y las comunidades locales en las que opera?

Nuestro objetivo es aprovechar nuestra dimensión global para ser climáticamente responsables y ayudar a acelerar su cambio. Pero no podemos hacerlo solos. El origen de The Climate Pledge fue precisamente reunir a la mayor cantidad posible de actores para colaborar. En ese sentido, el trabajo conjunto entre el sector público y el privado, así como con la comunidad científica, la educativa y las ONGs, es fundamental. Porque juntos avanzamos más rápido, compartimos conocimiento y aceleramos el cambio.

Respecto a nuestras relaciones con los diferentes grupos de interés, a nivel de las comunidades locales, estamos involucrados en diferentes proyectos sociales, por ejemplo, en Aragón. 

Respecto a nuestros empleados, todos los años realizamos una fuerte inversión en su capacitación, con iniciativas de formación y desarrollo como el programa Career Choice, que permite a cualquier empleado de Amazon formarse y mejorar sus habilidades, incluso si luego continúa su carrera fuera de la empresa. Y también contamos con mecanismos de participación, como «La Voz del Empleado», para escuchar sus necesidades y usar ese feedback para mejorar como empleador.

Con nuestros proveedores lanzamos dos interesantes iniciativas el año pasado: Amazon Sustainability Exchange, una plataforma con cientos de soluciones, datos de referencia y buenas prácticas abiertas a todos –proveedores, clientes o incluso competidores– para acelerar sus estrategias de sostenibilidad. Dentro de esa misma web también abrimos la Amazon Science Data Initiative, que ofrece modelos y algoritmos basados en nuestros años de experiencia para ayudar a otras empresas a abordar sus desafíos ambientales.

Y, por supuesto, ponemos en marcha distintas iniciativas para nuestros clientes, como The Climate Pledge Friendly, que incluye más de 2 millones de productos que cumplen altos estándares de sostenibilidad en cuanto a la manera en que han sido producidos, para ayudar a los consumidores a tomar decisiones de consumo más responsables.

Tomado de Ethic.es