Colaboraciones
Eduardo Subirats
Permítanme una breve presentación de mi ensayo A plena luz caminamos a ciegas.
Esta obra la terminé en diciembre de 2023 en Rio de Janeiro. En ella intenté formular una doble perspectiva sobre la crisis psicológica y política generada por la epidemia del Covid, y por las subsiguientes tensiones políticas y financieras generadas por las estrategias hegemónicas de los Estados Unidos con respecto a Rusia, China e Irán, así como a otras naciones del próximo Oriente. El primer aniversario de la guerra de la OTAN contra Rusia y el genocidio del pueblo palestino eran entonces los síntomas más ostensibles de una situación mundial crecientemente inestable. Sin embargo, otros problemas mundiales, entre ellos el calentamiento global, los movimientos migratorios masivos a escala global, las crecientes desigualdades sociales y la descomposición paulatina de los sistemas democráticos de Occidente, señalaban ya entonces, en 2023, un creciente desequilibrio y angustia mundiales.
Otro aspecto general debe añadirse a este cuadro sucinto: la regresión cultural y la creciente supresión de la conciencia intelectual, administrada bajo las estrategias mediáticas y académicas de globalización, banalización y comercialización masivas de las culturas. La supresión y la suplantación de la reflexión crítica por una serie de ideologías e ideologemas, desde los estudios de género y la ideología política del ecologismo, hasta los Queer Studies o simplemente los discursos político-correctos han sido los últimos epifenómenos de este proceso regresivo.
En España y las naciones de habla hispánica esta situación se agrava por una serie de motivos. En primer lugar, la constitución de la monarquía española como poder imperial y genocida, desde su misma constitución en 1492, le ha obligado a suprimir todos los procesos políticos y culturales de apertura espiritual que, desde la Reforma en el siglo dieciséis y el Enlightenment del siglo dieciocho hasta el liberalismo del siglo diecinueve, han paralizado su inserción cultural en el proceso de modernización que ha recorrido la historia moderna europea, desde París a San Petersburgo. Hispanoamérica ha pagado este predominio de un poder imperial fundamentalmente retrógrado con siglos de subordinación colonial y neocolonial, y de desigualdad e injusticia sociales.
El balance final que pesa sobre todos nosotros es la precariedad de nuestras instituciones culturales y de nuestras tradiciones políticas. Solo tengo que mencionar las declaraciones de reformadores como Bolívar, Simón Rodríguez o Blanco White en el siglo diecinueve, y de Mariátegui, Galeano o Roa Bastos sobre el fracaso de las revoluciones latinoamericanas en el siglo veinte. La historia cultural moderna de España y América latina es una serie indefinida de decepciones y quebrantos, las más veces desoídas. Su consecuencia fatal: la ausencia de un diálogo intelectual abierto, la carencia de un pensamiento consistente en las artes lo mismo que en la filosofía, y el servilismo con respecto a las modas más estúpidas del mercado cultural y la academia global.
Este triste panorama decadente explica también los grandes trazos que he tratado de abordar en mi ensayo A plena luz caminamos a ciegas. En él he formulado tres categorías esenciales de la crisis mundial que estamos viviendo el día de hoy. En primer lugar, es necesario señalar el colapso final de los ideales de progreso promocionados por el Enlightenment europeo del siglo dieciocho. Entre paréntesis tengo que puntualizar a este propósito que las culturas hispánicas carecen de un nombre propio para designar este proceso tanto intelectual como político de apertura, de diálogo y de convivencia que en Europa se abrió paso, con sus altos y sus bajos, desde el siglo dieciocho. La traducción de este Enlightenment o Aufklärung por la palabra “ilustración” carece de las dimensiones semánticas y filosóficas del “Esclarecimiento” portugués, y de la profundidad filosófica de la Aufklärung germánica. Y careciendo de la cosa, las culturas hispánicas tampoco se preocuparon por encontrar un concepto adecuado a la misma. En consecuencia, hoy estas culturas no distinguen lo que se ha llamado “Dialéctica del esclarecimiento” o Aufklärung, porque semejante esclarecimiento nunca ha tenido lugar entre nosotros.
En segundo lugar, en este ensayo señalo la degradación de estos mismos ideales de progreso y esclarecimiento en sistemas de propaganda y manipulación masivas cada vez más dilatados y perfectos, desde la teoría de la acción comunicativa de Goebels hasta las prácticas del Global Village. He definido como “espectáculo” la extensión global de esta acción comunicativa en el sistema de una segunda naturaleza, en consonancia con la tradición crítica de los Situacionistas en el Paris de 1968.
Y por último, pongo de manifiesto las estrategias industriales de destrucción ecológica, militar y social, así como cultural, que han promocionado los círculos postmodernistas de Nueva York y Londres en las postrimerías del siglo pasado. Sus expresiones: el calentamiento industrial de la atmósfera y la destrucción industrial de la biodiversidad, la amenaza indefinida de una autoaniquilación nuclear, y la configuración electrónica de una masa posthumana mundial sin conciencia, sin historia y sin mundo…
Pero el escepticismo que envuelve la crítica de un sujeto humano que camina a ciegas por las sendas de la historia comprende asimismo su opuesto. Su genealogía del nihilismo político y ético que gobierna o desgobierna el destino histórico de una única raza humana persigue un propósito precisamente esclarecedor. Este esclarecimiento (Aufklärung) resume asimismo un proceso de formación, y un continuum de experiencias y encuentros diversos. Comprende un “proceso formativo” (Bildung) que remonta al mito griego de Prometeo, el titán esclarecedor por antonomasia. Al mismo tiempo, se amplía tendencialmente como un renovado esclarecimiento universal que incluye las tradiciones filosóficas de la antigüedad, de Budha a Laozi, y de Pitágoras al Primer Esclarecimiento europeo en el Al-Ándalus de los siglos doce y trece, y no en último lugar las teorías críticas contemporáneas tanto en Oriente como en Occidente. Este esclarecimiento comprende un humanismo humanitario y humano.
Last but not least, A plena luz caminamos a ciegas cierra sus páginas con una mirada innovadora sobre aquellos momentos en la historia del arte moderno, desde Rembrandt hasta Edward Munch, que han asumido una dimensión humanizadora y liberadora a través de la “educación estética”. Y lo he hecho polémicamente con respecto al prevaleciente formalismo lingüístico y el nihilismo prevalecientes en la cultura globalmente manufacturada. Su crítica radical al mundo contemporáneo comprende un “Principio Esperanza” (Bloch).
A plena luz caminamos a ciegas es un libro de ensayos concebidos como notas de un indefinido viaje. Un viaje intelectual por paisajes maravillosos, encuentros mágicos, y hombres y mujeres exóticos. Pero también un viaje por los infiernos de una continua catástrofe ecológica, militar y humana. He tratado de rescatar rapsódicamente algunos de sus rastros en la historia de la música, las literaturas, las artes y las filosofías mundiales, cual navegante extraviado que intenta poner a salvo los despojos de su propio naufragio.
Leh, Stok Palace, 5 de agosto de 2025.
A plena luz caminamos a ciegas (El Tapiz del Unicornio, México, 2025) se presentará el jueves once de septiembre de 2025 en la librería Rosario Castellanos del FCE de la Colonia Condesa.
Tomado de https://morfemacero.com/
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