En su segundo mandato, Donald Trump ha reforzado las medidas para bloquear a Cuba, pues no tolera que este país sea ejemplo de defensa de su soberanía. De igual manera, reincorporó a la nación antillana a la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo y reactivó el Memorándum No 5 para apoyar la subversión en la isla y restringir el turismo.
Asimismo, terminó el programa de parole humanitario; abrió pie a sancionar en tribunales de Estados Unidos entidades que inviertan en propiedades nacionalizadas en Cuba al triunfo de la Revolución; bloquea el envío de remesas; niega visas a académicos, científicos, deportistas y para intercambios culturales; y restringe visas para funcionarios de gobiernos centroamericanos y sus familiares vinculados a la cooperación médica cubana.
No conforme con lo anterior, el gobierno de Estados Unidos sanciona al presidente Miguel Díaz Canel y otros funcionarios. Adicionalmente, Trump incluyó a Cuba como adversario extranjero y limitó el acceso a tecnología estadunidense; especialmente, en el ámbito de la inteligencia artificial.
En estas circunstancias crece la necesidad de solidaridad con la isla, que resiste heroicamente. Por ello, la Asociación de Cubanos Residentes en México “José Martí” lanzó la Campaña Un Barco de Petróleo para Cuba, para apoyar a la economía cubana que sufre una grave crisis energética.
La campaña inició el 13 de agosto de 2025, día del natalicio de Fidel Castro, de cara al centenario del Comandante en Jefe que se cumplirá en 2026. Concluirá el 25 de noviembre del próximo año, día en que se conmemora el décimo aniversario de su desaparición física.
En estos próximos meses, se realizará un gran número de actividades para dar a conocer su vida, su experiencia e ideas; además de tomar fuerza de su ejemplo. También para apoyar el desarrollo de la economía y de la vida en Cuba, de cara a las dificultades que enfrenta la isla por el virtual “estado de sitio” en el que vive, bajo el acoso del imperio yanki.
Esta campaña en particular tiene la meta de contribuir con un barco o los insumos que se puedan comprar para disminuir las deficiencias del Sistema Energético Nacional de Cuba.
Con esta acción, se demostrará que los cubanos residentes en México y el mismo pueblo mexicano estarán apoyando a la Revolución Cubana por su significado para Nuestra América y el mundo.
Se pretende articular a los sectores de la sociedad mexicana para que sea una campaña a nivel nacional, así como invitar a las asociaciones de cubanos y grupos de solidaridad de distintos países para que se extienda el apoyo.
Los objetivos de la campaña son: desarrollar una colecta de los donativos a través de depósitos bancarios; venta de bonos; subastas de obras de arte; venta de artículos; etcétera. Así como realizar actividades culturales, conferencias, pláticas, cines debates que actualicen la situación que vive la isla, para colaborar a romper la guerra mediática y cultural contra Cuba.
Se concluirá la campaña con un gran festival político-cultural que conmemorará el Centenario del Natalicio de Fidel Castro Ruz en una plaza pública. Asimismo, se rendirá el informe final de la campaña. Es importante que los simpatizantes se sumen y corran la voz para arrancar la campaña con éxito.
Se pretende establecer enlaces en los estados e invitar a organizaciones, partidos, sindicatos, movimientos estudiantiles, colectivos diversos que, independientemente de su filiación política, estén dispuestos a trabajar por la solidaridad y hermandad entre nuestros pueblos. Esta campaña se hace para demostrar que #CubaNoEstaSola.
Existe un antecedente histórico inolvidable como fue la campaña exitosa de la Promotora de Solidaridad ¡Va por Cuba! La misma se fundó en 1991 en uno de los momentos más difíciles, debido al derrumbe del llamado campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética. En esos años, arrecia la embestida del imperialismo. Para resistir Cuba abrió el llamado “periodo especial”.
El lanzamiento público de la Promotora tuvo lugar el 1 de octubre de 1991. En conferencia de prensa, se anunció la campaña para recaudar fondos y enviar un barco de petróleo a Cuba. Entre los convocantes, estaba el obispo Sergio Méndez Arceo; el escritor Luis Cardoza y Aragón; Rosario Ibarra del movimiento “Eureka”; Raúl Álvarez Garín; Miguel Concha; Tatiana Coll; Emilio Krieger; Adelita Castillejos; Rafael Barjas el Fisgón; Felipe Ehrenberg y otras personalidades.
También, estaban los colectivos culturales como “Los Nacos”; “Salario Mínimo”; sindicatos; el movimiento urbano popular; y otros movimientos sociales. El compañero Jesús Escamilla jugó un papel muy importante de coordinación en esa etapa.
La promotora Va por Cuba tuvo como objetivo tres ejes políticos: 1) el respeto al derecho de autodeterminación y soberanía del pueblo cubano; 2) el levantamiento inmediato del bloqueo económico, político y cultural impuesto por Estados Unidos; y 3) la salida de los estadunidenses de la base militar de Guantánamo.
A través de la promotora, se realizaron importantes acciones de solidaridad con la isla: la realización de dos encuentros de solidaridad en 1992 y 1993, mítines de protesta, marchas multitudinarias, festivales musicales, además del envío de tres barcos con petróleo, medicamentos y fertilizantes.
Las campañas se realizaron bajo los nombres de “Petróleo para Cuba”, “Por el mar de las Antillas, “Va por Cuba” (otro barco), “Fertilizamos la esperanza”, “La insulina va por Cuba” y “Cuba te quiero… sin bloqueo”. Las mismas que se llevaron a cabo mediante la venta directa individual de bonos de solidaridad y mediante contribuciones de organizaciones políticas y sociales.
Dichas campañas se materializaron durante el conocido “periodo especial” por el que atravesó la isla en la década de 1990. El primer barco arribó el 9 de abril de 1992 y el siguiente, en el año 1993. Se desarrollaron otras campañas de difusión cuando era fundamental dar a conocer la realidad cubana y los logros de la revolución.
La promotora de Solidaridad Va por Cuba jugó un papel destacado en fomentar la unidad de las corrientes de izquierda en torno a la solidaridad con la mayor de las Antillas. Fomentó la integración organizativa y social en los jóvenes simpatizantes, al enarbolar la unidad como elemento fundamental de la solidaridad.
En enero de 1994, se da el levantamiento zapatista en Chiapas, México, con el cual muchos integrantes de la Promotora Va por Cuba se identificaron, aunque un grupo continuó con las tareas solidarias con la Revolución Cubana.
Jesús Escamilla, junto con otros compañeros y compañeras, consideraron la importancia de mantener la solidaridad con Cuba como algo especial e independiente, que agrupara las tendencias de izquierda solidarias.
El 24 de febrero de 1996, se celebró el 1er Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba en la Ciudad de México. En dicho Encuentro, la Asamblea aprobó la creación del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba como un espacio de unidad para las organizaciones e individuos simpatizantes con la causa cubana.
Agrupó a organizaciones de diversos sectores de la sociedad mexicana a nivel nacional, como el Comité Julio Antonio Mella, Casas de Amistad, Promotora de Solidaridad Va por Cuba, Comité Cuba no está sola y el Comité Échale una mano a Cuba, entre otras.
Esta nueva campaña que se emprende en 2025-2026 es la continuación de una tradición histórica de apoyo mutuo entre los pueblos mexicano y cubano que tienen lazos indestructibles.
José Martí vivió en la Ciudad de México, a finales del siglo XIX. Su estancia en nuestro país fue clave. Su pensamiento influenció a liberales mexicanos además de que desde aquí estuvo cerca del movimiento revolucionario de independencia cubano. De igual manera, el joven comunista cubano Julio Antonio Mella, vivió, luchó y murió en México durante su exilio.
Fidel Castro tuvo gran apoyo en nuestro país al formar el grupo revolucionario Movimiento 26 de julio. Fue aquí donde entrenaron a los militantes y partió el Granma rumbo a Cuba.
Un mexicano emblemático de la solidaridad con la revolución cubana fue Lázaro Cárdenas del Río. Contra viento y marea visitó Cuba en 1959 para apoyar el proceso de transformación.
A lo largo de la historia cubanos y mexicanos han colaborado en la lucha por la independencia y contra la intervención. Durante la invasión estadunidense en México, el militar y político cubano Pedro de Ampudia jugó un rol clave durante la resistencia, y luego durante la lucha de Reforma.
Posteriormente en la lucha contra la intervención francesa, el cubano Pedro Santacilia apoyó al presidente Benito Juárez. También, colaboró comprando armas y municiones en Estados Unidos para combatir al invasor europeo, así como Antonio del Conde el Cuate, se dedicó a conseguir armas en Estados Unidos para la revolución cubana en la década de 1950.
A su vez, fue el embajador de Cuba en México, Manuel Márquez Sterling quien, en 1913 intercedió para salvar la vida del presidente Francisco Madero víctima del complot del embajador de Estados Unidos en México, Henry Lane Wilson.
Antes, otro embajador cubano que estrechó lazos con México fue Carlos Manuel de Céspedes, hijo del “Padre de la Patria” de su país. Por el lado mexicano, Gilberto Bosques fue embajador de 1953 a 1964. Fue muy cercano a Fidel y al Che.
Otro mexicano que dio su vida por la isla hermana fue Juan F Noyola, un economista de los más destacados de México. Fue funcionario de la CEPAL de 1950 a 1960. Al triunfo de la revolución cubana, se fue a vivir allá fungiendo como asesor del comandante Che Guevara.
Luego de asistir a la reunión de la FAO (organización de la ONU para la Alimentación y Agricultura), el avión en que viajaba con la delegación cubana fue objeto de un atentado de la CIA. Esto provocó que perdiera la vida, el 27 de noviembre de 1962.
Han sido muchas las figuras, como el gran poeta Nicolás Guillén, que estrecharon lazos con nuestro pueblo y qué no decir de los cientos de médicos y médicas que han estado apoyando la salud en México en los últimos años. De modo que la solidaridad entre nuestros pueblos tiene un hito histórico innegable.
Hoy, nos toca devolver esa solidaridad apoyando la campaña “Un barco de petróleo para Cuba”. Son momentos cruciales en que la unidad latinoamericana y del Caribe cobra más relevancia que nunca.
Para información dirigirse a [email protected] o al teléfono de la Cafeterìa La Habana Vieja. 5555889346. Direcciòn: Dr.Velazco No 147 Local D de 9 a 18 horas con Sergio Chaviano.
Pablo Moctezuma Barragán*
*Doctor en estudios urbanos, politólogo, historiador y militante social
Tomado de https://contralinea.com.mx/feed/
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