La Cámara de Representantes permanece en receso por sexta semana consecutiva, con el Presidente Mike Johnson optando una vez más por un «período de trabajo en el distrito» en lugar de volver a reunirse para votaciones. Esta inacción prolongada, denominada «período de trabajo» a pesar de la falta de actividad legislativa, presenta un desafío político significativo para los republicanos.
La imagen es particularmente perjudicial: los empleados federales, incluido el personal militar y los controladores de tráfico aéreo, están trabajando sin sueldo, mientras que los miembros del Congreso continúan cobrando sus salarios a pesar de no estar en Washington, D.C. Cualquier republicano que crea que esta situación no creará problemas políticos está desconectado de la realidad.
Los problemas del Partido Republicano van más allá del cierre del gobierno. El Departamento de Agricultura de EE. UU. ha anunciado que 42 millones de estadounidenses que dependen del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) perderán sus beneficios a partir del 1 de noviembre. Esto, al igual que los recortes a Medicaid, afectará a ciudadanos tanto en estados republicanos como demócratas.
En medio de miles de empleados federales que trabajan sin compensación y millones que enfrentan la pérdida de beneficios cruciales, el enfoque de Donald Trump parece estar en otra parte. Según se informa, está involucrado en un proyecto de $300 millones para construir un salón de baile en el Ala Este de la Casa Blanca y ha autorizado un rescate de $20 mil millones para Argentina, en lugar de priorizar la reapertura del gobierno o las negociaciones bipartidistas.
Estos acontecimientos están a punto de costar políticamente a los republicanos. Con el Día de las Elecciones de Virginia a poco más de una semana, una encuesta reciente de Washington Post-Schar School muestra a la ex representante demócrata Abigail Spanberger liderando al vicegobernador republicano Winsome Earle-Sears por 12 puntos. En un estado como Virginia, donde residen muchos empleados federales, un cierre del gobierno tiene un impacto tangible en los votantes.
Los votantes son muy conscientes de quién es el responsable. Independientemente de los llamados de los miembros republicanos de la Cámara y el Senado a «CR limpios», el partido que actualmente tiene el monopolio del poder en Washington será responsabilizado por el cierre y sus amplias consecuencias.Tomado de https://feeds.nbcnews.com/msnbc/public/news
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