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Aunque en la actualidad muchos piensen que las arañas son animales totalmente nocivos, la realidad dista completamente de aquello. Estos seres vivos son vitales en los ecosistemas. En México hay una enorme variedad de estos arácnidos, lo cual no pasó desapercibido para los antiguos pueblos prehispánicos. A lo largo y ancho de Mesoamérica tuvieron un enorme significado cosmológico. Particularmente, las arañas entre los mexicas y otros grupos nahuas, tuvieron un simbolismo religioso así como diversos usos medicinales.
Las arañas en la cosmovisión mesoamericana
Entre los antiguos pueblos de Mesoamérica, las arañas no eran animales que provocaran repulsión. Al contrario, formaban parte de su complejas creencias religiosas. Además, eran parte de su gastronomía así como de sus conocimientos medicinales. Los códices y las primeras crónicas virreinales dieron cuenta del antiguo saber sobre estos arácnidos.
Para los antiguos mayas, Pauahtun, el cargador divino del cosmos, usaba una telaraña para sostener el Universo. Los pueblos nahuas asociaban las arañas directamente con el dios de la muerte, Mictlantecuhtli, así como con su reino, el Mictlán. Para los totonacas, las arañas habitaban el rumbo de los antiguos dioses creadores y en los sueños le explicaban a las ancianas cómo se hacía el ombligo de los niños.
Las arañas entre los mexicas. Animales divinos
Las arañas entre los mexicas, al igual que entre otros pueblos nahuas, eran animales de Mictlantecuhtli y el reino de los muertos. Además, gozaban de un simbolismo religioso bastante intrincado. Estos arácnidos estaban asociados a deidades femeninas. Una de ellas fue Xochiquétzal, inventora del hilado y por ende, patrona de las hilanderas y tejedoras, una labor vital entre los tenochcas y otras culturas de Mesoamérica.
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Otra deidad con la que tenían relación era Tlaltecuhtli, señor y señora de la tierra. En varias representaciones de este numen, en su cabello ensortijado aparecían arañas y otros animales relacionados con la humedad terrestre y la oscuridad de la noche. Por si esto fuera poco, las monstruosas tzitzimime solían ser representadas como arañas descendiendo de los cielos, portando una nariguera lunar y aretes de algodón. Estos son los atributos característicos de la diosa Tlazoltéotl, patrona de la inmundicia, las parturientas, la lujuria y estos animales de ocho patas.
Dada la estrecha relación de las arañas con diversas deidades, no debe sorprendernos que entre los mexicas fueran símbolos de fuerza y poder. En varios códices, estos arácnidos aparecen acompañando a los dioses o siendo ofrecidas como tributo sagrado.
Usos gastronómicos y medicinales de las arañas entre los mexicas
Los mexicas y otros pueblos nahuas conocían una amplia variedad de estos animales. En náhuatl se les denominaba como tócatl y había varios grupos de ellas. Estaban las tlazoltócatl (arañas del estiércol), tocamaxacualli (arañas pardas y negras) y las tzintlatlauhqui (viudas negras). Otros arácnidos presentes eran las tlalhoéhoetl (arañas de color negro y amarillo), las ocelotócatl (arañas «jaguar»), las huitztócatl (arañas con espinas) y finalmente, las atócatl (arañas de agua con colores negros, escarlatas y amarillos).
Al igual que con varios pueblos originarios de la actualidad, las arañas formaban parte de la alimentación de los mexicas, los cuales solían tostarlas y comerlas con tortillas. Pero sobre todo, si en algo fueron ampliamente usados estos animales, fue en la medicina tradicional. La tela de araña se usaba como coagulante. En una herida o corte se colocaba un trozo de ésta, lo que detenía el sangrado y aceleraba el proceso de cicatrización.
La telaraña se extraía sobre todo de la famosa viuda negra. Por si fuera poco, los tenochcas no solo usaban la tela de la tzintlatlauhqui, que recordemos, es una de las arañas más venenosas del mundo. Precisamente, empleaban dosis de su veneno en varios aceites como remedio para varias afecciones. De ello dio cuenta fray Bernardino de Sahagún en Historia general de las cosas de Nueva España:
Hay unas arañas en esta tierra, ponzoñosas, que las llaman tzintlatlauhqui. Son negras y tienen colorada la cola. Pican: la picadura da gran fatiga por tres o cuatro días, aunque no matan con su picadura. El aceite destas arañas es muy medicinal para muchas enfermedades, como está en la letra. Hallan por medicina para aplacar deste dolor beber pulcre fuerte, que llaman huitztli.
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Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/





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