La estrategia integral de capitalización y financiamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) llevará a que, en 2030, la deuda de la paraestatal se ubique en 77.3 mil millones de dólares (MMDD), que representaría una disminución del 26 por ciento en comparación con el saldo que recibió el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador en 2019, cuando se ubicó en 105.2 MMDD, estimó el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Édgar Amador Zamora.
Al participar en la conferencia presidencial, el titular de Hacienda presentó la evolución de la deuda de Pemex desde el 2007 –primer año del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa–, cuando era de 46.1 mil millones de dólares, y que incrementó a 105.8 MMDD para 2018, último año del sexenio de Enrique Peña Nieto.
De 2019, al comienzo de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la deuda se ubicó en 113.2 mil millones de dólares, y logró disminuir a 97.6 mil millones de dólares para 2024, cuando el expresidente concluyó su periodo.
De acuerdo con el secretario de Hacienda, se estima que para diciembre de 2025 la deuda bajará a 88.8 mil millones de dólares, lo que significaría una disminución del 16.1 por ciento en comparación con 2019. Todo, “a través de una serie de esfuerzos, de una serie de operaciones”.
Por otra parte, Amador Zamora señaló que, en el periodo neoliberal, Pemex fue utilizada por los gobiernos panistas y priístas como la “principal fuente de financiamiento de los ingresos fiscales del país”, por lo que la carga fiscal ascendía en 2019 a 65 por ciento de sus ingresos, por “el derecho por la utilidad compartida, más otros gravámenes como el derecho de extracción y exploración de hidrocarburos”.
Y fue el gobierno del expresidente López Obrador el que bajó gradualmente este impuesto a Pemex, hasta llegar a un 30 por ciento en 2024. Una propuesta “del derecho petrolero para el bienestar, que en una sola tasa engloba toda la estrategia fiscal […] y un 12 por ciento para gas natural no asociado”, añadió el secretario de Hacienda.
“Eso ha contribuido a una mejora muy importante de la posición de liquidez, de la fortaleza financiera, de la fortaleza de corto y de mediano plazo”, afirmó Amador Zamora, y anunció que la estrategia financiera de Hacienda hacia Pemex se basa en tres puntos principales: mantener el derecho petrolero para el bienestar; apoyo de la SHCP para la reducción de la deuda financiera y comercial solo en 2025 y 2026, para que a partir de 2027, el gasto operativo de Pemex se pague con sus propios recursos; y otorgar un apoyo para el financiamiento de la inversión productiva en 2025.
El secretario Edgar Amador también celebró que la institución calificadora Fitch Ratings elevó la calificación de Pemex dos escalones, de B+ a BB, a lo que “inversionistas tuvieron una reacción muy positiva”. Pero no quedó ahí, también “nos permitirá reducir los vencimientos de corto plazo, la deuda de corto plazo, que es muy cara para Pemex; nos va a permitir bajar el costo de la deuda, mejorar el perfil de vencimientos de la deuda de corto plazo”.
Por su parte, el director general de Banobras, Jorge Mendoza Sánchez, destacó la creación de “un vehículo de inversión para proyectos de Petróleos Mexicanos” únicamente en 2025, con un monto objetivo de 250 mil millones de pesos, a ser financiado por la banca de desarrollo: Banobras, Nafin, Bancomext, así como por la banca comercial “y también por el público inversionista en general”.
Al respecto, la presidenta Claudia Sheinbaum indicó que están trabajando en “un instrumento especial para garantizar la inversión del 2025 y que Pemex pueda cubrir su pago a proveedores con sus propios recursos, pero solo para 2025”. Añadió que hasta ahora se han pagado 230 mil millones de dólares a proveedores.
Tomado de https://contralinea.com.mx/feed/
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